Capítulo 14 : un buen rencuentro

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Pasaban días e intentaba odiarla. Lo intentaba lo máximo que podía pero solo acababa lamentandome de nuevo.

Empecé a empeorar en mi salud mental. Pensaba que no podía superarme pero siempre llega mi ansiedad llamando a la puerta y como una idiota la hablo.
¿Tan raro es que normalice mi estado mental y lo que lleva  a hacer? Puede que si pero estoy ciega para muchas cosas.
¿El bien? ¿Qué es eso? No se lo que esta bien, solo se que yo no.

Y cuando peor estoy ahí aparece ella en mis pensamientos para acabar rematandolos. Y hostia tras hostia yo me acabo rompiendo más.
Yo también me iría de mi misma si puediese, entiendo porque lo hizó, tenía sus razones.
Ojalá poder escaparme ya de mi, pero aquí sigo aguantandome ni se como cada día de la semana.

Confusión tras confusión.
Lágrima tras lágrima.
Foto tras foto.
Error tras error.

Y cuando estaba ya hundida en el océano ví a lo lejos un brazo que me ofrecía ayuda y accedí.
Pero no salí al completo del mar, solamente estaba flotando sin ahogarme ahora.

Ella volvió ¿cómo? Eso es lo de menos, estaba aquí. Se ve que pedir al universo tenerla de vuelta sirvió de algo.

Tras un intento fallido de contacto con ella y varios comentarios que me hicieron pensar y pensar sintiendo cómo mi inseguridad aumentaba, llegamos a tener una conversación medianamente normal.
Fue en una llamada esta vez. Imagino que escuchar las voces y lo que decía la otra a tiempo real era necesario.
No quería estar seria o fría solo saber un poco más de lo que ese 12 de diciembre pasó.

La recuerdo con voz alegre. Tendría curiosidad sobre lo que yo añadiría.
¿Qué fue? No se , mi memoria es mala.
S

olo recuerdo que ella esa noche cenó hamburguesa con queso.

***

Tras volver a retomar el contacto y tener conversaciones casi como las de antes decidimos vernos.
¿Fue una buena idea? Según ella no pero yo lo recuerdo bastante bien .

Fui hasta dónde ella vive y me acuerdo del camino que tuve que hacer.
Podría haber ido en bus pero me apetecía andar para intentar distraerme con mi música, bueno, nuestra música porque estuve escuchando nuestra playlist .

Cuando llegué ella estaba sentada en un banco.
Solo con verla a lo lejos ya estaba súper nerviosa sin saber que hacer cuando estuviese a su lado.

Billie : holiii - saludé con algo de miedo por como reaccionaría ella con mi presencia

Martha : dame un abrazo ¿no? - dijo con esa sonrisa que hace tanto no veía en persona

No me lo pensé dos veces y caí en sus brazos. Descubrí que en este tiempo ella no había cambiado de perfume .
Me di cuenta que todos los intentos de odiarla habían sido en vano y rezaba porque no se iría de nuevo dejandome en trozos perdidos y sin saber ver más allá de ella.

Pero eso no importaba, la tenía a mi lado caminando y dirigiendonos a dónde solíamos ir antes.
Creo que ambas estábamos nerviosas porque durante el camino las conversaciones que dábamos eran muy escuetas y sobre cosas aleatorias.

Después de perdernos un poco llegamos a ese lugar, en el mismo sitio pero algo más alejado a donde otras veces estábamos.

Hablamos, reímos y nos dábamos algún que otro abrazo. Todo era perfecto en esa realidad y no quería que el tiempo pasase o que ese día acabase.
Pero cuando estaba junto a ella el tiempo iba rápido así que había que aprovecharlo.

Siempre me gusta poner música este haciendo lo que haga así que esa no sería la excepción.
Puse mi playlist y dejé que todo fluyese.

¿Desde cuando su boca era tan tentadora? Las anteriores veces siempre esperaba que ella se lanzase y hoy había sido igual, ella dió el primer beso pero ese día yo daría el último.

Creo que hablo por ambas cuando digo que todas más veces empezabamos con tiernos besos pero se volvían agresivos e intensos.

Jamás pensé que yo tendría algún arma como los que ella usaba conmigo para que con solo ver sus ojos ya estuviese derretida , mordiendome los labios y con ojos pidiendo que nunca acabase ese momento.

Trás unos cuantos besos en los cuales las dos nos acomodabamos al terminar cada uno de ellos, en un momento que no me esperaba me encontraba tumbada y con ella encima de mi.

Dios mío, se veía tan jodidamente bien a horcajadas mío con mechones azules por todos los sitios. ¿Cómo hacía para ser preciosa en todo momento?

Comenzó a besarme muy intensamente a la vez que su rodilla se acomodó encima de aquella parte que mis pantalones escondían entre fuego.
¿En que momento hacía tanto calor?

De mi boca bajó hacia mi cuello mordiendolo. Diría levemente, pero las marcas que me quedarían no confirmaban que hubiese sido muy cautelosa siendo sincera.

Calme los sonidos que salían de mi boca a la vez que las yemas de sus dedos hacían contacto con mi abdomen.
Definitivamente buscaba matarme allí mismo, aunque la verdad habría sido la muerte más placentera.

Cuando nos reincorporamos saqué una técnica que no había usado antes : el inglés.

Así es, me decían que el inglés me abriría muchas puertas y sería muy útil pero nunca pensé que tanto.

Y en un momento en que su mirada no me pareció tan dominante e incluso tenía una pizca de timidez sabía que era mi momento.

Me lancé a sus labios los cuales respondieron a los míos al segundo. Coloque mis manos en sus mejillas separando su pelo a la vez que intensificaba el beso.

Poco original por mi parte, pero seguí sus pasos al acercarme a su cuello a la vez que introducía mis manos dentro de su sudadera.
Se que ella también calmó las ganas de alzar la voz porque su cuerpo se tensaba a la vez que cerraba su boca con fuerza.

¿Por qué hoy había sido capaz de tomar la iniciativa?

No se, pero repetí sus pasos porque no quería incomodarla o hacer algo erróneo.

Martha : es hora de que bajemos señorita - dijo cuando después de ese momento me quedé tumbada en sus piernas escuchando música.

Simplemente puto reloj. ¿Por qué siempre me tenía que joder todo?

𝘈𝘮𝘢𝘮𝘦 𝘰 𝘥𝘦𝘴𝘵𝘳𝘶𝘺𝘦𝘮𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora