- ¿Se nota que soy yo?
- Esos ojos te delatan - dije y comencé a buscar en mi bolso y le saqué mis gafas.
- Muy buena esa.
- A ver - dije y se lo di, y él se las ponía, me quedé fija mirándole a sus ojos y él me miraba sin decir nada.
- ¿Y ahora? - dijo en un tomo muy suave mientras me miraba.
- Ahora, nadie puede ver esos increíbles ojos.
- ¿Te parecen bonitos? - preguntó mientras que salíamos del parking.
- Son muy bonito, las cosas no se pueden negar - dije.
- Gracias - dijo Max y cuando lo miré estaba un poco rojo.
- De nada.
Hablábamos mientras que caminábamos hacia la dirección que me había mandando Alice, yo guiaba y Max me seguía.
- Llevamos 15 minutos dando vueltas y siempre llegamos al mismo destino - dijo Max parándome en seco.
- Creo que me he perdido.
- Pues bien querías guiar - dijo y cogió mi móvil.
- Me he equivocado seguro que una calle.
- Llevas un rato perdida, se te notaba en la cara.
- Bueno, un poco sí. Pero casi siempre tengo una buena orientación - dije y lo miré y le sonreí.
- Recuérdame que cuando hagamos una entrevista, no hagas ningún juego de orientación.
- Auch, eso me ha dolido - dije y él sonrió.
- Vamos, es por allí.
Comenzamos a caminar de nuevo tras Max cogiese las riendas para comenzar a guiar, y llegamos a la cafetería donde ya Alice nos estaba esperando. Guapa como siempre y sin faltarle sus anillos que tanto la describía y que le encantaba combinar, y su largo pelo castaño recogido con sus gafas de vista.
- Te has perdido - dijo Alice mientras que me daba un abrazo.
- Hola, ¿Qué tal?
- Que desastre eres en París.
- ¿Sólo en París?- preguntó Max y Alice se quedó sorprendida y abrió los ojos mientras que me miraba.
- Sí, en los otros sitios es muy buena - dijo y se acercó a Max. - Hola, soy Alice.
- Yo Max, encantado.
- Igualmente.
- ¿Nos sentamos? - pregunté mientras que me sentaba en la mesa donde estaba sentada Alice.
- Tengo unas par de ideas para el traje - dijo Alice mientras que me mostraba los distintos diseños que había creado.
- Tía, me flipan - dije mientras que lo miraba y Max también miraba muy atento.
- Son muy bonitos, tienes una muy buena mano para el diseño.
- Es increíble, tengo unos cuadros de ella en mi casa.
- ¿Enserio?
- Sí, Alice es muy buena.
- No lo soy tanto - dijo mientras que se iba poniendo cada vez más roja.
- Bueno, luego te cojo las medidas.
- Sin prisa - dijo Max.
- ¿Seguro? - pregunté mientras que lo miraba.
- Sí, seguro
- Calla anda y disfruta de París - dijo Alice.
- No me queda de otra.
- ¿A qué te dedicas Max? - preguntó Alice justo cuando llegaba la camera con la comanda, ya que Alice se había encargado de pedirla antes de que nosotros llegáramos, un café de avellanas con dulces típicos.
- Soy piloto de Fórmula 1 - En ese momento Alice se atragantó y yo le di un patada debajo de la mesa.
- ¿Estás bien?
- Sí, gracias. ¿De qué equipo? Es que no sigo mucho la fórmula 1.
Creo que Alice era la persona que mejor mentía del mundo y más cuando su padre era una de las personas que patrocinaba el equipo de mi padre y a ella le encantaba ir a ver las carreras.
- De redbull - dijo Max y Alice se ahogó, y volví a darle una patada.
- Que guay, tengo que ir a ver alguna carrera.
- Estás invitada siempre que quieras.
- Muchas gracias.
Seguimos hablando mientras terminábamos de tomar aquel maravilloso brunch y luego nos dirigimos al piso donde vivía Alice. Un pequeño apartamento donde se podía ver al fondo la Torre Eiffel y los grandes edificios que la rodeaban, y no podían faltar los increíbles cuadros pintados por Alice decorando aquellas paredes blancas.- Que bonito los cuadros - dijo Max mientras que miraba los cuadros.
- Los hace ella - dije mientras que me preparaba para que Alice me cogiera las medidas.
- TIAA - dijo Alice sabiendo que odiaba que la gente supiera que pintaba.
- Si fueses mala lo entiendo pero no es así - dije.
- Ya pero...
- Pintas muy bien. Sería un honor tener un cuadro tuyo - dijo Max y se sentó en el sofá.
- Muchas gracias - dijo Alice y me sonrió a mi mientras que Max sacaba su móvil y se ponía a mirar algo.
Alice comenzó a cogerme las medidas y hablando como quería hacer el vestido, debido a que no sólo era la graduación del Máster si no también un evento importante con grandes personalidades, el evento del año en Mónaco.
- ¿Tu ya tienes el tuyo? -pregunté a Alice cuando me sentaba al lado de Max.
- Estoy en proceso, sólo quiero ir guapa para tu día - dijo Alice
- Seguro que vas a triunfar.
- ¿Aburrido Max? - preguntó Alice.
- No, sólo cansado.
- Cuando quieras regresamos a casa.
- Pues... vamos - dijo Max.
Nos levantamos y nos despedimos de Alice, sólo tenía ganas de volver a verla de nuevo para volver a hacer nuestras tonterías.
- Nos vemos en un gran premio - dijo Max cuando se despedía de Alice.
- Eso está hecho.
Salimos de casa de Alice e íbamos hablando en busca del coche.
- ¿Cogemos algo para el camino? - pregunté debido a que ya eran las 8 de la noche.
- He cogido un hotel para pasar la noche - dijo Max mientras que miraba en su móvil la dirección y yo no supe que decir.
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¿Una última pregunta? - Max Verstappen
FanfictionMe llamo Laia Wolff, tengo 23 años, periodista y estudiante de un máster en periodismo deportivo. Llegué para hacer una entrevista y acabé enamorada de los ojos del actual campeón del mundo.