O2

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De un momento para otro deje de ver sangre por todos lados y volvia a estar en la sala de juegos sentada en el suelo.

Mire para todos lados asustada. Mis ojos cayeron en Peter. El ya me estaba mirando con preocupación.

Me quede mirandolo pero al minuto aparte la mirada, me levante y quise irme hacia mi habitación pero alguien me agarro el brazo.

Era Peter.

Le mire por un momento y luego baje la mirada para que no me viese con las lágrimas en los ojos.

- Hey, ¿Que te pasa? - Peter me agarro de la barbilla y me hizo mirarle.

- Nada.. - Todas las lágrimas bajaron por mis mejillas.

- ¿Por que lloras Deva? - No dije nada y al instante Peter me abrazo.

Que bien se sentía estando en sus brazos. Era una sensacion inexplicable, demasiado buena para ser verdad. Cerré los ojos pasando mis brazos por su espalda.

- Sabes que puedes confiar en mi ¿no? - Se separo de mi y me miro.

Asentí volviendo a abrazarlo. No quería separarme de él nunca.

- Hey va, toca la siguiente prueba

- Vale - Dije apartandome de él, limpiandome las lagrimas y poniéndome en la fila.

- Seguidme - Papa paso por la puerta y todos le seguimos.

Notaba una mirada en mi espalda, y podía deducir que era Peter.

Llegamos a una sala con varias bombillas juntas haciendo un circulo.

- Lo unico que teneis que hacer es que las bombillas se vayan prendiendo una a una y apagando una a una siguiendo el circulo - Papa hablo mientras iba caminando de un lado para otro.

- ¿Entendido?

- ¡Si papa! - Afirmamos todos sabiendo como se tenía que hacer.

- Dos empieza tu - Papa le vendo los ojos.

Dos al instante hizo lo que papa dijo y pude ver como todos se sorprendian por la rapidez en la que lo había hecho.

Así pasaron todos, algunos podían y otros no hasta que me toco a mi.

Me sente y uno de los ayudantes de papa me vendo los ojos. Intente prender las bombillas una a una pero no pude. Lo volví a intentar y nada.

Me quite la venda mirandome los pies. Una gota de sangre cayo sobre mi camisón de hospital. Me limpie la nariz y mire a Papa.

Este solo asintió serio para luego decir que se había acabado la prueba.

Todos se fueron y yo me quede sentada en la silla con los ojos cerrados.

- Seguro que a la proxima puedes hacerlo - Levante la mirada.

- Ya, seguro - Le dije a Peter sarcástica.

Peter me sonrio para agacharse y tocarme el pelo.

- Si, si que podras, confio en ti - Y así sin mas se fue dejandome sola en ese cuarto.

Te seguiré || Peter Ballard ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora