Olvido Parte 2

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El sonido de los golpes era cada vez más intenso, los gritos de guerra a cada toque, el crujir de la madera, los murmullos de voces masculinas que cada vez se comenzaban a oír con mayor claridad...—Se que no se encontraba bien, pero no puede seguir saltándose los entrenamientos, ya no es una niña—escuchó a lo lejos, esa voz..la conocía —Shen, precisamente por eso debes dejar que tome sus propias decisiones, no está obligada a quedarse en el dojo—comentó una voz femenina que hacía aún más tiempo que no escuchaba. —¿M-mamá?— no puede ser, ella está en Jonia ahora mismo, pensó sin aún poder abrir los ojos; se revolvía incómoda en la cama, su cuerpo se sentía extrañamente pesado, no entendía que sucedía, recordaba estar claramente escondida en el techo de una posada, a la espera de acabar con algunos canallas noxianos que se hospedaban allí, pero ahora, se encontraba en un limbo, mientras su mente divagaba con sin sentidos, incapaz de mover un sólo músculo.

—¡Akali!—y de golpe abrió los ojos y se incorporó, como si un muerto se le hubiera quitado de encima. —Kali, hija, ya es hora de desayunar— de un brinco se colocó detrás de la puerta, expectante, hasta que pudo reconocer aquella voz, y a la figura que había entrado a la habitación. Se la veía muy diferente, con ropas extrañas y un curioso objeto en la mano, no fue hasta ese momento, en el consiguió darse cuenta de que no se encontraba en un lugar conocido, nada de lo que veía le parecía normal. —¿Mamá?—Llamó a la mujer con duda. —Kali, cariño ¿Qué haces ahí escondida?—La joven corrió a su encuentro y la abrazó —¿qué está pasando?¿qué haces vestí así?¿dónde estamos?—comentó la más pequeña agitada.—Eh eh eh, cálmate ¿Cómo que dónde estamos?¿Aún sigues dormida?¿Te encuentras bien cariño?—dijo la mayor mientras acariciaba el cabello de su hija. —Respira hondo y cuéntame qué está pasando por esa cabeza—. Akali seguía muy confundida, pero decidió hacerle caso a su madre y empezó a relajarse. —Vamos a desayunar y me lo cuentas— le dijo Maymm haciéndole un ademán de que la siguiera, a lo que la más joven aceptó aunque siguiera tan confundida. Todo en esa casa era extraño, no había duda de que se parecía extrañamente al dojo en el que había crecido, pero algo no encajaba, habían objetos, olores, sonidos nuevos que no comprendía; la ninja soltó un suspiro y se sentó en la mesa junto a su madre. —Mamá ¿dónde estamos? Y no me refiero a la casa—La mayor suspiró y le respondió con una sonrisa —Akali, sabes perfectamente que hace ya unos años que nos mudamos desde Japón a Corea..después de la muerte de tu padre...—lo de su padre no le impresionó a Akali, pues bien sabía ella cual había sido el desenlace de su padre tantos años atrás, pero ¿qué eran esos lugares?—¿Japón, corea?¿dónde quedó Jonia?—musitó —¿Jonia? ¿Hasta que hora estuviste jugando videojuegos y leyendo mangas Akali?—Soltó la mayor notablemente preocupada—¿Quieres que te lleve al médico?¿te encuentras bien? Hoy pareces algo difusa...—
La ninja comprendió rápido que no obtendría más información de su madre, así que rápidamente salió de la casa dejando atrás a una Maymm muy confundida; en su apresurado paso pudo notar que si bien, toda la urbanización en donde se encontraban el dojo y su casa permanecían casi idénticas, el ambiente se sentía muy diferente, más cargado, menos limpio, de la misma manera que habían ciertas cosas que no reconocía. A lo lejos pudo divisar a Shen, pero supuso que obtendría las mismas respuestas que con su madre, así que prefirió intentar pasar desapercibida para poder salir de allí, pero antes de conseguirlo, un shuriken voló a su lado. –Enana ¿No te despides de tu hermano antes de irte?—comentó el mayor mientras caminaba velozmente hacia su encuentro...—¿Hermano?¿de qué estás hablando Shen?—comentó algo alterada la peliazabache –¿Sigues enfadada porque anoche no jugué la ranked contigo? Aunque no seamos hermanos de sangre me duele que seas tan fría conmigo solo por eso,te prometo que te lo compensaré pequeñaja– La ninja solamente esbozó una falsa sonrisa e hizo un ademán con su mano para indicarle al mayor que se marcharía, necesitaba salir de ese sitio tan extraño de una vez –Debo hacer algo urgente, me marcho –comentó un poco molesta mientras se ponía en marcha decidida a buscar respuestas lejos de su "familia"—¡No llegues tarde, esta noche hay ramyun para cenar!—gritó Shen viendo como su hermana se perdía entre el camino.

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