Monkey D. Luffy hará lo imposible para traer a su cocinero de vuelta a su tripulación, sin embargo no es tan fácil infiltrarse al reino de los dulces de uno de los cuatro emperadores.
Es por eso que aprovecho el momento, al ver que solicitaban jóven...
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Los personajes de One Piece le pertenecen Eiichirō Oda, hago esta historia sin fines de lucro y por mero entretenimiento. Igualmente las imágenes no son mias.
Gracias por darle una oportunidad y disculpen las faltas de ortografía sin mas que agregar disfruten.
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Los presentes se quedaron en silencio absoluto, Katakuri luce realmente furioso y con intenciones de aplastar al doncel tal cual bicho se tratara, pues su imprudencia le iba a costar muy caro. Pero para la sorpresa de todos, le dijo algo que no esperaba oír jamás en su vida-¡Es realmente genial! ¡Realmente es increíble!-Luffy alzo sus brazos de emoción y le mostró una enorme sonrisa, era la primera persona que le sonríe de esa manera tan autentica, provocando un sonrojo involuntario en comandante.
Su voz tembló al principio pero al final pudo formular su pregunta, ya que no creía lo que le decía el pequeño doncel-¡¿Genial dices...?!-afloja su agarre y lo mira de forma incrédula, nunca conoció a alguien que le pareciera "genial" su aspecto y lo podía confirmar al ver en sus ojos, ya que estos no reflejan miedo alguno e incluso su mirada era firme al verlo sin desviar ni un segundo de su cara.
Asintió con confianza y con ello se lo volvió a decir-¡Ah estas sordo...dije que es genial!-Luffy nunca se caracterizo por ser un doncel normal, su carácter era fuerte, directo, algo problemático, pues le gustaba pelear con quien se le cruzara en su camino valiéndole un comino su genero y la razón de ello fue por que creció y convivio con puros varones a excepción de Dadan claro, sin embargo no era del todo femenina tampoco y eso no le ayudo al todo en su carácter.
Claro las mujeres y donceles son totalmente distintos, sin embargo se acostumbra a educarlos igual para que sean mas serenos y tranquilos.
Los otros no podían creer el valor de ese doncel para atreverse a hablar de esa forma a Katakuri, era eso o era un tonto. E incluso Nami atreves del espejo intento hacerle señas de que mantuviera la boca cerrada, claro eso no iba a funcionar con Luffy, el decía lo que quería y como le saliera.
Para sorpresa de todos Katakuri no se molesto, le dio algo de gracia, aunque claro no lo mostro. Lo admite el pequeño tiene bastantes agallas para dirigirse asi ante el e incluso se lo iba a permitir, ya que su personalidad le gusta e incluso le parece algo divertida-¿Como te llamas?-empezó por caminar hacia el sillón de su cuarto para sentarse, y al hacerlo con sumo cuidado dejo al pequeñín en una de sus piernas.
