"To You Too" YG x TH

4

Esa noche, para ambos había sido un tormento.

Taehyung perdía la conciencia por momentos y cada vez que volvía, al abrir los ojos, el rostro de Yoongi era lo único que veía mientas le rogaba que no cerrara los ojos de nuevo.

En algún punto de su travesía recordó haber estado en una habitación blanca, casi vacía tenía la apariencia de ser una sala de operaciones solo que demasiado tenebrosa.

No sabia en que momento él le sacó del coche así como tampoco sabía en qué hospital se encontraba.

Lo último que recordaba era que Yoongi había conversado con alguien.

—¿Nadie te vio llegar? —preguntó un hombre alto de cabello negro peinado hacia atrás, sin gafete médico ni bata blanca, no se parecía en nada a un doctor.

—No, me llevaré el auto lejos de aquí.

—No puedes ponerme en riesgo así Agust.

—¡Por una mierda Jin, quieres atenderlo primero! — le gritó—. Sacaré ese maldito coche de aquí y volveré ¿si?

Cuando Taehyung despertó no le dolía absolutamente nada pero se sentía pesado, entumecido y muy, muy drogado.

—¿Despertaste? —Yoongi le veía desde su asiento a lado de la cama. En su regazo había un libro abierto, parecía haber estado leyendo.

—¿Que sucedió anoche?— preguntó aturdido—. ¿Tú, conoces a Woojin?

—Eso no importa ahora Taehyung —le evadió poniéndose de pie—. ¿Como te sientes?

—Bueno me apuñalaron —respondió un poco hostil como era de costumbre pero en el segundo que sus palabras salieron de sus labios pudo apreciar de cerca el rostro de Yoon y esos ojos marrón que reflejaban una preocupación genuina y entonces se sintió como un estúpido —. Discúlpame estoy muy drogado.

—Él médico dice que puedes irte pero necesitas estar bajo cuidado al menos un mes.

—¿Es tu amigo?

—Algo así.

—¿Por qué te llamó Agust?

—Estas haciendo demasiadas preguntas, hace unos días apenas me respondías.

—¿Unos días?

—Has dormido durante cuatro días, tu cuerpo estaba muy agotado y necesitabas recuperarte.

—No, no puede ser. Voy a perder mi trabajo —se dijo así mismo y se agarró de los cabellos con ambas manos desesperado —. ¿Tienes un teléfono? —soltó de repente como si la idea le acabase de venir a la cabeza.

—Pensé que tenías uno, quería llamar a tu familia— le comentó cuidadosamente aunque a lo joven de ojos grises no pareció afectarle en absoluto.

Yoon le extendió su móvil y cuando Taehyung volvió a mirarle para recibirlo notó que tenía el rostro pálido y unas pequeñas ojeras se oscurecían debajo de sus ojos, antes de marcar el número que conocía de memoria bajó el teléfono y se dirigió a él.

—¿Estuviste aquí todo este tiempo? —preguntó afligido.

—No quería dejarte solo.

Le había respondido al instante y tan honestamente que se vio asaltado por una avalancha de vergüenza que le obligó a desviar la mirada.

—Gracias —cuando le escuchó, Yoon volvió a enlazar sus miradas dejándose abrazar por la lluvia de emociones que parecía caer sobre ambos—.No esperaba que tú, ya sabes —balbuceó—. Que te quedaras.