𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐈𝐍𝐀 𝐃𝐄 𝐎𝐑𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄 [L.E. D]

𝑶2: ¿𝑨 𝑩𝑨𝑩𝒀?

Habían pasado cuatro meces meses, por primera vez, no se habían atrevido antes, la reina habia tenido relaciones con su marido, por lo que se esperaba algo más de aquello.

Aquella mañana, después de los cuatro meses, Aurelia no podía moverse de la cama, tenía fiebre, no le había bajado tampoco.

—¡Su alteza la reina ha enfermado! ¡Llamen al médico real!

En cuestión de segundos llego el médico junto a Sovieshu, quien se hallaba angustiado, por la salud de su segunda esposa.

Después de examinarla, el médico sonríe un poco, al tocar su vientre.

—Su alteza real, la reina esta embarazada.. —la rubia se sorprendió, para luego sonreír.

—¿¡tendré un hijo!? —Sovieshu había pensado que sus dos esposas eran infertiles, por eso decidió traer a Rashta al palacio, pero eso ya no importa, ¡agradecía que su querida Aurelia estuviera bien! Su amada mujer se hallaba bien de salud.

Rashta tocaba su vientre, desde lejos, ¡ella también esperaba un hijo del emperador! ¿¡Por que simplemente le ignoraban!?

Ella quería esa atención del emperador, la quería, ella tendría un hijo y.. ¿Acaso la olvidarian?

La envidia de Rashta aumentó mucho más, creía que Aurelia era un monstruo.

¡Se supone que la atención de Sovieshu debía ir para ella! No para esa mujer, seguramente ella engaño al emperador..

¿Que haría? Mataría a ese bebé, ella no merecía ser madre de los hijos del emperador, “¡Solo Rashta merece ser madre!” penso la de ojos oscuros.

Solo ella.. Solo ella.. Solo ella.

Rashta enloquecida, preparo un agua de hiervas abortivas.

Aurelia era felicitada por las nobles, quienes estaban felices por su embarazo, en ese momento llego Rashta, con el té.

—Lady Rashta, conozco sus intenciones.. —sonríe Aurelia. —no trate de envenenarme para hacerme perder a mi bebé.

Rashta solto el té, el cual cayó al piso, Sovieshu miro a Rashta, algo furioso.

—¡Rashta! ¿¡Enserio intentabas envenenar a mi esposa!? —hablo casi gritándole frente a todos, Rashta se asusto un poco y trato de negar la cabeza pero sus músculos no respondían.

—solo Rashta merece ser madre.. —susurro algo enojada. —¡la reina Aurelia es adúltera! Usted me dijo que era infertil.

Todos soltaron un sonido de sorpresa, Sovieshu hablo:

—Para que sepas, nunca antes tuve relaciones con mi querida Aurelia.

Rashta bajo la mirada con vergüenza.