No ha pasado mucho tiempo desde ese día que le mostré a Balduino cuanto lo deseo, pensé que desde ese día íbamos a volvernos más íntimos, pero la situación con Reinaldo no ayuda en eso.
Dios como detesto a ese hombre que sólo se aprovecha de la nobleza de nuestro rey, cuento los días para cuando por fin obtenga su castigó. Mi rey se la pasa en reuniones con su corte o con Tiberias, así que empezaba a estresarme en este gigantesco castillo.
Un día quise dar un paseo por el jardín trasero, ese jardín lo transitan más los moros y doncellas que trabajan aquí, pero sé que de noche se mantiene en calma y quise distraerme ahí.
Al llegar me encuentro con 2 doncellas platicando tan agradablemente que no quise interrumpir, estaba lista para dar vuelta y regresar, hasta que sin querer escuche que hablaban de hombres, más específicamente de su virilidad, sé que no debería escuchar, pero realmente tuve curiosidad, yo realmente desconozco eso y ellas eran unos 6 años mayor que yo y hablaban con tanta confianza que no pude seguir mi camino
-Realmente no entiendo como ese tipo se cree un macho cuando sólo duro 10 segundos, -dijo una de las doncellas a lo que instantáneamente ambas rieron, -Tal cuál, lo peor es que ellos terminan y una se queda, pero ni a mitad de camino -refunfuña la otra.
-Es por eso que te quería hablar de "eso", - dice la primera en susurro, que medio pude entender
- Mi prima mayor viajó hace un tiempo a la India por cosas de un trabajo y ahí conoció a una comunidad que se hacen llamar gitanos, una de gitana creo "eso" y mi prima al verlo se sorprendió tanto que no lo podía creer
-Pero ¿qué es?, -respondió la segunda doncella, yo igual estaba muy curiosa, así que estaba expectante a su respuesta, pero casi no pude escucharlas ya que hablaban demasiado bajo
Realmente tengo curiosidad, no lo soporte más así que avance así ellas, al percatarse de mi presencia ambas mujeres se sorprendieron y se levantaron bruscamente
-Saludos su majestad, -dijeron al unísono con una reverencia, -Levanten su cabeza... yo, -no hallaba las palabras para preguntar por su platica
-Ejem no fue mi intención, pero llegue a escuchar su conversación, -Espete, a lo que ambas se voltearon a ver temerosas
-Perdónenos su majestad, -dijeron ambas
-No debimos hablar de tales impurezas en este pulcro castillo de sus majestades, -Termino de decir una, suspiro y luego de un corto tiempo me decido a hablar
-No se disculpen, en todo caso quiero confesar que me da curiosidad, -dije un poco avergonzada
-¿Disculpe majestad? -responde una confundida doncella
Río un poco entre dientes por la vergüenza - Si, como dije me da curiosidad de "Eso" que llaman, me podrían hablar de ello, -Ambas doncellas estaban tan confundidas que no podían disimular en su rostro, y no las culpo, la reina, su reina les pide que le cuenten sobre algo sexual, Dios si Tiberias se da cuenta segura me regañara
Al ver las doncellas que hablaba firmemente con seriedad, no sé pudieron negar y procedió a contarme acerca del objeto, su uso y algunas recomendaciones que le había dado su prima, con cada palabra que ella decía era algo nuevo para mí y muy difícil de asimilar, pero si era algo que daba buenos resultados, debía intentarlo
- Por favor que todo esto que hablamos quedé entre nosotras tres, confío en ustedes
- Por supuesto su majestad, así será y no se preocupe cuando llegue el regalo se lo entregará discretamente
- Por favor, así lo espero, serán recompensadas por su confianza, me retiro, -ambas doncellas se inclinaron para despedirme a lo que yo procedí la caminata a mi alcoba
Realmente estoy confundía por lo escuchado, pero debo intentarlo, siento que está hora aprendí lo que nunca me enseñaron en mi vida como mujer, lo único que te decían en tu niñez era "Complace a tu esposo", "Ten sus hijos", pero al final no te enseñaban el "¿Como?" Tú lo descubres cuando ves a la gente de tu alrededor o en todo caso a las otras "mujeres" de tu alrededor, lo gracioso de eso es que sé que a Balduino si le enseñaron eso, porque el cómo futuro rey y hombre que es, no podía dejar embarazada a "cualquiera", es molesto.
Al día siguiente en el desayuno como todos los días lo tome con Sibila
-Te recuerdo que en 5 días será tu cumpleaños, ¿hay algo en especial que quisieras? -dijo de repente
-Oh cierto, mi cumpleaños, ¿pero fiesta? Las cosas están densas con lo de los musulmanes y ese tipo de Reinaldo
-Es una orden del rey -dijo firme, a lo cual me tensé, porque tan de repente está al tanto de mi fiesta de cumpleaños pensé
Al terminar el desayuno me dirigí a la oficina de mi esposo sin invitación, necesito verificar lo que dijo mi cuñada. Uno de los guardias abre la puerta lentamente a lo que entró sin hacer ruido y lo veo en medio de ese cuarto de espalda, escribiendo algo en un documento.
-Te quedarás ahí, ¿viendo mi espalda? -hablo de repente sin dejar de escribir, a lo que camine hacia él, el ruido de mis tacones bajos resonaba por toda su oficina y al tenerlo cerca, aun de espalda coloco mis brazos sobre sus hombros y pego mi cabeza a la suya con lo que mi cabello largo tapa sus documentos y para de escribir.
- Mi Reyna -dice en un susurro
-Te extrañé querido -Le respondí. Tomo mis brazos y con ellos me empujó para sentarme sobre sus piernas, a lo que no puse oposición.
- ¿A qué debo tu visita cariño? -pregunto de repente
-Es por lo de mi cumpleaños, es verdad que tu diste la orden o sólo es excusa de Sibila, -termino a lo que el ríe suavemente
-Es verdad, le dije que se encargará ella para que lo puedas disfrutar, eres la reina.
- ¿Iras? -Pregunto un poco triste, -Claro, soy tu esposo, aunque no me quedaré en toda la fiesta, pero estaré junto a ti- dijo mientras me abraza fuertemente, sin pensarlo lo volví a abrazar por el cuello, mientras movía mis caderas encima suyo
- Hadara, -dice mi nombre, sabiendo lo que tengo en mente hacer, me acomodo poniendo mi espalda sobre su pecho, mientras voy colocando mi diestra sobre mi intimida, el sostiene fuertemente mis caderas para que no pierda el equilibrio, al estar cómoda comienzo a masturbarme agarrando su hombro con mi izquierda y colocando mi cabeza hacia atrás sobre su hombro, a lo que el empieza a oler mi cuello, escucho sus gruñidos bajo la máscara, lo cual hace que me excite mas y empiezo a mover más rápido mis manos.
Al hacerse difícil llegar al clímax, agarro su mano derecha en la que solo ocupa un guante blanco de seda sobre mi pecho y empiezo a mostrarle como debe masajearlo a lo que el capto rápidamente y empieza hacerlo por si solo, colocando otra vez mi izquierda sobre su hombro, le doy espacio a su mano izquierda para que con ambas manos se adueñe de mis senos, al sentir la fricción de la seda en mi derecha y de una vendaje grueso en la izquierda, pierdo el control y mi espalda empieza a arquearse a lo que debe seguir el movimiento mientras aun masajea mis pechos.
Aumento el ritmo de mis dedos, mientras siento el calor de sus manos en mis pechos y su respiración agitada sobre mi espalda, llegando a mi clímax naturalmente mi cuerpo se inclina hacia delante perdiendo el equilibrio a lo que él me sostiene con fuerza y me acomoda de vuelta sobre sus piernas como si estuviera cargando una niña y aun con mi respiración agitada.
-Ahora ya no tengo ánimos de trabajar ¿quieres tomar el te conmigo? -dice, en forma coqueta, a lo que solo logre abrazarlo y responderle -Sera un placer su majestad.
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Es un cap corto como un extra, porque mientras escribía planeándolo subir el jueves se volvió cada vez mas extenso, así que lo dividí en 3 partes para que las próximas sean mas fáciles de leer♥
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The only one on my mind
Short StoryOne shot, donde eres la esposa del rey de Jerusalén, Balduino IV. Llevan casado a penas 1 año, después de tantos pensamientos y molestia de las quejas de su corte, el rey pensó que la mejor manera de tener un sucesor era ofrecer que te acostaras con...