»𝐭𝐮 𝐢𝐧𝐝𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐦𝐞 𝐦𝐚𝐭𝐚«

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Llevaba su cuerpo a arrastras, mientras jun se hacía el "muerto". Lo sostenía por debajo de las axilas, sus piernas estaban rectas mientras eran arrastradas y estaba cabeceando con la lengua afuera.

- jun, si coperas esto será mucho más fácil para los dos.- estaba ya cansado de la situación, no era para nada una noche grata. Salió para divertirse con sus amigos y olvidarse un poco de sus materias. Pero termino con un jun borracho que se hacía el muerto. Ni siquiera dejo que lo tomara en brazos para facilitar las cosas, solo aflojó si cuerpo y se dejó caer en el.

- No puedo hablar, los muertos no hablan.- dejó caer su cabeza y de nuevo saco la lengua.

Aunque jun tenía un cuerpo delgado, estaba demasiado pesado. Con las últimas fuerzas lo saco del lugar y se quedó esperando afuera del recinto a que llegara su compañero de habitación. Pasaron lo minutos y no había ningun indicio de el. El lado positivo es que al menos jun estaba un poco más calmado, solo soltaba pequeños sollozos lamenteros, sorbiendo su nariz. Hace demasiado frío, estaba desabrigado y al parecer se le caían los mocos.

- hao.- mira hacia arriba buscando mi mirada. Si, estaba sentado en el piso. Y prefería que estuviera así, a tener que mantenerlo en el lugar.

- Que pasa jun?- le devolvi la mirada.

- Tengo mucho frío hao.- volvio a sollozar mientras se abrazaba a si mismo. Estábamos en las mismas condiciones, ambos desabrigados y congelandonos. No lo podía ayudar en estos momentos

- Espera uno segundos ya van a llegar por nosotros.- volví a mirar hacia la calle con la suerte de que a lo lejos apareciera el auto.

Cómo si el mundo estuviera a su favor, unas luces aparecieron desde lejos. Acercándose rápidamente a ellos. Aparco el auto y se bajó.

- Por que te demoraste tanto?- se alejo de jun dejándolo en el piso, mientras ambos tiritanan de frío.

- No me acorda bien de el lugar.- alzó los hombros restándole importancia.

- Como sea. Ayúdame con jun, no siento los brazos y no creo poder tomarlo.

- Yo solo soy el que conduce, no el que carga a damiselas en peligro.- se recargo en el auto y abrió la puerta tracera. Esperando a que minghao entre con jun.

- Enserio? Primero que nada no le digas así a jun. Segundo ¿ni eso puedes hacer? ¿Que? ¿tanto te cuesta, ah?- estaba molesto, demasiado molesto. No quería otro berrinche, de ninguna otra persona, ya fue suficiente con jun esta noche. No queria otra más por parte del mayor.- ¿Tanto te disgusta que ni lo puedes tocar? Vamos! Es mi amigo. Lo único que te pido es que lo subas al maldito auto y de ahí nada más ¿Dónde está tu puto sentido humano de ayudar a una persona?

El de pelo azabache, desordeno su cabello soltando un suspiro frustrado. Odiaba que con minghao peliaran siempre por eso. El solo mantenía su distancia con el omega, pero no ayudaba en nada que el y su compañero de habitación fueran amigos inseparables.

Resignado se alejo del auto, se sacó la chaqueta que llevaba puesta en esos momentos. Se acercó al omega, que aún seguía en el piso tiritando. Se agachó en cuclillas, quedando frente a frente.

- Dame tu brazo.- jun se sobresalto al escuchar esa particular voz. Grave pero algo sueve, no era para nada brusco con sus palabras. Era extraño para el, no estaba acostumbrado a ese trato por parte del alfa. Temerosos extendió su brazo hacia el. El alfa paso la chaqueta por el brazo y luego por el otro, después la cómodo en su cuerpo y cerró la cremallera.

- Listo, vamos.- se paró y le ofreció su mano para ayudar a levantarlo. Pero jun desvío su mirada al piso, avergonzado.

- Se me durmieron las piernas.- involuntariamente soltó otro sollozó, aún seguía bajo los efectos del alcohol. Y podía pasar a dos extremos de manera muy fácil, o era un extrovertido sin control, bailando por toda la pista. Y en el caso contrario se ponía bastante sencible, justo como en estos momentos.

- Tiene que ser una broma.- gruño frustrado el alfa. Provocando que el omega se encogiera más en su lugar.

Volteó su mirada al auto en busca de ayuda, pero solo encontró a minghao ya dentro de el, en el asiento de copiloto. Mirándolo con una sonrisa.

- Vamos, junhui.- se volvió a agachar.- Te voy a cargar para subirte al auto.- le informo al omega. Por mucho que no lo toleraba, nunca tocaría a un omega sin su permiso. Espero alguna señal de jun para que le diera su consentimiento para tomarlo.

- okey.- fue casi un susurro, pero por la distancia el alfa lo logro escuchar. Tomo su brazo y lo colo al rededor de su cuello. Pasó un brazo por debajo de sus piernas y el otro tomado su cintura. En ese momento pudo sentir lo helado que estaba el omega.

"Por qué sales en estás condiciones? Sabes que te puedes enfermar".

Sin esfuerzo lo logro cargar. Jun se aferró a su cuello para sujetarse mejor, aprovechando de conseguir un poco de calor del cuerpo del contrario, fue inveriable respirar desde su cuello el aroma del alfa. Madera con toques de café, era bastante agradable para jun, por más que no le gustará el café. Nunca había sentido tan fuerte el aroma del alfa, siempre era muy sutil. Ahora teniéndolo más de cerca, con su aroma y el calor de su cuerpo, se sintió tan ligero y cómodo, podía quedar dormido en sus brazos.
Para el azabache fue inevitable no sorprenderse por aquel acto, no estaba para nada acostumbrado al contactó físico, mucho menos si prevenia de jun. No pasó desapercibido como el omega se refugiaba en su cuello, siento el toque de su nariz helada, más no le hizo caso y le resto importancia.

minghao veía entretenido la escena. Quizas sus dos amigos nunca podrían llevarse bien, eran opuestos totales, tan diferentes. Pero no podía evitar pensar que ambos podrían llevarse de mejor manera, sabía que era una locura. Al momento en que le presento a jun, juro que algo en el omega cautivo al alfa. De verdad creyó que le gustaba al menos un poquito jun. Con el paso de los días se dio cuenta que estaba bastante equivoco. El alfa no soportaba ni en pintura al omega. En ningún momento lo insulto o algo así, sabía que su compañero de habitación no era capaz de eso, pero si habían actitudes que no las dejaba pasar. jun era bastante sensible con esos pequeños actos, sabía que le afecta que el alfa fuera así con el. Jun intento de muchas maneras llevarse bien con el alfa, pero al notar que le contestan cortante cuando le hablaba, se marchaba rápidamente cuando el llegaba a dónde estaba. Decidió que era mejor no intentarlo más. Odiaba la indiferencia que le dedicaba el azabache. Por más que quiera tener una amistad con el, no podía, si el alfa no quería ser su amigo.

- Abre la puerta minghao.- salió de sus pensamientos y abrió la puerta de atrás. Sento a jun, le coloco el cinturón y cerró la puerta.

- Gracias.

- Nada de gracias. Quiero mis libros para mañana.- arranco el auto, en camino al edificio de las habitaciones.

- Claro que los tendrás. Hiciste más de que esperaba.- se rió burlón de su amigo.- Me sorprendiste por unos momentos.

- ja ja, si si. No fuiste de mucha ayuda, tenía que hacerlo.- mantuvo su mirada en el camino.

- Gracias por eso.- giro su cuerpo para ver cómo estaba jun. Quien ya había caído en el mundo de los sueños.

"Aún no entiendo por qué odias tanto a jun"














holaa<33
mi meta; terminar este fanfic
Los capítulos son un poco cortos, pero de a poco va avanzando la historia.

¿Tiene alguna idea de porque está "misteriosa" persona le cae mal jun?

de a poquito lo descubriremos!

gracias por leer^^
nos vemos en el próximo capítulo

𝒅𝒆𝒍 𝒐𝒅𝒊𝒐 𝒂𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 ʷᵒⁿʰᵘⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora