Cap. 4- El valle del dragón- Primera parte

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Las nubes se agrupaban entre tonalidades grisáceas, cubriendo los cielos ante la vista de muchos. Aún se encontraban en temporada de verano, por lo que era un cambio brusco del clima, así como la energía se volvía cada vez pesada para ciertos cultivadores que pasaban.

-¿Qué sucede?.. Este tipo de lluvias suelen cubrir los campos-Habló un mercader

-¡Lo eh visto! -gritó un sujeto acercándose entre las personas curiosas que dejaban la vista en los cielos para prestarle atención- Vi al gran dragón entre los cielos peleando contra un fénix. Es seguro que todo esto es obra suya. Piénsenlo bien, los malos tiempos han vuelto a aparecer

-¿malos tiempos? - Mencionaron preocupados- Qué clase de castigo sería esto...

-Catástrofe... mal augurio -Señalo luego al sujeto de capa negra que aún miraba los cielos- desde que dejaron entrar a este sujeto. La desgracia ha caído a estas tierras.

La ingenuidad de las personas podría ser usada a favor para ciertas personas con malas intenciones, ante la impaciencia de buscar respuestas. Mientras el sujeto llamaba la atención, otro comenzaba a hurgar entre sus pertenencias, aprovechando la situación.

-Claro... No me sorprendería que ahora mismo un diluvio inunde estas tierras -soltó dejando una última vista al sujeto que se movía entre las personas que exclamaban temor y sorpresa.

-No deberías hacer eso -le sostuvo el brazo al ladrón que iba a pasar por su lado. El sujeto con una capa negra, no era nada menos que el temible "general fantasma", Wen ning- tampoco es propio hablar mal de los dragones... ni del fénix

Tiempo atrás, las personas habrían de haber salido escandalizadas. Pero ciertos mercaderes ya tenían una interacción con aquel sujeto de capa negra, aun así el temor hizo dudar sus corazones hasta el momento de ver las verdaderas intenciones de aquel que ladraba sin motivo ni principios.

La situación había dado un giro, fue contrario de lo que esperaban aquellos dos ladrones extranjeros que ahora iban siendo apaleados.

Con las gotas cayendo y su mirada lejos de la situación creada por los bandidos. Una joven se acercó a él con una canasta llena de manzanas.

-Maestro... disculpe el mal momento-le tendió la canasta- si usted tiene alguna idea de lo que está pasando, podría compartir y calmar esta incertidumbre. Ignoramos demasiado de las cosas de los cielos...

-...no, no tienen de que preocuparse -sonrió con timidez- pronto los maestros Lan se encargaran...-observó a los mercaderes que habían salido a dar justicia en su nombre- será mejor que regresen a sus hogares hasta que esto mejore, gracias y con su permiso... -se llevó la canasta pero regresó para entregarle el dinero correspondiente- disculpe...

La jovencita solo sonrió. Wen ning siempre bajaba las montañas a conseguir manzanas y uno que otra cosa que llevaba como recado a los recesos de las nubes. En algunas situaciones, la mayor parte, era para seguir a su único familiar con el propósito de cuidarlo o ayudarlo si era necesario en sus misiones.

Lo que las personas no lograron ver en los cielos, él pudo ver con claridad, el hecho de reconocer a su sobrino transformado en un garuda lo puso inquieto. Dejaría las manzanas en su pequeña casa, alimentaría a "Manzanita" y se dispondría a seguir al primer grupo que salga de recesos de la nube. Debía tener información y llegar al lugar antes de que alguna posible desgracia vinculara a su sobrino.

 Debía tener información y llegar al lugar antes de que alguna posible desgracia vinculara a su sobrino

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El cortejo del Dragón (LingYi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora