En cuanto vio a Gon, no pudo evitar que sus labios se curvasen en una pequeña sonrisa, que habían empezado a ser cada vez más habituales en su día a día. Ambos se saludaron y comenzaron a caminar distraídamente por la acera en silencio. Gon lo observó mientras caminaban y pensó en todo lo que habían tenido que pasar hacía dos años. Había sido un camino duro luego de las terapias del primer año y medio sin poder, siquiera, acercarse a Yunjae por la culpa de todo lo que había pasado, y de la escuela, que los mantuvo ocupados hasta la graduación. Pensó, feliz, que por fin podrían pasar tiempo como amigos realmente. Cruzaron la calle y fueron directamente hasta un parque cercano. Yunjae no dejaba de observar a su alrededor, encantado con las nuevas flores de la primavera. Se sentaron bajo un árbol antes de que Gon comenzara una conversación banal sobre el profesor Yun y sus muchos intentos de acercarse a él. Yunjae lo escuchaba con parsimonia, seguía siendo un chico de pocas palabras.
—No has vuelto a ver a tu novia desde que se transfirió de escuela, ¿no?
—No.
Respondió tajante como era costumbre, haciendo aparecer una pequeña sonrisa en el rostro de su amigo. Yunjae se preguntó la razón por la que Gon había sonreído ante su respuesta. No recordaba que hubiera entablado alguna relación con Dora más que el incidente en el que ella había intervenido para defenderlo de Gon. ¿Acaso habían tenido algún otro altercado? Le parecía imposible, Dora no era el mismo tipo de persona que él. Decidió no decir nada y esperar a que su amigo dijera algo.
—Es bueno volverte a ver, robot —dijo luego de unos instantes en silencio, haciendo que el corazón de su amigo se acelerara un poco. Recordó que había sido la misma sensación que había tenido con Dora en su momento.
—Creo que no deberías llamarme "robot" ahora. No soy el mismo que antes.
—Es solo un apodo amistoso, idiota —soltó una carcajada que se apagó rápidamente—. Sí que es bueno volver a verte.
Repitió con un tono que no parecía suyo, Yunjae lo percibió un tanto dulce a lo que estaba acostumbrado. Le gustaba el Gon que estaba viendo luego de tanto tiempo, le gustaba tenerlo cerca una vez más.
Continuaron con conversaciones banales hasta que el sol comenzó a caer, cuando Yunjae decidió volver con su madre, aún tenía que ayudarla en casa. Gon, extrañamente, se ofreció a acompañarlo excusándose con que aún tenía cosas de las que le gustaría hablar. Yunjae no pudo negarse, ya que su amigo lo obligó a caminar directamente en dirección a su casa. Hablaron de banalidades mientras caminaban y, como era costumbre, su amigo no dejaba de soltar obscenidades cada tres palabras.
—¿Has llegado a acostarte con ella? —preguntó de repente a unos pocos metros de la casa de Yunjae, este lo miró inquisitivamente—. Ya sabes a lo que me refiero, amigo. "Eso". ¿Lo han hecho?
Yunjae negó con la cabeza.
—¿Por qué quieres saber?
—No quiero que me adelantes en nada —entrelazó sus dedos detrás de su nuca sonriendo de una forma un tanto maliciosa.
—Estoy seguro que ya lo has hecho —se paró justo frente a su hogar y lo miró.
—Claro que sí, no soy tan lento como tú —sonrió—. Bien, nos vemos.
Dicho eso, Gon se fue sin dejar que su amigo se despidiese también. Yunjae entró a su hogar y saludó a su madre, que estaba sentada cómodamente en el sillón. Al verlo, ella le sonrió con cariño, pidiéndole que se sentase a su lado para que le contase cómo le había ido con su amigo. Él le comentó superficialmente alguna que otra charla que había mantenido con Gon. Luego, a pedido de su madre, fue a su habitación hasta que ella terminara la cena y lo llamase.
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Después de todo [oneshot]
Fiksi Penggemar⚠Advertencia: Oneshot inspirado en Almendra, por ello, puede contener spoilers. Luego de todo lo que tuvieron que pasar y que Yunjae lograra sentir emociones, se reencuentra con Gon. Este último, confundido, intenta descubrir qué es lo que realment...