Espía profesional... o casi

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Llegó el final del día y, para sorpresa de todos, Ron había conseguido pareja: Padma Patil lo acompañaría al Baile de Navidad, pero para disgusto del pelirrojo, Harry aún se encontraba solo.

-Pero, Harry. Dijimos que para esta hora tendríamos pareja.- le alegó

-Y tú tienes la tuya. Te felicito, amigo.- le respondió sonriente.- Yo tengo un plan para eso, pero es necesario que lo haga solo. SO.LO. ¿Entiendes, Ron?

-Claro que entiendo, no soy imbécil. Solo espero que no sea una mentira y termines dando lástima para esa noche.

-Gracias por tu positivismo. No sé qué haría sin ti...- Harry rodó los ojos- Por cierto, Hermione. ¿Quién será tu pareja? -preguntó con genuino interés a la castaña, quien estaba muy callada para lo usual.

-Es una sorpresa. Pero me sorprende la poca capacidad deductiva de mis dos amigos. Ahora entiendo porque no están en Ravenclaw.- dijo sonriendo juguetonamente.

-Vaya, te ves emocionada. Eso es bueno, ¿no lo crees Ron?

-Es muy poco lo que me interesa sobre su "piriji sicriti".- Respondió con voz burlesca Weasley, quien evitaba mirar a Hermione desde que esta les contó que ya la habían invitado.- Seguramente irá con Neville.

En tanto terminó la frase, Hermione se paró y descargó toda la fuerza de su brazo en un golpe seco con un libro de tapa dura en la cabeza de Ron.

-No, Ronald. No es Neville mi pareja y, aunque así lo fuera, él al menos tuvo la valentía suficiente para invitar a quién quiso desde un principio. Buenas noches, Harry. Espero que descanses, yo me marcho, acá ya comenzó a apestar a podredumbre emocional.- Se despidió la chica comenzando a caminar hacia las escaleras de las habitaciones.

-Buenas noches, Herms.-Respondió sonriendole- Auch.- se quejó por Ron mirándole.

-No hables.- refunfuñó Weasley.

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¿Dónde estás, hurón?

Harry no podía evitar buscar a Malfoy cada vez que pasaba por algún espacio público, esperando ver algún otro movimiento de coquetería para retener y utilizar, pero Malfoy no aparecía, sólo lograba verlo en las clases que compartían y después de eso era como si simplemente se esfumara, cosa que lo volvía loco.

-Joder, Malfoy. ¿Por qué ahora es tan difícil encontrarte?

-¿Por qué estás buscando a Malfoy, Harry? -escuchó la voz de su amiga apareciendo por su espalda.

-¿Eh? -palideció al verse descubierto en su búsqueda.

Se giró sobre sus talones y vio a su despeinada amiga con una cara de suspicacia que lo hizo pensar que ya sabía todo.

-Nonono. No lo estoy buscando.

-Intentar encontrar algo... o en este caso, alguien, es buscar, Harry. Y tú jamás buscarías a Malfoy.- En ese momento, Harry sintió que no importaba cuántos dragones enfrentara ni cuántas veces tuviera que luchar contra el mismo Voldemort, nada de eso podría darle más inquietud que la expresión inquisidora de su mejor amiga.

-De verdad, Hermione. No pasa nada, solo me preguntaba como podía Malfoy desaparecer del mapa tan fácilmente, si hasta ayer se le podía ver enroscado con cualquier chica en todos los pasillos. Eso es todo, se me hace sospechoso.

-¿Malfoy ha estado coqueteando con muchas chicas últimamente? No lo había notado... ¿por qué tú sí?-

Okay, estaba jodido.

Prefiero los dragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora