La batalla final.

496 33 11
                                    

N/A: Preparen sus pañuelos:'c y tengan chocolate a la mano.
______________________

Jack.

Todo estaba ya en su lugar. Eran las doce menos quince y cada quién estaba ya en su respectiva posición de ataque. Estábamos a las afueras de

¿Porqué a las doce menos quince? Muy buena pregunta.

Bueno, en realidad nadie preguntó... pero de cualquier manera yo quería responder a eso. Así que se aguantan.

Doce de la noche. Generalmente los niños suelen creer que a las doce siempre es la hora de los sustos y momentos de terror, cosas así.
Por lo cual el mejor momento para atacar a Pitch sería a las doce.

-Sigo creyendo que es estúpido que vengamos a enfrentar a Pitch justo las doce.- Comenta Anna mientras sostiene sus armas contra su pecho.

-¿Estás cuestionando mi régimen como líder?.- Alcé una ceja y la vi con una cara de seriedad.

Amaba ser el líder. Normalmente como guardianes Norte era el líder de todos nosotros, pero siempre y cuando necesitara de algún asunto en donde el no pudiese estar presente, Conejo era el co-líder. Obviamnete yo siempre me ofrecía como co-líder, más sin embargo me dijo que no estaba preparado para tanta responsabilidad. Hoy eso cambió, tras decirnos que en un futuro ellos no podrán estar con nosotros -según lo que les había dicho Luna- tendría que haber un líder y ese por supuesto tenía que ser yo, y heme aquí, como todo sueño soy el líder.

-Apoyo a Anna. Estar aquí es como declarar un suicido, sobre todo a ésta hora.- Apoyó Kristoff.

-Lo es, Jack. Considera el hecho de que Pitch es favorecido en la noche, es cómo su tiempo establecido, donde el reina. Y lo es más aún a ésta hora; donde todos los niños que están llenos de temor lo fortalecen.

-Lo sé, Norte. Déjame ésto a mí, ¿si? No podré ser un buen líder si te pones a cuestionar todo lo que hago sin darle una oportunidad.

-Jack, las posibilidades de encontrar a Pitch aquí son nulas. No sabemos ni donde está su escondite, estamos completamente indefensos ante él. Ustedes ni siquiera tienen bien desarrollados sus poderes.

-Norte, por favor. Confía en mí, yo sé lo que digo.-Le miré con una cara de súplica.

-Jack, no...- Le interrumpí.

-Por favor.

Un suspiro de su parte y supe que tenía el punto a mi favor.

-Una oportunidad, si fallas abortamos la misión.- Sonrió y asiento frenético.- Pero, sólo una.- Norte me señala con un dedo.

-Sólo una.- Le digo de igual forma.- Te prometo que no te defraudare.

-Eso espero muchacho.

Iba a contestarle algo más cuando una luz azul combinada con un destello negro como la misma noche nació desde algún punto sin fijo con rumbo a nosotros.

-¡Muy bien, todos en sus posiciones a la cuenta de tres!.- Al oír mi grito todos asintieron.- Muy bien... ¡Uno... Tres!.

HermanastrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora