3. ¿Entrenar? Enserio

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Caminar, era lo que Harumi hacía, el chico no paraba de quejarse de que era muy lenta, pero realmente se estaba mueriendo de sueño y el frio era de lo peor.

No sabía donde iban, el chico le respondió "La sede" pero no tenía ni la mínima idea de qué era así que solo siguió al chico, si le daban comida y un sitio para dormir, ya estaba feliz.

—Y bueno señor, cual es su nombre?— Pregunto Harumi

—Llamame Sanemi, mocosa—
Respondió el supuesto Sanemi.

Vaya, el señor era bastante raro, no hablo en todo el camino como dijo Sanemi, pero no importaba, se quedaba mirando pájaros y cosas así.

Sanemi aviso que quedaría poco para llegar, pero que de primeras iríamos a comer algo, supuestamente el se estaba mueriendo de hambre, espero que me invite a algo, porque realmente tenía mucha hambre también.

Aunque tuviera algo de comida en la mochila, preferiría guardar las cosas para cuando las necesite de verdad, no sabía que podía pasar, y no creía que ese lugar sea muy normal por decirlo.

"Parada de ramen" eso ponía en la entrada de el sitio en el que ibamos a entrar, Ramen, lo había escuchado en algunas series asiáticas, sonaba delicioso, se me hacía agua la boca.

Dos tazones de ramen con cerdo, porfavor— El cocinero soltó un "Marchando" y se dirigió a la cocina

Sanemi fue hacía una mesa así que no tenia nada mas que hacer que seguirle, al parecer pidió dios y no una, espero que una sea para mi, tampoco se ve tan mala persona para no compartir.

Al llegar la orden Sanemi me dio un tazón y frunció el ceño, al parecer aun no me tenía confianza, pero agradecía mucho la ayuda que me daba.

Termine poco después que el contrario, el pagó y volvimos a tomar rumbo, estabamos cerca, estabamos subiendo una montaña no muy grande, era como una casa de campo, pero mucho mas grande, al parecer estabamos en Japón puede? No tenía ni idea.

Al llegar dos personas con trajes negros y letras raras nos esperaban, abrieron la puerta para el senor Sanemi y me dejaron pasar con el, nos dirigimos a una habitación, supongo que de su jefe.

—Buenos días señor, ¿como se encuentra?— Sanemi se inclinó en forma de respeto, hize lo mismo para no quedar mal.

—Oh hijo, esperaba su visita, ¿es ella?—El color de ojos del señor era muy bonito pero daba señal de que seguramente era ciego.

—Asi es señor—Una señorita al lado de el señor le susurraba mi aparecía, al parecer tenía razón, era ciego.

—Uhm, buenos días—Me volví a inclinar en forma de respeto, se veía una persona importante y no quería tener mas problemas aquí, de momento.

—Mi hijo Sanemi me contó qué usted dice que apareciste de la nada, ¿es eso verdad?—Claro que lo era, no tenía ninguna necesidad de mentir, que ganaba?

—Asi es, vengo del siglo 22, y creo que este no es mi ciudad—Obviamente que no lo era, en mi cuidad no nevaba tampoco se veía como una ciudad y menos había gente con armas en la calle.

—Uhm, al parecer la profecía era verdad—Espera, que decía este hombre, creo que además de ciego le faltaba algún tornillo.

—Espera, ¿profecía?—En ese momento la señorita y Sanemi habían abandonado la sala por privacidad, me encontraba sentada delante del señor.

—Asi es, me contaron que vendría una chica la cual nos salvaría a todos, pensaba qué mentían, pero es verdad—Genial, ahora tendre que salvar a alguien? Y quién será? O quiénes? Tenía muchas preguntas.

—Puede que tengas muchas preguntas, pero con el paso del tiempo las sabrás, pero de momento te explicó nuestra situación, hay demonios, los cuales salen en la noche donde nadie los puede ver, por eso existe la afiliación "Cazadores de demonios" nos dedicamos a cazarlos y ayudar a la gente.

Puedo pedirle a Sanemi que te entrené, para matar a un demonio necesitas una katana y tener una respiración, las principales serían el agua, fuego, trueno y roca.

Porfavor Harumi, ayúdanos—

No me esperaba eso, ¿Que hice? Donde llegué, ¿Que tenía ese espejo? ¿Los ayudó o me cambio de bando? Tenía muchas dudas y pocas respuestas, pero de momento daría todo lo que podía para ayudarlos y salvar a quien sea.

—Esta bien señor, os ayudaré, haré todo lo posible y todo en mis manos para acabar con los demonios y todos los de su raza, ayudare a que la humanidad no desaparezca, os salvaré, a todos ustedes— ¿Era la misma persona que dijo eso? Espero no ser un estorbo, haría todo lo que podía para ayudarlos, en eso no tenía ninguna duda.

—Muchas gracias, Harumi, yo, todos mis ancestros y la humanidad te lo agradecemos mucho, puedes empezar tu entrenamiento mañana, la prueba de caza demonios es en 3 meses, te envío suerte—¿Prueba, Enserio? Ojala no morirse ahí mismo, que vergüenza me daría

—Muchas gracias, señor—Me incliné una vez más y al escuchar "Ya puedes irte" abandoné la habitación y me dirigí con Sanemi, el cual me estaba esperando acostado en un pilar.

—¿Como fue?—Simple pregunta, al parecer no tenía ganas de hablar mucho, no le culpaba, tenía unas ganas de dormir increíbles.

—Empiezo el entrenamiento mañana—Esperaba que el entrenamiento no fuera tan duró, el único entrenamiento que hacía era voley ball, pero no tenía ni idea si aquí lo conocían.

—Genial, vamos a mi finca, tengo una habitación de invitados ahí—Accedí acompañarle una vez mas, como dije tenía sueño así qué no lo echaría a perder ahora.

Caminaron un no muy largo camino, era parecido a la sede pero más pequeña, era normal supongo, solo vivía una persona ahí, bueno ahora dos.

Al llegar, la chica se dispuso a cambiarse en su nuevo cuarto, no duraría mucho ahí ya qué le pido al señor de la sede otro sitio para quedarse, no quería ser una molestia para Sanemi.

Además tenía que entrenar y descubrir una respiración en solamente 3 meses antes de el examen para ser cazador, necesitaba aprobar si o si.

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⏰ Última actualización: Oct 01, 2022 ⏰

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¡𝐎𝐬 𝐐𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐒𝐚𝐥𝐯𝐚𝐫...! {Os Quiero Salvar..}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora