"To You Too" YG x TH

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Yoongi cerró la puerta de un portazo, se sintió culpable e increíblemente cabreado.

Nunca estuvo en sus intenciones hacerle daño y ahora no existía nada que pudiera cambiar lo que había hecho.

Quizo con todas sus fuerzas ir detrás de él y preguntarle que estaba mal, si estaba herido o si podía hacer algo para remediarlo pero su orgullo no le permitió mover un solo dedo para reconocer que se había equivocado.

Aunque si lo hacía para si mismo, nunca se había comportado de esa forma con nadie, siempre ofreció alguna cantidad de dinero o pactaba algún acuerdo antes de tocar a alguien, era una medida, una precaución. Algo que jamás pasó por alto y ahora solo esperaba que Taehyung no le guardara rencor o que buscara de alguna forma hacerle pagar por haber abusado de su confianza.

Le recordó sobre el escritorio, forcejeando.
En ningún momento pudo verle a los ojos porque era algo que nunca hacía cuando se traba de sexo e intimidad, quizá de ahí fue que había escogido ponerle en esa posición desde un principio.

Rememorando las súplicas que salieron de sus labios ahora se daba cuenta de que estaba asustado, Yoongi reconocía que solía provocar ese tipo de sentimientos con las personas que se acostaba pero Taehyung no era una de ellas.

Volvió a casa aún en incertidumbre, no podría dormir esa noche y la única manera que tenía de saber si el chico le odiaba era esperar a que se presentase al trabajo el lunes, si no lo hacía era porque no planeaba volver a verle en su vida.
Lo peor de todo es que siendo viernes, la verdad es que no sabía si podría esperar tanto tiempo para verle.

Pensó que para ese momento Taehyung seguramente ya le odiaba.

Al llegar la noche cayó dormido por el estrés y cansancio, para su mala suerte soñó con esos ojos grises perfectos y agridulces que a pesar de verse llenos de ira y tristeza le provocaron una sed de acariciarle como un ser tan precioso como él lo merecía.

Esa misma noche en alguna habitación de aquel edificio lleno de jóvenes ex convictos y gente salida de algún programa social, había un joven de cabellos negros, húmedos y ondulados que caían sobre sus hombros.

Taehyung miraba detenidamente su cuerpo desnudo a través del espejo.

Las yemas  de sus dedos acariciaban circularmente aquellos lugares donde recordaba fugazmente sus caricias, aquel trazo le llevó a tocar las marcas en su cuello y la mordida que yacía adornando el espacio ente su cuello y su hombro, liberó un profundo suspiro antes de comenzar a vestirse y abandonar el cuarto de baño para tumbarse sobre la cama.

Dio un par de vueltas entre las sábanas antes de asimilar su falta de sueño. Cada ves que cerraba los ojos, las imágenes de lo que había sucedido le venían a la mente como una cinematografía y aunque no supo definir si era una mera película de terror, si que despertó una inesperada necesidad por saber quien era él, por qué era de esa forma y quien le había enseñado a hacer todo lo que hizo con su cuerpo.

Si bien Taehyung nunca tuvo suficiente tiempo (ni la necesidad) de relacionarse con nadie era obvio que era virgen, en toda la extensión de la palabra pero eso no significaba que no supiera cómo complacerse a sí mismo o al menos eso pensaba hacía unas horas antes de tener el orgasmo mas extenso que había tenido en toda su vida.

No podía decir que se sentía ofendido o atracado más bien se había sentido indefenso.

Estar frente a Min Yoongi era como nadar en mitad del océano y esperar que las olas no te arrastren.

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Solo bastó una llamada para tener toda la información. Si, a las 3:3o am logró contactar con uno de sus abogados de confianza y conseguir todo lo que necesitaba saber sobre Kim Taehyung.