El Arte de Enamorarse -bruh_ck

CHAPTER IV

23 de Septiembre de 2022
CERISE’S POV

Creo que voy a tener un infarto.

No sé que me pongo. ¿Pongo un vestido corto, blanco con flores? ¿Pongo unos pantalones y un top? ¿Pongo una sudadera y una falda? Tengo miedo de poner algo muy casual y que no sea lo bonito suficiente, pero, tengo miedo de ponerme algo muy bonito y que parezca raro, porque solo voy a su casa a escuchar música. No debería estar teniendo esa crisis.

Toca el timbre ¿Quién podrá ser? No, no puede ser ella, no sabe donde vivo. O a lo mejor es una psicópata y lo sabe.

Voy y llego al contestador y la persona que me responde cuando pregunto quien es diciendo “Yo” me deja claro que es mi borracho favorito, Lucas. Lo dejo subir y entrar, y entonces me mira y dice:

—Sabía que estarías teniendo una crisis de moda y vine a ayudarte. —dice sonriendo.

—Nuestros estilos no son los mismos—digo como si ya no fuera obvio. —¿Y no eras tú que ni podías levantarte por el nivel de borrachera?

—Bueno… En casos de crisis hay que venir a ayudar…—dice poniéndose rojo— Y podemos no tener el mismo estilo, pero te conozco suficiente para saber que necesitas ayuda.

Yo sonrío en modo de vale y corremos hasta mi habitación, porque ya son las 15:30 y aún no estoy lista, solo me duché e hice el eyeliner, pero nada más. Voy andando con mi albornoz y solo.
Lucas mira las opciones que le he dado y antes de decir nada me mira con una cara maliciosa.

—Te quieres poner guapa ¿eh? —se ríe y desvía cuando le tiro un cojín. —Eh, agresiva, que no hay problema, la chica parece ser buena gente, la apruebo.

Me río y digo:

—Tú no tienes que aprobar nada. Y ni siquiera me interesa tanto.

Ajá, repítelo algunas veces más a ver si lo crees.

—Claro, claro. Tú tienes corazón de hielo, es verdad.

Ruedo los ojos y entonces dice:

—Vale, yo creo que deberías poner el vestido de flores y tus converse. Así no vas a parecer ni muy arreglada, pero tampoco con cualquier ropa que has visto en el armario. —dice como un propio estilista.

Le sonrío y digo:

—Nunca me fallas.

Le doy un besito en la mejilla, cojo la ropa y voy hasta el baño y me la pongo. No me queda mal, tampoco me queda genial, no me gusta demasiado mostrar mi cuerpo, pero ya va a llegar otoño y no podré usar mucho más eso.

Salgo lista y Lucas aplaude y dice:

—Ole, que mi niña es guapa. Que hoy a lo mejor sale de la sequía. Gracias Señor, escuchaste mis rezas y arreglaste alguien…—dice en modo de burla con las manos para arriba.

Yo me río pero después le digo:

—Dios, que son ya las 15:45. Voy a llegar tarde. —pongo cara de pánico.

Él se ríe y dice:

—Vamos, pon tus anillos y esas cosas y yo te llevo allí, pero rápido.

Yo voy corriendo a poner mis anillos y mis pendientes favoritos, ya que no salgo sin ellos. Chequeo si mi collar está y salimos corriendo y entramos en el coche de Lucas, quien ya puede dirigir porque es un año más mayor que yo.

✩

Cuando llegamos a su casa, percibo que no es un edificio, como donde yo vivo, sino que es una casa de verdad, está más cerca de la playa que la mía—que también se puede considerar cerca, igual que él instituto. — Son las 16:00 en punto, entonces digo un adiós rápido a Lucas y gracias y me salgo corriendo y toco el timbre. Ella tarda dos minutos en abrir una puerta que estaba en el gran muro, me mira de arriba abajo con una sonrisa y me saluda diciendo:

—Hola, eres tan puntual cuanto imaginé—dice con una sonrisa.