- Sabes que casi matamos a al padre de Max - dijo Susie.
- ¿Lo habéis visto? - preguntó mi padre.
- Sí, es guapísimo - dijo.
- Oye, cariño...- dijo mi padre.
- Dime papá - dije y lo miré.
- Puedes estar con cualquier chico de la parrilla, menos con Max - dijo mi padre.
- ¿Lo dices enserio? - preguntó Susie.
- No, claro que no pero si lo puede evitar mejor - dijo mi padre.
- Por lo que he visto Max no es nada mi tipo - dije.
- Porque no lo has visto de cerca - dijo Susie y mi padre la fulminó con la mirada.
- Sabéis que no me va nada los deportistas y que prefiero un tío normal - dije.
- Menos mal que no has entrado en el paddock, porque si no no pensarías así - dijo Susie.
- En eso sí tiene razón - dijo mi padre.
- Bueno, ya me queda poco para descubrirlo - dije.
Había llegado el día de viajar, tenía muchísimas ganas de poder llegar a Bahrain ya que era la primera vez que estaba allí y también quería empezar con una nueva etapa en mi vida aunque fuese por poco tiempo.
Llegamos al aeropuerto, mis padres tenían el vuelo una hora más tarde que yo y en una compañía distinta.
- Cuando lleguemos allá nos vemos - dijo mi padre mientras que me abrazaba.
- Vale, pues quedamos para cenar - dije.
- Pero en la habitación para que no te vean con nosotros, no queremos que la gente ya te empiece a tratar de otra manera - dijo Susie.
- Pues teniendo en cuenta que Lewis lo sabe... - dije.
- No te preocupes, ya lo hablaré con él. Russ si que no se puede enterar de quien eres - dijo mi padre.
- Pues tenemos que evitarnos lo máximo posible - dije.
- Sólo trabajo - dijo Susie.
- Bueno, os dejo que ya me toca embarcar - dije.
- Adiós, nos vemos allá - dijo mi padre.
Había viajado muchas veces sola pero esta vez era distinto, sentía que esta experiencia iba a cambiar mi vida. Me subí al avión y me senté en el asiento de dos y me tocaba ventanilla cosa que odio porque me siento un poco presionada.
- ¿11 B? - preguntó un chico con los ojos claros.
- Sí - dije y sonreí pero con la mascarilla no me veía.
- Gracias - dijo y se sentó.
Me puse a mirar por la ventana mientras que pensaba en mis cosas.
- ¿Estás bien? - preguntó el chico.
- Sí, gracias - dije y lo miré.
- Espera, tú me suenas - dijo el chico cuando lo miré.
- ¿Yo? - pregunté.
- Sí tú - dijo el chico.
- Pues ni idea la verdad - dije.
- La hamburguesa y la pizzaa estaba muy buena - dijo el chico.
- Ahora sé quien eres - dije y reí.
- Me di cuenta por tu voz - dijo el chico.
- Y eso que hemos hablado poco - dije.
- Soy muy bueno para estas cosas - dijo el chico.
- Ya veo ya - dije.
- Perdón, me llamo Lando - dijo el chico.
- Yo soy Laia encantada - dije.
- Lo mismo digo - dijo Lando y sonrió.
- Casualidad de la vida - dije.
- Pues sí la verdad, esto no me lo esperaba - dijo Lando.
- Ni yo la verdad - dije.
Seguimos hablando, me contó que había perdido su vuelo y que le tocó coger otro. Me contó muchas cosas de su vida y yo de la mía, al final íbamos a pasar muchísimas horas dentro de un avión pero poco después él se dejó dormir y yo también y me quedé dormida sobre su hombro, pero porque cuando me di la vuelta caí sobre él.
- Laia, vamos a aterrizar - dijo Lando.
- Tenía un poco de sueño - dije.
- Menos mal que cuando llegamos que es temprano - dijo Lando.
- Sí, y me toca trabajar - dije.
- ¿En que trabajas? - preguntó Lando.
- Soy periodista y estoy sustituyendo a una compañera - dije.
- ¿En que sector trabajas? - preguntó Lando.
- En el deportivo - dije.
- ¿Estás aquí por la fórmula 1? - preguntó Lando.
- Sí - dije.
- ¿Cuándo te toca entrevistarme? - preguntó.
- ¿A ti? - pregunté.
- ¿Sabes de formula 1? - preguntó Lando.
- Me he dedicado al mundo de las motos - dije.
- ¿Entonces no conoces a muchos pilotos de la formula 1 no? - preguntó Lando.
- O sea he visto, pero no me he quedado con los nombres y las caras - dije.
- Las motos te han consumido - dijo Lando.
- Estuve haciendo las prácticas allí así que sí - dije.
- ¿Enserio? - preguntó.
- Sí, a mi me encantó - dije.
- Pues tuviste que conocer a muchos pilotos - dijo lando.
- Sí, fue increíble - dije.
- Te va el motor eh - dijo.
- Sí, me flipa. ¿Cómo que te voy a entrevistar? - pregunté.
- Soy piloto de la formula 1 - dijo Lando.
- ¿Enserio? - pregunté.
- Sí, así que te espero en el circuito - dijo Lando.
- Eso espero - dije cuando nos bajábamos del avión.
Estuvimos hablando hasta que salimos donde a él lo esperabas mucha gente para sacarse fotos con él y a mi me esperaba mi nuevo equipo.
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¿Una última pregunta? - Max Verstappen
FanficMe llamo Laia Wolff, tengo 23 años, periodista y estudiante de un máster en periodismo deportivo. Llegué para hacer una entrevista y acabé enamorada de los ojos del actual campeón del mundo.