Capitulo II

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-RING, RING, RING- estiré el brazo y apagué la alarma, era la quinta vez que sonaba... Eso de levantarse temprano a hacer ejercicio no era lo mío definitivamente. Salí de la cama, me desperecé, caminé rumbo al cuarto de baño, cepillé mis dientes y lavé mi cara, de vuelta al dormitorio me encaminé hacia el armario donde tenía un leggins negro, una camiseta sin mangas, y un par de zapatillas. Me cambié, tomé mi iPod, mis auriculares y fui hasta la salida, me recogí el cabello mientras con el pie cerré la puerta.
Iba escuchando unos temas de Melendi mientras pensaba en lo orgullosa que me sentía de mi, no había parado de trotar desde que llegué, hasta que lo vi... estaba trotando con una camiseta blanca que se le ajustaba muy bien a su cuerpo hermosamente trabajado, una sudadera azul que le quedaba de muerte y unas zapatillas nike ¿Qué carajo hace él aquí?, ¿Acaso no hay más parques donde ir a correr en Madrid? Creo que estaba sorprendida de verlo y a la vez nerviosa, sentí que el cuerpo me tembló y se me alcanzó a erizar vello cuando me tocó. -Señorita Thomson- saludó. -Señor... ¿Como dijo que se llamaba?- Sonreí con satisfacción mientras fingía no recordarlo -No serías capaz de olvidarme tan facilmente- contraatacó. Se me borró la sonrisa en un nanosegundo, creo que ahora el que sonreía era él. -Digo, mi coche ayer te bañó con agua sucia, imposible olvidarlo, ¿no?- ya no supe que decir, así que curvé los labios.
-Seguiré trotando- dije cuando iba a empezar a correr. -¿Le gustaría salir conmigo esta noche?- yo me detuve en seco mientras procesaba lo que había escuchado, me giré buscando su rostro sin saber que responder. -¿Por qué?- dije aún atónita. -Para ofrecerle formalmente mis disculpas, señorita Thomson- dijo sin más. Hace dos segundos había sonreído, se le veía de buen humor, pero ya no había nada de eso en su rostro, y me estaba invitando a salir pero parecía no significarle nada, ¿acaso nada más significaba algo para mi? -Te recojo a las 9:00 pm- dijo sacandome de mis pensamientos. -No he aceptado- respondí - Tampoco se ha negado- hizo una pausa -Sea puntual, por favor- y siguió trotando.
Yo quedé ahí, atónita, sin nada que decir, dándole mil vueltas a mis pensamientos. Que extraño es éste hombre. No me quedó más que regresar al apartamento, hacer cereal para desayunar, entrar en la regadera, alistarme e irme a trabajar.
Estuve pensando en esa dichosa cita toda la mañana, no sabía donde sería y eso me tenía inquieta. Justo a las 4:25 llega Federick gritando como la loca que es -Querida, en la entrada están preguntando por ti, te llegó un paquete- concluyó. -¿Estás de broma no es así? Nadie me envía paquetes y menos aquí- dije algo irritada, siempre inventaba algo para hacerme correr y luego partirse de la risa. Federick, es ese típico amigo gay que la mayoría de las chicas tienen, o por lo menos eso creo yo.
Tocaron la puerta y mi hermoso amigo gay abrió, entró Laila con un paquete diciendo -Ann, te ha llegado esto- me levanté a recibir el paquete mientras miraba atónita a Fede, era cierto, le di las gracias a Laila y puse el paquete en el escritorio, mi amigo se encargó de cerrar la puerta y de mi mirarme con cara de te lo dije.
Después de pensarlo decidí mirar la tarjeta.
Ni se te ocurra no aceptarlo, lo necesitarás.
0315-6809905
M.W
No podía creerlo, abrí la caja lo más rápido que pude, era un vestido perfectamente doblado de color rojo y unos tacos negros de 11 cms aproximadamente, la verdad estaban hermosos pero no podía recibirlos bastante hacía ya con considerar la idea de salir con ese sujeto que me ponía nerviosa con sólo mirarme con sus penetrantes ojos café.
(4:40)No puedo aceptarlo.
-A.T
(4:41)Claro que puedes, tengo que
disculparme
-M.W
Decidí no responderle, no sabía que más decirle.
-Acaso no pensabas decirme que ya tienes novio?- preguntó Fede con una ceja alzada. -No tengo novio.- dije -Ese paquetito dice lo contrario.- atacó -No lo conozco- dije con un dejo de tristeza. -Es sólo alguien que se quiere disculpar conmigo por empaparme con agua de alcantarilla- terminé mientras el recuerdo formó una sonrisa en mi rostro. Él hizo mala cara -Deberías darte una oportunidad con alguien, nunca te he conocido un novio ni una persona que por lo menos te llame la atención, creo que yo siendo físicamente un macho-bromeó- me he dejado poseer más veces por unos hombrazos que ni te imaginas. -No me interesa tu vida sexual, Fererick Bassi- dije mientras me partía de la risa.

Cuando fue la hora salí de la oficina rumbo a mi apartamento en obvia compañía de Fede quien quería quedarse conmigo esa noche.
Hizo de comer mientras yo estuve en la regadera, cuando salí no sabía que ropa interior ponerme. Fede me recomendó que usara de encaje y como él sabe más que yo, le hice caso. Con el secador sequé mi cabello, me apliqué polvo compacto, le puse rímel a mis pestañas y y gloss a mis labios. Luego el vestido y por último los tacos. A las 8:56 estaba lista pero no podía parar de pensar, tenía los nervios de punta.
4 minutos más tarde llamaron a la puerta.

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