Tener una pareja era complicado, aunque para YoonGi era lo mejor que podía pasarle en la vida, jurando en medio de besos y caricias defenderlo de todo, y todos...
Sabía que la tranquilidad era momentanea, pero junto a JiMin siempre estaba en paz...
Era algo que no podía evitar sentir junto a JiMin, sabía que el menor lo amaba, que estaba a su lado por voluntad propia, que no lo obligó, como muchos creían. JiMin lo amaba por ser YoonGi...
Sin embargo, su estilo de vida, era un problema...
Tarde o temprano, sería un grave problema.
- He estado pensando en dejar todo eso...- menciona, descansando su peso en el asiento reclinable, está dentro de su despacho junto a sus amigos más cercanos, quienes le miran con atención y sorpresa ante sus palabras. - Por JiMin... no quiero que viva angustiado cada vez que salgo por la puerta del apartamento...
- Sabes que tu padre...- NamJoon dice mordiendo su labio, el padre de YoonGi era de temer, ni siquiera su propio hijo podía llevarle la contraria.
- Hablé con él, hace unos días...- suspira y HoSeok deja de hacer lo que estaba haciendo.
- No me jodas, no hablas en serio...- dice asombrado.- Debes amarlo mucho, Min...
- Lo amo tanto, que estaría dispuesto a dejarlo ir si conmigo no es feliz, pero joder, no deja de mirarme de esa forma en que me siento como un hormonal adolescente descubriendo su primer amor...- dice suspirando y una sonrisa aflora en sus labios.- Y lo amo en serio...
- ¿Tu padre lo sabe?- YoonGi asiente.
- Hablé con él, pensaba dejar todo atrás... nunca hemos asesinado, nosotros solo extorsionamos a los ministros, y algunos robos, pero... tenemos tantas peleas por territorio que... JiMin está asustado, ya me vio dos veces con el ojo morado...- niega levemente- Mi padre... no estoy seguro si es una broma o no... pero dijo que podía irme, sabía que no tenía madera para esto... y no sé si eso es un insulto o un halago...- ríe.
- ¿Así nada más?- YoonGi asiente ante la pregunta de NamJoon.
- Solo quiero, que él este bien...
Se quedan en silencio.
Cuando YoonGi ingresó a la mafia Min, solo era un chico de quince años, siendo entrenado para seguir con el legado de su padre. Aprendió defensa personal, idiomas, finanzas y sobre todo a hacer vales su autoridad como hijo de uno de los mafiosos más temidos en Corea del Sur. Nadie podía llevarle la contraria, con dicieocho años, ya manejaba las exportaciones de armas dentro del país y toda Asia, además de las extorsiones a los ministros más corruptos.
Pero, al saber que su padre estaba enfermando lentamente, muchos bandos pequeños, quisieron abarcar más territorios, muchos insitían a pesar de que las peleas contra la mafia Min, siempre se llevarían de perder... Yoongi había consolidado a toda su generación bajo la lealtad, sus amigos involucrados fueron chicos que huían de sus casas, que terminaron siendo rescatados del tráfico de personas brutal.
Esa fue la forma en que HoSeok y SeokJin llegaron a unirse, YoonGi estaba de acuerdo que todos las mafias tenían sus propios asuntos, pero sus peleas más sangrientas eran contra el tráfico de personas, no se consideraba una persona mala... encontró a ambos castaños huyendo en medio de la carretera, les dio ropa y comida, recibiendo las explicaciones de su estado. Y en cuanto se recuperaron, ambos juraron seguirle hasta la muerte... NamJoon llegó meses más tarde, un chico nerd en tecnología, por él podían conocer cada uno de los movimientos del gobierno y la policía.
NamJoon estaba hartó del bullying que recibía, de su padre alcoholico, terminó huyendo terminando en un callejón rodeado de ladrones que lo golpeaban por tratar de quitarle sus pertenencias, ladrones que habían estado molestando en el territorio Min.
YoonGi hirió a dos del grupo, y ayudó a NamJoon, quien al principio solo iba a ser su inquilino temporal... con las semanas, NamJoon supo que de alguna forma esos chicos eran su familia. Que ese era el lugar correcto... por fin se sentía parte de algo, porque YoonGi así lo hizo sentir hasta que terminó jurando su lealtad al mismo hombre que le rescató y le dio un lugar para vivir en paz.
TaeHyung, llegó después, fue de los últimos en unirse al grupo más privado y cercano de Min YoonGi, su historia no fue tan trágica ni llena de violencia, pero si triste, deseba sentir que era parte de una verdadera familia, y fue lo que YoonGi demostró junto a SeokJin cuando lo vieron al salir del instituto con el estomágo vacío.
Era la primera vez que alguien se le acercaba sin la intención de ofenderlo o burlarse de él. Y no necesitó mucho para decidir quedarse con su familia adoptiva.
Y a pesar del mundo en el que estaban ligados, el señor Min los acogió como un hijo más a cada uno de ellos.
Los conocía mejor que nadie y eran a quienes encomendaba las tareas más complejas y solo de extrema dificultad, porque la lealtad era lo más importante para ellos.
YoonGi había sentido como si fueran hermanos, con cada uno de ellos tenía algo que le unía, confiaban plenamente entre ellos. Ninguno se daría la espalda, para ellos fue importante cuando JiMin llegó a la vida de ellos, pues YoonGi jamás se había enamorado...
Incluso, aun cuando el señor Min no lo sabía, veía a su hijo diferente.
- Espero que ustedes realmente lo logren...- NamJoon le dice.
- Imagínate ver a YoonGi como papá- HoSeok ríe.
- Papá ha estado de acuerdo con todo...- YoonGi lo dice como si no pueda creerlo. Sonríe al pensar en su novio, y la expresión de nerviosismo cuando lo presentó a su padre, ese día fue una completa locura...
- Bueno... tal vez tu boda no sea a lo grande, pero será especial...- NamJoon menciona.
- ¿Cómo...?- suspira- Papá... aun no pierde sus mañas...
Las risas abundan en la oficina del Min menor...