Tardes de Primavera

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Deseaba parecer estar tan dañado, mirarme al espejo y ver algo más que blancos ojos melancólicos que al cerrarlos imaginaban miles y miles de posibilidades absurdas, tal vez me estaba rompiendo lentamente.

No había nadie con quien hablar, nadie más ni siquiera yo, era como si estuviera viviendo en el cuerpo de un extraño, recordaba el pasado y fingía sentir que era feliz cuando realmente nunca supe realmente lo que estaba sintiendo.

Desearía ir a un lugar, donde pudiera ser feliz, donde el tiempo fuera mío, donde mis pies puedan correr y correr y sentir que formo parte del mundo, necesito saludar al sol y tomar sus rayos dorados en mis manos.

Mi pequeño paraíso oculto, un jardín de margaritas blancas donde puedo recostarle y mancharme de tanto, esconderme de todos y encontrarme a mi, tal vez mi sueño consiste en vivir como una bailarina en una caja de cristal que da vuelas y vueltas al son de una melancólica canción.

Un pedazo de mi pertenece a un paraíso salvaje, lejos de todos, cerca de nadie, mi vida se basa en responder preguntas sobre él porque y donde debería estar.

Es un enigma que deseo contestar, es mi responsabilidad.

El Valle de los Girasoles Marchitos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora