Cap 42 No bajemos la guardía

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El día estaba despejado, no había nubes, tantas nubes como los días de primavera y otoño. Mi serenidad estaba guardada para otras ocasiones en las que hay que ponerse sería. Disfrute mi día como ningún otro.

Pensaba dirigirme a una tienda donde no estuviera Deku. Lo mío era aparte del One For All que nuestros intereses. La voz de Bakugo me llamo junto a Kirishima, ellos esperaron mi respuesta.

- Oye... ¿A dónde te dirijes? —— Bakugo muestra su expresión sin ningún rubor o tranquilidad. Siempre con su cara de Grinch
- Bueno, me dirigía a los locales de gimnasia. Ahí venden pesas... —— Bakugo mira hacia otro lado, no me responde.
- B-bueno —— Kirishima sonríe enseñando sus dientes —— Bakugo quería ir a una igual, así que ¿Por qué no vamos los tres juntos? —— Kirishima cambiaba a ver a Bakugo y a mi por tiempos. Hubo un tiempo de silencio, el ya no sabía cómo reaccionar que se hizo pequeño
- Yo digo que sí, voy con ustedes —— para no incomodar la situación mostré una sonrisa honesta, Bakugo pudo verla de reojo, yo solo me hice la que no lo ví
- ¡Perfecto! ¡Vamos!

Según el mapa del centro comercial, los gimnasios estaban en la segunda planta. Llegamos a esos locales y vendían una variedad de artículos para hacer ejercicio, como deporte y yoga. Todo en uno, por separado por supuesto. Cuando ví el precio, se me caía la cara de la sorpresa que costaban más de lo que yo llevaba conmigo. Esto se había descontrolado dentro de mí.

- Hana, ¿Qué sucede? —— pregunta Kirishima, inclinándose para ver mi expresión
- Es que... No me alcanza para ningún artículo... Subieron de precio
- ¡Ay no te preocupes! Yo te doy
- ¿Lo dices en serio?
- ¡Claro!
- ¿Cuáles son las que quieres...? —— Bakugo saca su cartera y verifica los billetes que tenía para comprar sus pesas. Eran muchos billetes.
- ¿Qué?
- ¿Cuánto cuestan las pesas que quieres?

Su mirada me cautivo. Sus ojos rojos me dejaron como tonta mirándolo. Por lo embobada que quede se me había caído más monedas que tenía en mi mano, las recogí y al voltear al vidrio dónde se mostraban, le señale cuáles eran las que elegí. Entramos a la tienda y me dijo que las tomara. Eso me dejó con la boca abierta ¿De verdad este es el Bakugo gruñón que siempre decía Deku?

- ¡Son 43600 yenes por favor (¥)!

Cuando Bakugo escucho el precio se quedó callado. Kirishima hizo un quejido de sorprendido entre dientes. Miro a Bakugo y Kirishima quedó estático.

- Mejor dejémoslo así... —— exprese que me había arrepentido, pero cuando el chico de la caja agradeció nuestra compra, me detuve. Al voltear Bakugo mirando a otro lado, extendió su mano hacia mí para darme las pesas. Kirishima sonrió
- ¡Ya tienes tus pesas, Hana!
- Te lo agradezco mucho... ¡Te lo pagaré!
- No digas nada... Aquí están —— insiste que al tomarlas, sonreí mirando hacia Bakugo. Kirishima reía que yo también hice lo mismo
- Muchas gracias Bakugo
- Ya te dije que no me lo agradezcas —— gruñe —— vamos a comer, ya hace hambre
- ¿Me leíste la mente?
- Es obvio que ya es hora, pelo pincho —— me río del comentario de Bakugo
- ¡Ah, es cierto, ya casi son las dos!

Al terminar nuestra rutina, paseamos alrededor del centro comercial. Cada cosa que me llamaba la atención, Kirishima me daba un comentario sobre lo que él pensaba sobre lo que yo señalaba detrás de los cristales. Después comimos un helado, cada quien pagó el suyo, y nos sentamos en una plaza hermosa. Kirishima comía su helado que en ese momento algo le llamo la atención

- ¡Ay, miren! ¡Un peluche de tiburon! ¿Apostamos que puedo sacarlo?
- ¿Y que pasa si no puedes...? —— ríe mostrando sus dientes retando a Kirishima. Kirishima listo saca una moneda y la inserta en la máquina. Los niños señalaban al peluche de tiburon, niños de y dos tres años. Quise intentarlo.

Sueños Indestructibles (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora