"Su celosa mujer, contrato a un chico como servidumbre. Así aseguraría que su perfecto esposo no la engañe. Si...grave error".
Kooktae
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El hombre azabache había tomado el delgado cuerpo del castaño entre sus brazos, mientras que el menor enredaba sus largas piernas al rededor de la cintura. Enterraba los dedos en sobre la tela de la camisa de vestir de Jungkook.
El hombre estaba perdido, perdido en el roce de sus caderas, ambas encontrándose en busca de más, siendo tan electrizante aun encima de la tela.
Taehyung soltaba pequeños gemidos debido a la insana intensidad con la que el hombre lo besaba.
Tan necesitado, que una particular calidez lleno el interior de su pecho.
Sus rostro se alejaron, acariciando sus labios queriendo besaste otra vez, sintiendo las respiraciones entremezcladas que se evaporaron para dar paso a otras nuevas.
Jungkook se sentía vivo. Tan vivo que no lo podía creer.
Tal calidez jamás había inundado su corazón, y el brillo de sus ojos lo decía.
Apoyo la espalda de Taehyung contra la pared al lado de la puerta que daba hacia la salida, se tomó la libertad de apreciar el preciosos rostro de Taehyung.
Se percató de que extrañamente se veía más hermoso que otras veces en que lo había observado. Y por alguna razón, eso lo hizo sonreír tan dulcemente. Que Taehyung no pudo evitar devolverle el gesto de igual forma.
Llevo una de sus grandes palmas a la mejilla derecha del menor, quien le miro con los ojos brillosos de placer por el beso anterior y las mejillas rojizas.
Acaricio, sin arrepentirse de haberlo hecho. Pues era tan suave y cálida.
Entonces, Hwasa apareció de nuevo en sus cabeza. Delante de él.
Su mirada cambio nuevamente a una de culpa. Apoyando la cabeza sobre el hombro del menor.
"¿Señor Jeon?" Pregunto el castaño con algo de temor. Temor al rechazo nuevamente.
Y es que no iba a negar, que estaba sintiendo algo muy diferente a lo que pensaba sentir hacia el azabache.
Cuando el azabache lo dejo acomodarse sobre el piso de madera, esté mismo nego mordiendo su labio inferior con miedo.
"Yo, lo siento Taehyung. No puedo hacer esto. " Hablo sin mirarlo a los ojos.
Jungkook realmente quería, anhelaba poder estar con el castaño.
Es por ello que la culpa de lastimar Hwasa lo llenaba, pero más culpa si llega a lastimar al castaño.
El silencio se hizo presente. Un largo silencio, abrumador.
Y cuando elevo la cabeza para mirar al chico a los ojos, este ya se encontraba por abrir la puerta.
Por otro lado Taehyung, no sabía cómo se sentía, pero dolía.
El azabache lo miro con temor en sus ojos, de espalda. Más sin embargo, estaba dispuesto a dejarlo ir. Pues para el no era correcto.
