Oso de peluche | soojun

26 de diciembre

YeonJun desayunaba junto a su madre en la mesa de su comedor, después de un 24 y 25 de diciembre cansado, el 24 por la familia que llegó a festejar la Navidad y obviamente, se quedaron hasta muy tarde para celebrar bien junto a los niños que alocados recibieron sus regalos y los abrieron ahi mismo, estamos hablando de los primos cuantiosos de YeonJun.

Y el 25, por la fiesta que ofreció la madre de YeonJun junto a la familia de los Choi, estamos hablando, de su queridísimo mejor amigo: Choi SooBin.

YeonJun sentía un pequeño escosor en la espalda y un escalofrío recorrerle cada vez que se acordaba de la festiva noche del 25 de diciembre.

Su madre lo miraba algo extraño por los movimientos que hacía sobre la silla y por las caras que ponía al removerse.

ㅡ¿Estás bien, YeonJun?

La miró, con las cejas alzadas, haciendo un asentimiento efusivo.

ㅡMh.

Su madre entrecerró los ojos un momento, pero luego pareció dejarlo pasar, cuando bebió un sorbo de su café.

ㅡ¿Y cómo fue el intercambio?

Se refería al pequeño intercambio de regalos que habían organizado los directivos de su instituto, y no es como que hubiera estado tan emocionado de ir, pero no puede quejarse, porque sí se había divertido al final.

ㅡMmm... bien.

ㅡ¿Quién me dices que te tocó?, no me acuerdo de su nombre.

RenJun, el chico callado del salón, YeonJun recuerda haberse asustado cuando en la hojita doblada que le tocó en la mezcla de compañeros, leyó el nombre del serio chico, en ese momento no supo si regalarle un simple adorno para su habitación... o una escopeta.

ㅡRenJun, mamá.

Su madre asintió, recordando haber acompañado a su hijo a comprarle el regalo para el tal RenJun, siendo este, una lámpara con varios tonos de luz que hacia bonito contraste con el forro azul.

ㅡ¿Y Kai?

Huening Kai era su otro mejor amigo, pero a diferencia de SooBin, él iba aún al instituto, junto a YeonJun. Por otro lado, SooBin ya cursaba su segundo año de universidad, teniendo veinte años.

ㅡTaeHyun.

Su madre alzó las cejas haciendo una expresión ambigua, él ignoró la expresión mientras se metía un trozo de pan a la boca.

ㅡ¿Qué le dio?

YeonJun miró con recelo a su madre, y quiso dibujar una sonrisa traviesa cuando su respuesta fue soltada, porque su progenitora de pensamientos de la época de piedra... daba mucha risa al percatarse de una situación "rara".

ㅡUn oso de peluche.

ㅡ¿Qué?

ㅡUn osito, estaba muy bonito, casi sentí envidia.

Era cierto, porque a él su compañera Chaeryeong le había regalado un sacacorcho, UN SACACORCHO... y no quería sonar malagradecido, pero... ¿Qué rayos iba a hacer un chico de diecisiete años con un sacacorcho?, ¿metérselo por el culo?

Su madre lo miró con los ojos bastante abiertos y supo que había tocado su punto más fuerte. Las situaciones "gay".

ㅡNo entiendo cómo los profesores permiten esas cosas.ㅡdijo negando.

YeonJun en ese momento, soltó su pan, dejándolo reposar sobre la mesa y mirando la poca espuma que quedaba en su café, ésta estaba circular y parecía un caracol con anillos entrelazados... y pensó en qué pensaría su madre.... si se enterara de lo que SooBin le venía haciendo apenas hace solo unas cuantas horas.

Si para ella era trágico que un chico le regale un bonito osito de peluche a su amigo... qué diría si supiera que su hijo le regaló el panetón, por Navidad, a su amigo.

ㅡ¿Por qué?

ㅡPorque no es adecuado.

YeonJun frunció el ceño ante la respuesta, pues ya su madre no podia manipular su mente, él ya no tenía cinco años, que era en donde su mamá aún le podía meter ideas ciegas a la cabeza... pero se lo tomaba con calma, pues estaba madurando.

ㅡ¿Por qué no sería adecuado?ㅡdijo con calma en la voz.

Su madre hizo una mueca con la boca y YeonJun se rió en su cabeza... la estaba haciendo enojar.

ㅡPorque un peluche solo se le regala a una pareja... viene con otras intenciones.

ㅡ¿Y si fuera de una mujer a otra?

ㅡMm, pues ahi cambia... ahí está bien.

¿También la virginidad era solo para la pareja?

ㅡYo no le veo nada de malo.

Se alzo de hombros y bebió lo que restaba de su café, no le daría cabida a su madre para empezar un debate entre si estaba bien o no regalarle un oso de peluche a tu amigo, siendo tú varón. YeonJun creía lo que creía y no sería seducido por los pensamientos de su madre, porque para él... si incluso estaba bien regalarle la virginidad a su amigo, ¿qué era un pequeño osito de peluche a comparación de eso?

ㅡPara los que pensamos como yo, no.ㅡsuspiró la señoraㅡ, a veces pienso que deberías seguir los pasos de SooBin, sus padres dicen que sospechan que ya sale con una chica.

Casi escupe lo que recién iba tragando de su café, pero menos mal su garganta hizo bien su trabajo y se lo tragó sin inconveniente.

Madre... sí estoy siguiendo los pasos de SooBin, por si no estabas enterada.

Pues sí, sí estaba siguiendo el ejemplo de su mejor amigo, tanto así, que le obedecía cada minima cosita que éste le ordenaba. Más incluso anoche.

ㅡSooBin no tiene novia, mamá.

ㅡ¿Por qué pones ese tonito?, no lo digas así... pareciera como si te gustara.

YeonJun escondió su pequeña sonrisita que quería pintarse en sus labios.

Sí, me gusta, ¿Y qué?

Pero no lo pronuncio, porque sería la muerte segura de su madre, quizás por suicidio o un paro cardíaca, y él aún estaba muy chico, tenía diecisiete años y no es como que le agradara la idea de quedarse sin madre y verse obligado a ir con su padre.

ㅡ¿Tendría de malo que me gustara?

ㅡ¿Obviamente?

ㅡ¿Por qué?

A veces su madre pensaba que el chico era lento en entender las cosas, pero no se imaginaba cuán rápido había sido en debutar en cuanto tener relaciones sexuales.

ㅡPorque ambos son varones... eso es inadecuado.