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ଘ  FELIX  ଓ

Félix era como cualquier otro adolescente, se esforzaba en sacar buenas notas para que sus padres se sintieran orgullosos, trataba de ser un buen chico cumpliendo con todos los deberes y mandados en casa, parecía un niño pequeño al hacer todo lo que mami y papi pedían pero es que para él ellos lo eran todo hasta que los escucho hablar en su habitación pensando que eran los únicos despiertos.

— Lee YongSul sacaba mejores notas.

— No ves a Félix algo gordo? — pregunto su madre.

— Algo? Lo esta mujer  — respondió el señor nombrado como su padre mientras miraba el periódico — come como cerdo, deberías alimentarlo mejor.

— Lo lamento... YongSul volverá pronto?

— Hablé con él está mañana y dice que en unos días vuelve a casa, nos presentará a su novia... Espero y Félix siquiera y consiga una buena novia para impresionar a su hermano mayor, no puede ser que Yong viviera cuatro años en Inglaterra y que felix aquí no alcanzara todo lo que él en ese tiempo.

— Desde que eran pequeños sabía que Sul era mas inteligente que Félix y que era el que sacaría la familia adelante — soltó la madre y Félix sintió todo romperse dentro de él, ahí parado detrás de la puerta de sus padres sus lágrimas comenzaron a salir.

Lee dió vuelta y rápido regreso a su habitación en dónde comenzó a llorar, era un llanto silencioso del cual solo el espejo y la almohada fueron testigos.

Desde ese día Félix no volvió a ser el adolescente con alma de niño que tenía, esas simples palabras lo cambiaron mucho aunque.... Eran simples si lo lastimaron tanto?

Félix constantemente miraba su cuerpo en el espejo notando lo gordo que sus padre decían, se dió cuenta que su cuerpo nunca fue el mejor.

Observaba sus calificaciones comparando con las de su hermano mayor y si que había diferencias, Félix estaba muy abajo de él.

Félix observaba a sus compañeros salir con sus parejas de la escuela y aunque le gustaría tener a alguien con él simplemente no se veía estandolo y ahora menos sabiendo que no era para nada guapo.

Lee comenzó a comer poco, desayunaba antes de ir a clases, cuando volvía para el almuerzo sacaba la excusa de que estaba lleno y no comía, hasta la noche volvia a probar comida y aún así le pedía a su madre que le diera poco, esa era su rutina alimenticia.

Se trasnochaba leyendo libros de historia y matemáticas, trataba de comprender y aprender todo lo que le parecía importante, lo que sabría que podrían ver en un futuro, su mente se sentía tan cansada de tanto estudiar pero aún así él siguió esforzándose solo para sacar mejores notas que las que ya tenía.

Félix comenzó a acercarse a chicas y chicos, comenzó a ser más sociable que antes pues cuando Félix se sentía bien solo tenía contacto con dos de sus compañeros, no le importaba tener más al fin y al cabo solo necesitaba a personas verdaderas a su lado no la atención de toda escuela sobre él pero ahora que necesitaba buscar una pareja se exigía ser social y conversar con cada estudiante de su aula.

Él mismo se presionaba solo para conseguir la aprobación de sus padres.

Lo único que consiguió fueron problemas, comenzó a adelgazar de más, su mente no podía captar la información que leía, no entendía nada o lo olvidaba muy rápido.

Félix se besaba con algunas de sus compañeras en la escuela sin saber que podía lastimar los sentimientos de otras personas.

Lee solo pensaba en él, en ser lo que sus padres querían olvidando por completo a los demás, él no buscaba hacerles daño y aún así lo hacía.