jealousy, jealousy

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Regulus

El ambiente se había tensado nuevamente y él solo trataba de ignorar los ojos penetrantes de James.

Sabía que estaba dañando el interior de su mejilla, pero la ansiedad lo estaba matando y mordisquear esa parte de su cuerpo ayudaba para ignorar el ardor en su brazo izquierdo. El Señor Tenebroso seguro estaba muy molesto.

Tenía miedo y la mirada de James le hacía sentirse más nervioso, sentía las manos sudorosas y no quería seguir escuchando las preguntas que le hacía.

Cada vez se sentía más avergonzado y ni siquiera sabía por qué.

Estaba cansado y adolorido, la adrenalina había abandonado su cuerpo hace mucho y ahora su cerebro solo le pedía dormir. Era estúpido si lo pensaba, ¿Quién podría dormir en su situación?

Pero no se sentía en riesgo con James, a pesar de la incomodidad y la tensión negativa que había entre ellos en esos momentos. Además esa sería su última noche de libertad. Nunca había ido a Azkaban pero estaba seguro que las camas no serían nada cómodas ahí.

Sus ojos luchaban por no cerrase mientras escuchaba a James quejarse de lo idiota que había sido por nunca haber notado las señales que Regulus había dado meses antes de terminar su relación.

Quería prestar atención, más bien quería seguir escuchando la voz de James, hacía mucho que no lo hacía y le gustaba mucho su voz. No se dio cuenta en qué momento James dejó de preguntarle cosas referentes a su vida como mortifago y empezó a hablar de ellos, le dolía oírlo enumerar los momentos en los que "tuvo que" darse cuenta de que algo andaba mal.

Trataba de regular su respiración pero el dolor físico empeoraba, sus ojos ya no aguantaba más tiempo estando abiertos y de un momento a otro dejó de escuchar la voz de su ex novio.

El castillo siempre resaltaba en otoño, las hojas adornando los jardines hacían a Regulus sentirse melancólico. En unos meses James saldría de Hogwarts y él se quedaría atrás.

Odiaba pensar en que ya no lo vería, se sentía como un idiota que no podía controlar sus emociones, pero era imposible no dejarse llevar si se trataba de James.

Iba a verse con su novio en el salón del 5º piso en el que siempre se encontraban, se sentía nervioso como cada encuentro que tenía con James. Se mordía el interior de las mejillas para calmarse, mecanismo que había aprendido desde niño.

No sabía por qué se ponía tan nervioso por ver a su novio, le emocionaba encontrarse con él, le encantaba besarlo y hablar por horas mientras se dejaba abrazar por James.

Estuvo a punto de abrir la puerta cuando ésta se alejó de él y un mareo invadió su cuerpo. Sus piernas temblaban y su respiración comenzó a agitarse.

Escuchaba la voz de James llamándolo y Regulus trató de alcanzar la puerta que se alejaba cada vez más. El pasillo comenzaba a hacerse más pequeño con cada paso y pronto sintió las paredes rozando sus costados.

Corrió como no lo había hecho antes, la voz de James se seguía escuchando fuerte y claro. Logró abrir la puerta y cuando entró al salón se encontró en la habitación de Barty.

¿Dónde estaba James?

Visualizó a su amigo en la cama, estaba quejándose de su papá como siempre pero Regulus no prestaba atención. Quería encontrar a James.

Se dio cuenta que Barty no escuchaba la voz de su novio a pesar de que estaba gritando su nombre.

Entró al baño de Barty y sin pensarlo llenó el lavamanos y hundió la cara en el agua helada. Sintió sus facciones contraerse y cuando levantó la vista se miró en el espejo pero su reflejo era muy distinto.

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⏰ Última actualización: Jun 05, 2022 ⏰

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