Él ganó

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Narra Elsa.

Escuché un sonido proveniente de la puerta, rápidamente levante la vista para ver a un Jack entrando "silenciosamente" a mi cuarto.

-. ¿Qué rayos haces aquí Jack?.- Pregunté mientras lo veía entrar aún en modo silencioso intentando hacer como si yo aún no lo veía.

-. Shhh.- Se llevó su dedo índice a los labios.

-. No me calles grandísimo tonto, ya te vi entrar.- Dije intentando sonar amenazadora.

-. Ya sé que me viste entrar, hablo de que te calles, si alguien se entera que entré a tu cuarto le dirá a Hiccup y el me castrará personalmente.- hizo cara de horror.- y déjame decirte que éstas.- Señaló a su entrepierna.- son deseadas por más de un espíritu.

Unos segundo me quedé confundida, ¿Espíritus?¿De que hablaba?. Pero mi confusión no duró mucho, ya que el pareció notar mi cara de duda y al instante habló.

-. Si, ya sabes... porque soy un Guardián y tengo poderes... y cosas así.

Rayos, era verdad. ¿Cómo pude olvidarme de eso?. Estaba tan fascinada con ésta vida que llevábamos que casi me creí que ésta era yo, que éstos éramos todos. Chicos normales. Sin poderes, nada de Príncipes y princesas, sólo ocho adolescentes disfrutando de su casa en la playa viviendo sólos y que con suerte ninguno estaba embarazado aún. Pero la realidad es que no; ésta no era mi vida. Yo solamente estaba escondiéndome de Pitch. Huyendo de él, para que no me atrapara. Para que no volviera a sacar esa parte mala de mi que me aterra con sólo pensar que hay una gran parte diabolicamente mala como una parte de Pitch dentro de mi. Y aún más estúpida me sentía que él era mi padre... un ninfómana villano sin escrúpulos y que sólo busca el mal era mi padre... un maldito ser que sólo usa a su hija para apoderarse del miedo de los niños. Ese, ó eso, era lo que yo tenía por padre.

-. Umh... si... yo... Lo olvidaba.- dije avergonzada de mí misma y tratando de esconder mi cara roja como el cabello de Mérida.

-.Sonrió.- Yo también, es... increíble, ¿no?. Me refiero a... como tú vida se convierte en una fantasía que parece un cuento de hadas... un...

-. Un sueño del que nunca quisieras despertar.- dije terminando su frase.

Sí, exactamente así me sentía yo, en un cuento de hadas. Lo cual si nos ponemos a reflexionar es bastante estúpido porque me siento en un cuento de hadas cunado llevo una vida normal de adolescente y que de hecho mi vida real si es un cuento de hadas, bueno, si contáis Toth si es un cuento de hadas, pero más bien parece pesadilla.

-. Exacto... tu también te sientes así, ¿cierto?.- asentí.- hasta ésta mañana no recordaba que era un Guardián... si no fuese porque recibí una llamada de Toth para saber como estábamos. Por cierto, te manda saludos.

-. Gracias.

¿Cómo rayos olvidé lo que realmente es que somos?,¿Cómo olvidé mis poderes?,¿Cómo fue que olvidé que nos ocultabamos de Pitch? Qué el ninfómana era mi padre. No sé, Pero fue un grave error, no puedo bajar la guardia, debo estar alerta, seguro el debe de estarnos buscando, ¿Qué tramará el maldito?.

Mis pensamiento fueron interrumpidos por un escalofrío en mi espina dorsal y noté que unas manos estaban rodeando mi cintura y yo estaba sentada sobre el regazo de Jack. ¿Enserio ésto pasó mientras pensaba?. Tragué nerviosamente cuando ubiqué de donde surgían esos escalofríos. Jack me besaba el cuello.

-. Emh... ¿qué... qué rayos... haces?.- Pronuncie entrecortada por los nervios que me provocaba su cercanía.

-. Shh... Elsa... disfruta el momento.- mordió mi cuello e involuntariamente solté un pequeño gemido.

HermanastrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora