Capítulo 7

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Eva…
-Luego hablamos Eva-dijo dándome una sonrisa pícara-tenemos cosas que atender aun
-Ahh…Dios-chillo por lo bajo dejando caer mi cabeza en el espaldar del sofá
No he dejado de pensar en eso por más veces que trato de distraer mi mente es como si nunca antes hubiera visto a un hombre decirme una simple oración sin importancia, es un idiota y un atrevido al estarme besando sin mi consentimiento, pero de qué va él con todo y su actitud de macho Alpha dominante. De tan solo pensar en quedarme más de una hora más respirando su mismo aire me dan ganas de salir corriendo a casa, supongo que este día no podría ser peor.
Terminé de rellenar un par informes que mi jefa necesitaba antes de irnos a llevar, tengo la memoria tan revuelta que tuve que revisar más de cuatro veces cada cosa que puse no vaya a ser que se me haya ido alguna estupidez por tener las neuronas enfocadas en una sola cosa. Subo a la tercera planta en busca de su despacho pasando nuevamente por esa habitación que me eriza cada vello del cuerpo…
-Olvídate de eso..-digo para mí misma-es una tontería no tienes por qué pensar esas cosas
-¿Le sucede algo jovencita?
El susto fue tan grande que acabé arrojando la carpeta de papeles al suelo, detrás de mi saliendo de la oficina de al lado estaba el mismo hombre que iba entrando cuando estaba escapando de Nathaniel luego de esa conversación tan extraña que llevó a lo que ahora no sale de mi cabeza. Viéndole ahora de cerca es bastante apuesto, sigue usando el mismo traje y su color de ojos gris es cautivador…
-Lo lamento no te quise asustar
-No…no descuide ando un poco distraída-me agacho a recoger mis papeles
-¿Tanto como para hablar sola?-levanta una de mis carpetas-tienes bastante trabajo
-Un poco quizás-tiro mi pelo hacia atrás-gracias-agradecí tomando todo del suelo
-Si mi memoria no me falla eres la misma chica que estaba con Nathaniel cuando llegué
Paso saliva por mi garganta sintiéndola pesada.
-Sí…no fue algo importante solo….estaba haciéndole unas preguntas
-Preguntas que te sacaron de quicio supongo-ladea la cabeza-te veías bastante enojada
-No es que haya tenido el mejor de mis días-las palabras se me salieron solas
-Vaya interesante-ríe, joder de dónde salen estos seres
-Si me disculpa debo irme a seguir trabajando todavía tengo cosas que hacer
-Desde luego señorita…-busca el nombre en mi identificación-Eva
-Sí, gracias señor….
-Lucían-dice-Lucían Gabbana
¿Acaba de decir…?
-¿Gabbana?-pregunté-¿igual que Nathaniel?
-Pues sí, es mi sobrino-esto tiene que ser una jodida broma del destino
-Oh santo cielo-gruño pasando mi mano por mi cabeza
-¿Sucede algo?-encarna una de sus cejas
-No nada es que acabo de recordar que llevo bastante prisa, disculpe
El destino no es mi amigo, acabo de comprobarlo, aunque estar trabajando para uno de los hermanos Gabbana no creo que sea una manera fácil de mantenerme alejada de Nathaniel, empiezo a creer que mi existencia es cada día un desafío más en este planeta. Miro el reloj una vez tras otra estando en la cafetería de en frente esperando a que cierta persona aparezca, hago sonar mi tacón en el suelo inquieta o más bien nerviosa.
No fui del todo clara cuando dije que tenía tiempo libre así que espero que crea que me fui y así poder escapar de otro encuentro incómodo con él, faltaban solo segundos para la hora acordada solo deseo que su auto se ponche una llanta o que tenga algún trabajo que atender más importante que hacerme la vida imposible.

Una de las camareras me trae un café humeante que huele delicioso junto a un sándwich, estaba muriendo de hambre, lo deja sobre la mesa con una sonrisa y sus ojos se posan en la puerta que se abre luego de que la campanilla sonara el cual le deja con la boca abierta. No sé ustedes pero ver a semejante ser de 1.94 aproximadamente cruzar cualquier entrada es como la bienvenida al cielo, Nathaniel se encontraba parado bajo el umbral mirando cuidadosamente cada mesa como un animal casando su presa, llevaba puestos unos vaqueros marrones con una camiseta blanca y botas a juego, todo un hombre de la justicia sin duda…
-Mierda…-gruño girando al ver que se da cuenta de mi presencia
-Parece que quisieras escapar de mí-dice parado junto a mi silla
-Digamos que en cierta forma quería hacerlo-sonreí con falsedad
-Lástima que sé cómo encontrarte-sonríe-¿puedo sentarme?
-Puedes quedarte de pie si gustas-sugerí
-Prefiero verte a los ojos cuando te estoy hablando-arrastra la silla dejándose caer sobre ella-un café por favor
-Sí...sí claro-habla ella casi sin aire
-Muy bien ya estamos aquí así que puedes comenzar a hablar-entrelazo mis dedos
-¿Cuál es la prisa?-juega con el salero-hay bastante tiempo
-Tengo solo una hora para almorzar y no la perderé contigo jugando a tus juegos extraños
-Cielos eres muy directa-me mira-bastante diría yo
-Mal de mi generación puedes estar seguro de ello-me cruzo de brazos
-Su café señor-lo pone sobre la mesa empinándose a propósito-¿algo más?
-Está bien por el momento-responde sin quitarme los ojos de encima
-¿Eres así de impertinente con todas las mujeres o solo conmigo?
-Solo persigo lo que realmente me interesa-se lleva la taza a la boca-y tú me interesas-lame sus labios
-Pero yo te he dicho que tú a mí no
-En realidad nunca has dicho semejante cosa, en todo caso, lo pensaste
-¿Intentas decirme que quieres que me interese en ti?
-No he sido yo quien ha dicho eso
-¿A qué demonios juegas?-dije cansada-primero me mientes y ahora juegas al detective conmigo, ¿qué quieres?
-A ver sé que empecé con el pie izquierdo en esta historia pero dije la verdad todo el tiempo sobre tu ascenso
-No debías mentirme para ayudarme, lo pude haber visto raro pero mi necesidad era muy obvia
-Lo sé y nuevamente te pido disculpas no fue mi intención hacerte eso
-Como sea-ruedo los ojos-ya no tiene importancia-doy otro sorbo de café
-¿Cómo supiste que era un Gabbana?-pregunta-¿alguien te dijo?
-No, solo busqué en Internet porque tenía algunas dudas y vi una foto familiar es todo
-Que curiosa-ríe
-Algunas veces-muerdo mi comida
-Bueno ya que estamos aquí deberíamos hablar un rato-sube las manos a la madera-háblame de ti
-Creo que ya sabes muchas cosas apuesto que te leíste mi currículo
-No te equivocas pero no todo viene aquí
-El resto de mi vida no tiene porqué importarte
-Pero lo hace-asegura-quiero saber un poco, solo es una treta de paz-lleva su cabello hacia atrás
-¿No me dejarás ir hasta que te diga verdad?-sonríe nuevamente
-Eres una chica lista, me gusta eso de ti
¿Pero qué demonios…?
-Vivo en la ciudad desde hace casi dos años, solo tengo una hermana y una tía y ambas somos independientes
-Eso es aún más interesante, por cierto, ¿tu hermana es medio parecida a ti, alta, cabello negro largo y un aspecto físico de modelo súper famosa?
-Más o menos, ¿por qué?
-Creo que la he visto se me pareció mucho a ti pero no estaba del todo seguro
-¿En dónde le viste?
-En la construcción del centro comercial, casi nos mata a Sean y a mí con un costal de cemento
-¿Qué?-alcé una ceja-¿cómo es eso?
-Fue un accidente la grúa tenía problemas y el costal se cayó justo cuando íbamos pasando pero por suerte no pasó nada
-Es raro porque tu equipo de trabajo es bien preparado y ella es bastante estricta
-Hay errores hasta en las mejores empresas sabes
-Lo sé, lo sé
-Mañana es cuando abren el local así que seguramente Kyra deba estar presente
-Significa entonces que tendré bastante trabajo-suspiro
-No tanto como el que tendré yo al tener que mandarme todo el discurso que dará mi padre
-Eso no es malo-dije casi riendo-estarás con tu padre viendo una inauguración de uno de los mejores centros comerciales que hay en la ciudad, no veo la parte aburrida
-Hay muchas cosas que no sabes y que si llegaras a saber cambiaría tu opinión de mí-me mira-hablo en serio
-¿Cómo qué cosas?
-No viene al caso ahora-termina su café-es cosa que no vale la pena hablar
-Claro como no-miro la hora-ya tengo que irme tengo cosas que hacer
-¿Puedo considerar que estamos en paz luego de saber la verdad?-cuestiona ladeando la cabeza
-Vamos a dejarlo en que te sigo tolerando y con eso es suficiente
-Tomaré eso como un sí-ruedo los ojos pagando mi bebida-¿trabajas hasta tarde?
-No, tengo que hacer un par de asuntos y luego me iré a casa-le veo-¿por qué?
-Curiosidad-sonríe-espero verte pronto
-¿Para fastidiar nuevamente?
-Es posible-sonríe-vamos te acompaño hasta la puerta de la empresa y no pierdas el tiempo diciendo que no hace falta
-¿Toda tu familia tiene este mal de ser tan…insistente?
-Créeme cuando te digo que los hay peores que yo-se pone de pie-por favor-señala la salida
Podrá ser guapo y toda la cosa pero joder este tío no sabe el significado de “distancia”, no me desagrada para nada su compañía pero es que el hecho de que me dijera una mentira de este tamaño me hace quedar como una tonta al no saber que pertenecía a esta familia. Todavía tengo muchas dudas sobre él que no quiero preguntarle solo por evitar una conversación pero aun así siento que hay más cosas que debo saber…
-No es necesario que entres-le dije frente a la puerta-está bien aquí
-Kyra debe de andar en alguno de sus asuntos de negocio cuando no ha salido a verme
-De hecho lo está-confirmo-debe de estar al volver
-Siendo así dale mis saludos y dile que vendré en algún momento
-¿A verla a ella o a molestarme a mí?
-Puede que a las dos-sube otro escalón y yo retrocedo-depende quien aparezca primero
-Rezaré para que no sea yo-dije por lo bajo dándome la vuelta
-Si quiero encontrarte lo haré-me dice-conozco este sitio a la perfección
-Y de eso no me cabe la menor duda pero igual trataré de no toparme contigo
-¿En serio te desagrado tanto?-frunce el ceño
-No me desagradas pero el hecho de que me hayas mentido me enoja demasiado
-Pero si acabo de pedirte perdón mil veces en el día
-Lo sé pero no me conformo-abro la puerta-prueba con otra cosa la próxima-cierro dejándole ahí parando viéndome.

La teoría imperfecta del amor [#PGP2023]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora