Aviso por parte de la autora: esta historia está desde el punto de vista de Lucy así que, si no pone quién está narrando es que es ella, los pensamientos estarán así , si tienen alguna sugerencia díganmela y lo intentaré poner.
Aclarado todo esto me gustaría que prosiguieran con la lectura, gracias. :)
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Compré mi billete y me dirigí al tren, estaba prácticamente vacío, solo unas señoras mayores que cotorreaban como si no hubiera un mañana, una familia con sus hijos, que no paraban de gritar, y yo que estaba leyendo un libro tranquilamente mientras apoyaba mi cabeza contra la ventana, pensando en la historia que tenía entre manos y mi misión, cuando me di por vencida, sabiendo que no me podría concentrar en mi lectura, cerré el libro y me dispuse a dormir acunada por el suave traqueteo del tren que comenzaba a ponerse en marcha.
Pasada una hora los altavoces me avisaron que había llegado a mi destino, recogí mi mochila y me fui.
En la ciudad todo me parecía tranquilo, demasiado tranquilo diría yo, pero bueno será diferente a Magnolia, así que no le di mucha importancia y me dirigí a la casa que había solicitado la petición para acabar con esos ladrones que causaban tantos problemas.
La casa, más bien mansión, era de tres plantas, de estilo antiguo, de madera refinada con ligeros brillos en los marcos de las ventanas y pequeñas sombras en la puerta y el tejado. Llamé a la puerta y me abrió una señora morena, bajita y un poco rellenita pero con una sonrisa enorme de oreja a oreja; esta me condujo hasta, lo que yo supuse que era el comedor, donde estaba sentado un hombre de mediana edad con entradas, trajeado y mirada seria mientras hojeaba en periódico que tenía entre sus manos, no se dio cuenta de mi presencia hasta que la señora carraspeó un poco para que el se percatase de que tenían una invitada, él, avergonzado por no darse cuenta de eso, se levantó rápidamente como queriendo decir que sabía perfectamente que yo me encontraba ahí pero que quería acabar su relato, me extendió la mano como gesto de saludo que, yo, acepté cordialmente con una sonrisa.
-Hola querida, supongo que tú eres la maga de Fairy Tail- dijo a lo que yo asentí- bien, pues te diré dónde se encuentran los ladrones para que puedas acabar con ellos y evitar que causen más disturbios, si te parece bien claro-
-Por supuesto, es a lo que he venido-
-De acuerdo- dijo entregándome un mapa- ten cuidado, por favor, no queremos más muertes-
-No se preocupe- le contesté sonriendo-chao- dije saliendo por la puerta.
El paisaje seguía siendo el mismo, silencioso y misterioso, como si con cualquier movimiento te pudieran descubrir y básicamente era así, al pisar una(maldita) rama, unos cincuenta hombres me rodearon machistas pensé ni una mujer en su grupo tsk.
-Señorita no deberías estar por aquí- dijo uno de pelo marrón claro que portaba una espada.
-Venga no me hagas reír- le contesté a lo que él solo se enfadó.
-Solo eres un a niñata y nosotros cincuenta hombres armados y, algunos magos- dijo sonriente.
-A sí- dije mostrando la insignia de mi gremio- que casualidad, yo también soy maga, por qué no nos divertimos- me estaba divirtiendo, ellos sin embargo temblaban y, era normal, a mi gremio se le conoce por ser destructivo a más no poder, pero no por mí yo sabía controlarme excepto cuando perdía los estribos.
-Vale pero te ganaremos- dijo uno muy seguro de sí mismo.
-Eso ya lo veremos- le respondí muy confiada.
Y así empezó la pelea, ellos intentaban dispararme con sus pistolas o lanzarme hechizos que yo, fácilmente esquivaba, cuando y me cansé saqué mi látigo y empecé la "fiesta". Les devolvía las balas o casi todas, algunas no me alcanzaban y otras me pasaban por mi lado, cuando una me rozó en brazo invoqué a Taurus para que me ayudara a acabar por ellos. Transcurridos unos diez minutos ya habíamos dejado inconscientes a la mitad pero estaban viniendo más, y yo me estaba quedando acorralada así que invoqué a Leo también y conseguimos reducirlos un poco pero nos superaban, considerablemente, en número, me estaba quedando sin fuerzas mientras peleaba contra uno de mis oponentes, ya habíamos derrotado a todos los magos, eso creía...
Sentí una poderosa magia que se dirigía hacia mí, una bola de oscuridad, magia antigua y la disparaba un mago, lo último que pude ver antes de caer inconsciente fue su sonrisa malévola y un grito desgarrador de Natsu mientras pronunciaba mi nombre, me había seguido que tonto, después se arrodilló y yo caí en un profundo sueño...
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I don't belive in fairy tales
FantasyMi vida cambió desde ese día, ya no me quedaba nada, a excepción de pequeños recuerdos que se abrían paso en mi memoria. Mi vida se desmoronó en un instante, la pena, la soledad y la tristeza reemplazaron mis sonrisas, por ese motivo ya no creo en l...