capítulo 4

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Al llegar a casa me encontré con mi mamá, me asomé por encima de su hombro y vi el delicioso arroz que estaba preparando.

—Se ve rico— dicho esto dió un salto acompañado de un chillido.

Se llevó la mano al pecho—¡Por los cielos! Me asustaste— apenada me disculpe.

—Lo siento, no fue mi intención— el delicioso aroma comenzó a emerger de la sartén— ¡ah! Por cierto, te quería comentar algo— la emoción estaba presente en mi voz.

Retomó lo que estaba haciendo antes de que la asustará— soy toda oídos.

—Las chicas quieren hacer una pijamada, y ofrecí mi casa,  pero pues obviamente tenía que hablarlo contigo ¿si pueden venir? Yo me encargaré de todo.

Su cara destilaba dulzura—Por supuesto que sí, me alegra que ya tengas amistades nuevas Ellie, yo estaré feliz de que se puedan divertir en mi humilde casa.

No pude evitar darle un gran abrazo—Muchas gracias ma, será este sábado a las siete, no te preocupes por la limpieza ni nada, yo como siempre me encargaré de todo.

—Esta bien, ve a lavarte las manos para cenar— acepté gustosa y subí a mi habitación, no pude evitar mandarles mensaje a las chicas. Me respondieron al instante felices, ya tenían el permiso, nada más faltaban los preparativos, pero no me preocupa, soy la mejor organizandome.

Me encontraba muy entretenida en mis redes sociales, hacía bastante que no las miraba, conteste mensajes, reacciones y todo.

Plup, plup, se escuchaba en mi ventana, asomé la cabeza y vi a Haru lanzando bolitas de gel a mi ventana ¿qué está haciendo?

—¿Pasa algo?— dije a manera de saludo.

—Te fuiste antes— se cruzó de brazos.

—Lo siento, tenía unos pendientes, le dije a Nath que te avisara ¿no lo hizo?

—Sí, pero siempre me esperas, aunque tengas pendientes— un pequeño puchero se formaba en su rostro.

—Te vi algo ocupado, así que no quise interrumpir— mi voz salió un poco a ¿reproche?

—Ah, sí, eso. No importa, sabes que me puedes hablar en cualquier momento, además no tardé mucho— el sabía a lo que me refería.

—Pero aún así, no quería interferir— la voz de mi madre se escuchó de fondo, ¡Ellie! ¡Vente a cenar!— ya me tengo que ir— mi voz no era muy animada.

—¿Estas molesta conmigo?— preguntó.

—¿Qué? ¡no! No lo estoy, simplemente estoy algo estresada— mis expresiones  verbales me habían delatado— me siento un poco presionada.

—Bueno, es que estás un poco rara, puede ser eso, pero ya no te robo tú tiempo, cualquier cosa aquí estoy— me dedico una sonrisa sincera antes de introducirse a su habitación.

Y yo me quedé ahí como boba, viendo su ventana.

—¡Ellie!— di un respingo, ¡cierto! ¡la cena! Y baje corriendo.

(...)

—¡Ya quiero que sea mañana!—exclamó Akane al otro lado del teléfono.

Estaba en una llamada grupal con las chicas, ya era mañana y estábamos viendo que es lo que haríamos y todo eso.

—Llevaré maquillaje para poder hacer algunas fotos— Erika se escuchaba soñada, le encanta todo lo que esté relacionado a la belleza.

—Me gusta mucho la idea— la acompañó Aiko.

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