Narra Anna.
¿Cómo rayos es que no vi ésto venir? ¡Dios mío se supone que yo soy la chica telepatica.
Suspiré frustrada. Yo debí ver ésto, pero no lo vi... no hubo ni siquiera una pequeña alerta que me lo dijera, como si alguien hubiese puesto algún campo de fuerza en lo que le seguía al futuro... ¿Pero que digo? Nadie puede hacer eso a menos de mi... esperen un segundo... Mérida puede controlar el destino... quizá ella tuvo algo que ver en ésto. Pero no... eso es... simplemente imposible.Un ruido agobiante y según escucho doloroso me saca de mis pensamientos, trato de reconocer de que se trata y cuando me doy cuenta que es Mérida gritando dolorosa y desgarradoramente bajo corriendo las escaleras y me la encuentro tirada en el suelo, de rodillas y sosteniendo su cabeza entre sus manos.
-.¡Sal de mi cabeza maldito!.- Le oigo chillar de dolor, pero no entiendo que es lo que le pasa.
-. Mérida, ¿Qué tienes? Dime quién está en tu cabeza, Mérida.- la agitó fuertemente y ella abre los ojos. Sus ojos azules ahora están amarillos.
Dios no... es ese... hijo de puta.
-. Annita... nos volvemos a ver.- escucho su patética y estúpida voz en Mérida, ¡En Mérida por Dios!.
-. Yo sólo veo a Mérida y un patético hombre sombra que está dentro de ella.- digo cortante y me cruzo de brazos tratando de controlarme para no pegarle, pues sí le pego básicamente le pegaría a Mérida.
-. Ja, Ja. Si fuera tú no me estaría haciendo la graciosita, estoy dentro de tu amiga y tengo control sobre tu hermanita Elsa, No querrás que tus amiguitos salgan lastimados, ¿o sí?.- Dijo "Amenazadoramente".
Rodé los ojos.
-.¿Sabes lo mal que se ah escuchado eso de "estoy dentro de tu amiga y tengo control sobre tu hermanita"? Suenas tan pedófilo, pervertido y ninfómano, ¡Agh!.- Hice cara de asco y el rostro de Mérida/Pitch se tornó furioso.
-.Te lo advertí.- De repente los ojos de Mérida volvieron a ser azules, pero al instante los cerró y cayó al suelo.
Ella estaba inconsciente, su nariz sangraba a mares y su cabello rojo poco a poco se iba tiñendo de canas, su piel brillante y con vida se iba arrugando, Hay no...
-.No te preocupes Mérida, no dejaré que nada malo te pase.- acaricie su cabello y cerré los ojos fuerte.
Mérida, Campo, mente, destino, Mérida, Campo,mente,destino...
Repetía mentalmente una y otra vez, así era como concentraba toda mi energía, pensando en que utilizarla, no tenía mis poderes controlados al cien, pero al menos los controlaba.
Abrí los ojos y mi vista se tornó gris, y una pequeña capa azul estaba frente a ella. Sonreí. Pitch ya no estaba dentro de la cabeza de Mérida, y había logrado proteger su mente. Pero ella aún estaba en modo abuelita e inconsciente.
Le di una última mirada y la dejé sobre el sillón. Cerré los ojos fuerte de nuevo.
Punzie, Repostería, Punzie, Repostería...
Aparecí en la tienda de Punzie y la vi horneando un sufflé, caminé hasta la puerta de su negocio y cambié el letrero de "Abierto" a "Cerrado".
Me acerqué a ella y la tomé de la mano y ahí notó mi presencia.
-. ¡Oh! Hola Anna, ¿Cómo...?- la interrumpi.
-. Escucha Punzie, no hay tiempo que perder. Necesito tu ayuda sólo por favor no te sueltes e intenta no vomitar.- me miró confundida.
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Hermanastros
FanfictionUn Reino Cuesta abajo... Una Princesa Y Una Reina... Una ausencia de Rey... Poderes Fríos... Un Matrimonio Para Salvar El Reino... La Unión de Arendelle & MunDeFri... Un Rey Frío y Su Hijo... Dos Hermanastros Que Se Aman a Morir Como Hermanos... ¿O...