Shinazugawa Sanemi

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Narrador omnisciente:
Un cazador de cabello blanco iba de camino hacia la finca del Patrón, hacía unos días había revivido una carta sobre un encargo especial de parte de su Patrón, así que no podía negarse.

Cuando llegó vio a una chica de cabellos iguales a los suyos, esta llevaba un kimono corto (imagen al final) y el pelo atado en una trenza, se acercó a ella para preguntarle si sabía dónde estaba el patrón.

- Perdone, ¿Sabe donde está el Patrón?

- Ire ha avisarle, deme un minuto.

Al rato volvió con el Patrón y las dos niñas que siempre lo acompañaban.

- Me alegra que haya recibido mi mensaje joven Shinazugawa, ¿Como se encuentra?

- Muy bien Patrón - dijo el mientras se arrodillaba - me alegra ver que conserva su buen estado de salud, ¿De que se trata ese encargo especial?

- Bien, supongo que ya habrá conocido a la joven Megumi, quisiera encargarte la tarea de que la entrene, ella quiere convertirse en cazadora y necesita la ayuda de un maestro.

- ¿Y que pasará con mis misiones?

- Se cancelarán por unos meses.

- Está bien.

- Bueno, les dejo a solas para que puedan conocerse mejor, que tengan un buen día hijos míos.

Dicho esto el Patrón se retiró dejando a Megumi y a Sanemi solos, al principio ninguno de los dos se atrevía ha hablar hasta que Megumi rompió el hielo.

- Supongo que ahora seremos compañeros, un gusto conocerle señor Shinazugawa.

- Tsk, no creo que una niñita como tú pueda soportar mis entrenamientos.

- No debería subestimar a los demás sin conocerlos.

- Bien pues demuéstrame que tan fuerte eres, primera clase, pelea cuerpo a cuerpo, a ver cuánto duras...

- Hecho.

Sanemi empezó atacando a Megumi, ella tenía un sentido del oído muy avanzado y gracias a eso logró esquivar su ataque fácilmente, luego ella le atacó, en vez de lanzarse directamente decidió crear una distracción para así desviar los sentidos del albino y poder pillarle desprevenido, lo cual funcionó y se llevó un buen puñetazo en la cara.

- Como dije antes, no debería subestimar a alguien sin antes saber de lo que es capaz.

- El entrenamiento no acaba aquí, esto ha sido un simple calentamiento, continuamos.

Así siguieron peleando, al principio Megumi tenía las de ganar, Sanemi no se esperaba la mayoría de sus ataques pero después de haberlos utilizado todos el logró aprender su secuencia de ataques y acabó dándole una paliza, lo que acabó en unos cuantos moretones más y... un dedo fracturado...

- Ibas muy bien hasta que te quedaste sin movimientos y reutilizaste los anteriores, debes mejorar en eso, no puedes permitir que el enemigo sepa tus movimientos. Ahora descansa y cúrate ese dedo, mañana quiero ver tu técnica con la katana.

- Esta bien.

Dicho esto el albino se retiró y Megumi regresó a la casa para darse un baño y curar su dedo, cada día estaba más cerca de convertirse en cazadora y de poder liberar a Tadashi, por fin podría cumplir la promesa que le hizo a su madre...

Narra Megumi / Al día siguiente:
Me levanté con el cuerpo algo adolorido, después de pegarle una paliza a Shinazugawa el no dudó en desquitarse conmigo cuando descubrió mis puntos débiles, cuando me cambié salí de mi habitación con la katana de madera que me hizo Tadashi y me fui al bosque que estaba al lado de la casa del Patrón.

❄︎ Scars ❄︎ (Sanemi x Oc) PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora