"Su celosa mujer, contrato a un chico como servidumbre. Así aseguraría que su perfecto esposo no la engañe. Si...grave error".
Kooktae
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Taehyung abrió los ojos lentamente, su mente embotada por el dolor y la confusión. Recordaba cómo había llegado a esa casa, a la mansión Jeon, con la esperanza de seducir a Jungkook, el hombre rico, para salvar a su madre enferma de cáncer, mantener a sus hermanos y su carrera soñada como un gran médico para que no les faltase nada. Pero todo se había desmoronado cuando se había enamorado de él profundamente.
Sí, ahora podía decirlo con certeza, ama a Jeon Jungkook.
Recordaba cada momento de intimidad compartido con Jungkook, cada risa compartida, cada cálido sentimiento compartido en aquellos encuentros secretos en la casa. Sabía que había traicionado la amistad de Hwasa, pero no pudo evitar amar al azabache con todo su ser.
Y ahora, encontrándose en esa situación desesperada, se dio cuenta de que, a pesar de todo, no lamentaba no haberse alejado de Jungkook antes. Haber caído en manos de una mujer tan despiadada como Hwasa habría llevado su vida por un camino de sufrimiento y mediocridad. Se alegraba de haber salvado al azabache a tiempo.
Pero ahora, estaba allí, en ese lugar oscuro y desconocido, con el terror paralizante corriendo por sus venas cuando escuchó los tacones pisoteando el suelo. Una mano cruel agarró su cabello, y su cabeza fue brutalmente golpeada contra el frío suelo. El dolor lo atravesó, y un grito de angustia escapó de sus labios temblorosos mientras lágrimas de desesperación se derramaban por su rostro.
"Hwasa, esto está mal", murmuró entre sollozos, su voz apenas un susurro de agonía. "Esto no está bien..."
Taehyung, aunque tembloroso y aturdido por el dolor, se aferró a sus palabras con determinación. "Él dejó de amarte hace mucho tiempo, y fue tu culpa", dijo con voz entrecortada, luchando contra el dolor punzante en su abdomen. "Tú lo heriste, desconfiaste de él..."
Hwasa, enfurecida por las palabras de Taehyung, soltó un grito de furia y lo golpeó con más fuerza, sus palabras resonando con odio. "¡Tú jamás podrás darle hijos, yo sí! ¡Nunca le darás lo que él quiere! ¡Es mío, yo lo amo!"
Taehyung sollozó aún más, sintiendo cómo las lágrimas brotaban sin control de sus ojos. "¡Por favor, detente!" suplicó, su voz llena de desesperación y dolor.
Con un esfuerzo sobrehumano, Taehyung logró articular unas palabras entre gemidos de dolor. "No te lastimes así... esto no está bien... no es la manera..."
Hwasa se detuvo por un momento, sorprendida por la súplica de Taehyung. Su rostro cambió, reflejando una expresión de confusión y desconcierto. Antes de que pudiera reaccionar, Taehyung sintió una punzada aguda en su vientre y notó cómo sus pantalones se humedecían.
Hwasa creyó que había reventado algun órgano vital dentro del castaño.
Hwasa retrocedió, negando con la respiración entrecortada. "T-tú... tú estás...loco, yo hice esto por...el es mio, el me..." pero antes de que pudiera terminar la frase, Taehyung perdió el conocimiento nuevamente, sumido en la oscuridad y el dolor.
