❝Eh... Yo solo te pedí un lápiz❞
━ Te imaginas que la punta de este lápiz se pase por todas las venas del pene de alguien ━ cuestionó el joven achinando sus ojos y observando con concentración la afilada punta de aquel lápiz negro.
El otro se lo qu...
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『 ✏️ 𝗚𝗮𝘁𝗶𝘁𝗼𝘀 ✏️ 』
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La cabeza de Jeon dolía como el infierno, las clases de matemáticas definitivamente no eran sus favoritas. Solo estaba chocando repetitivamente la punta de su lápiz contra su propio pupitre, mientras miraba un punto fijo de la lejanía, teniendo su atención perdida entre sus pensamientos e ignorando todas las explicaciones que estaba dando su profesor frente a él. El joven pelinegro solo podía observar miles de letras y números, no le interesaba.
━ ¿Entendieron todos? ¿Alguna duda? ━ las preguntas del hombre de mayor edad se escucharon en sus tímpanos. Sin embargo al igual que él, otros estudiantes no habían entendido, pero claramente no dirían algo como eso. Puesto que solo querían que aquel profesor hiciera silencio, se sentase en su escritorio y perdiera el tiempo.
A nadie le interesaba ese montón de estupideces, o al menos así lo pensaba Jeon, no creía ser el único retrasado en no entender algo tan básico como eso.
Sin poder esperarlo y en un movimiento impulsivo, su cabeza se echó hacia atrás esquivando la punta del lápiz que había salido disparada en su dirección. Bufó al ver que el lápiz que minutos antes había tenido entre sus manos, ahora estaba partido en dos. ¿Es que acaso su entrenamiento estaba dando frutos? Él no se veía un abdomen totalmente plano. ¡¿Entonces por qué tenía la fuerza del maldito Hulk como para partir un lápiz en dos?!
Se pellizcó a sí mismo tratando de no decir alguna grosería frente a todos y rodó sus ojos internamente al girar su vista hacia su lado y ver que el único estudiante que podría prestarle un lápiz nuevo era aquel rarito extrovertido del salón. Kim Taehyung, así se hacía llamar el delgado rubio que siempre se encontraba gritando y diciendo cosas sin sentido. Era sumamente aterrador para él pensar que tendría que hablarle a aquel chico, sobre todo si tenía una reputación tan molesta.
Era de aquellas personas insoportables que solo buscaban amigos por todos lados, pero estos siempre se alejaban de ellos por su asfixiante personalidad. Él no quería echarse en la espalda a un niñato como esos. Aunque esa idea de inmediato se fue de su mente, ya que todos en el instituto lo veían a él como el rarito, ser asocial no era algo muy lindo.
