La teoría imperfecta del amor [#PGP2023]

Capítulo 12

Alicia…
Los méritos por el excelente trabajos que realizamos mi equipo y yo ha sobresalido por toda la ciudad tanto dentro como fuera del país, siempre fue mi sueño, recuerdo que le decía mucho a la tía que un día iba a ser tan grande como ella cuando salía en televisión con su antiguo programa de cocina. Tuve una buena fiesta de celebración que me tuvo en cama con resaca todo el día pero por suerte ya estoy bien disfrutando de mis vacaciones de una semana como regalo por mi destacada labor.
Como me dediqué toda la mañana a estar arreglando la casa ya no tengo nada más que hacer así que me fui a caminar por ahí visitando mis sitios favoritos como Times Square o la Estatua de la Libertad, debo conducir un poco para ambas aunque da igual ya que no tengo deberes.

Recopilé una gran cantidad de fotos tanto mías sola o acompañada por mis compañeros como hace mucho que no hago, necesitaba ya un descanso luego de tanto trabajo duro, los demás se han quedado haciendo trabajos menores y eso me deja la conciencia muy tranquila. Me detuve a en mi regreso para quedarme en el mirador que me da una vista muy bella de la paya, me bajo y me quedo sentada en el borde de concreto que separa la carretera de la arena…
-Que agradable se siente-murmuro cerrando un momento los ojos
-¿Le gustaría una bebida señorita?-me pregunta una mujer de edad empujando un carrito
-Claro será un placer-miro sus variedades-quiero un jugo de mango por favor
-Enseguida—toma un vaso de plástico vertiendo el líquido amarillo con algo de hielo-aquí está
-Muchas gracias-lo tomo para probarlo-está muy rico
-Trato siempre de hacerlos con fruta fresca para que no le haga daño a nadie
-Ojalá hubiera más personas como usted-saco el dinero-tenga puede quedarse con el cambio
-Pero solo era un dólar jovencita-dice viendo que le di un billete de diez
-No se preocupe tómelo como regalo, desearía que los demás vendedores fueran así de amables como usted
-Creo que hasta yo quisiera eso-ríe-que tenga una linda tarde
-Igual usted-sonrió-viéndole seguir su camino-que mujer más encantadora-regreso la vista a la playa viendo la mezcla de colores que hace el cielo entre la fina línea que del mar, me encanta
-Oiga señorita-dice un niño desde abajo-¿puede lanzarme el disco que está a su lado?
-¿Un disco?-miro en ambas direcciones viendo el objeto a un paso de mí-claro-me bajo hacia la acera recogiéndole-ten
-Gracias-viene a por ella con el otro niño más pequeño
-Qué bonita es-susurra ese
-Emil…-le dice entre dientes provocando mi risa-lo…lo siento
-No hay lío ya me han dicho eso algunas veces-acaricio su cabello-venga sigan jugando-los dos sonríen corriendo de regreso a un espacio más cómodo cerca de una palmera
-Bueno será mejor que me vaya-veo la hora-la tía me va a matar después de esto-vuelvo al camino con la intención de volver al auto cuando una bola de pelos enorme me tumba al suelo lamiendo mi cara-oye, oye-dije entre risas-basta deja de hacer eso-comenté logrando que se aparte, era un Labrador de pelaje color oro-¿de dónde has salido?
-Es mío-se escucha esa voz otra vez-se me ha escapado
-No me imagino por qué será-le digo poniéndome de pie acariciando el pelo del perro
-Tomaré eso como pregunta real y no como un sarcasmo-viene hacia mi colocándole la cadena-vamos Rocco
-Se dice gracias al menos-le digo-dijiste que le perdiste al menos agradece que haya sido yo quien le encontrase
-Siendo sincero…-se da la vuelta viéndome-no lo perdí solo le dejé que corriera-sonríe con burla
-¿O sea que le soltaste para que se me fuera encima?-pregunto medio enfadada
-Puede ser-hace una mueca-pueden pasar muchas cosas hoy en día
-Eres un…-levanto mi mano pero él la detiene
-Yo que tu no para es sabes-suelta la correa para sujetarme el otro brazo-no siempre doy tan amable
-No recuerdo que hayas sido amable en ningún momento-forcejeo-suéltame o gritaré
-Adelante quiero ver que lo hagas-acerca su cara un poco más-apuesto a que te callas antes de que digas algo
-¿Me estás amanzanado?-le desafío
-No-sonríe de lado-solo te doy una advertencia niña
-Lo siento cielo pero dejé de ser niña desde que cumplí dieciocho años no como otros que se la pasan jugando
-¿Eso fue una ofensa?-ríe negando-las mujeres son una complicación
-Busca una compañía masculina de seguro te sale mucho mejor
-Y dale con eso-gruñe entre dientes-la próximas vez que intentes decirme invertido yo…
-¿Tu qué eh?-cuestiono-¿me vas a pegar?
-No, no te voy a pegar no le he puesto un dedo nunca a una mujer y no serás la primera-tira de mí hasta él-tengo mejores formas de demostración y convencimiento que esa
Me iba a quejar nuevamente pero no pude decir nada porque siento como me planta un beso que me estampa contra la puerta de mi auto cortándome la respiración por completo, apenas pude procesar lo que estaba haciendo, por qué me está besando si se supone que detesta a todos y todas eso no tiene ningún sentido. Sujeté su camisa con fuerza queriendo golpearle pero en lugar de eso cerré los ojos de nuevo dándole paso pudiendo formar un roce de verdad.