Capítulo 4

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Aldea de la arena II


shikamaru

En esta apacible mañana, Shikamaru caminaba a lo largo de la calle principal que partía de los amplios portones de Konoha y seguía recto hasta la Residencia del Hokage. La calle terminaba detrás de la residencia, en el Monumento Hokage donde todas las generaciones pasadas de Hokage fueron talladas en la montaña.

Se embarcó en un camino familiar, un camino que había recorrido innumerables veces, un camino que podía encontrar incluso con los ojos cerrados, de pie frente a la entrada del pueblo, dudó por un momento seguía siendo bastante incómodo estar cerca de ino

Los días siguientes a la pelea que tuve con chōji fueron bastante incómodos y molesto trate de distanciarse lo más posible de ellos e ignore abiertamente el tema cada vez que ino lo sacaba a colación

Al final ino se dio por vencida al tratar de reconciliarnos, sabía que ella se estaba esforzando mucho pero yo todavía no estaba listo para hablar con él, en este momento me sentí profundamente traicionado

Hoy por fin había llegado el día en el que saldríamos de la aldea en una misión oficial a konohagakure, El viaje sería bastante pesado y largo

La aldea del País del Viento estaba situada al oeste de la aldea de Konoha, en el País del Fuego. Saliendo del pueblo, pasaron por un desierto y un mar de árboles. Más allá de eso estaría la Villa Oculta de la Arena. Si nos apresuramos, podrían llegar allí en tres días, Pero por ahora, no era una emergencia. No teníamos la intención de viajar a gran velocidad, habíamos transmitido al personal oficial de la Arena que planeabamos llegar cuatro días después

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El bosque seguía siendo bastante peligroso según los informes los mercenarios y los terroristas vagaban alrededor de los pueblos cerca de la frontera saqueando, secuestrando, matando a los habitantes y por la noche se refugiaban en lo profundo del bosque no nos quedaba de otra que estar en alerta constante

El bosques eran espesos, La hiedra se enroscaba alrededor de troncos gordos, hasta las raíces de árboles musgosos, borrando la frontera entre el árbol y la tierra

Saltamos entre los árboles por un largo tiempo hasta que el Sol comenzó a inclinarse al borde entre la sombras y la luz comenzó a desvanecerse

Nos quedaba un pequeño tramo hasta llegar a la frontera de suna . Sin embargo, cuando el día llegó a su final, habíamos decidido no forzarnos más.

gracias al brillo de la luna, no estaba oscuro a nuestro alrededor pero aún así sabía que debíamos para a recargar fuerzas con este ya era nuestro tercer día desde que dejamos Konoha

Ino se había encargado de colocado etiquetas sensoriales alrededor del perímetro el plan era descansar un par de horas aquí y seguir con el camino

Estuve un par de minutos acostado intentando dormir tan siquiera un par de horas pero me fue imposible así que decidí admirar el basto cielo

Curiosamente desde que salí del hospital me di cuenta que mirar el cielo me traía una paz indescriptible ver las nubes flotar libremente me ayudaba a dormir de vez en cuando, pero desgraciadamente hoy no había ningún atisbo de nubes, era la desventaja de estar cada vez más cerca de la frontera de suna aquí las lluvias eran cada vez más escasa

Lo único que había era un basto cielo azul, curiosamente cada vez que veía un cielo tan despejado como éste sentía una punzada en el pecho ese azul tan profundo me hacían recordar unos hermosos ojos azules me inquietaba bastante no poder recordar al dueño de esos ojos

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⏰ Última actualización: Jun 30, 2022 ⏰

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