Relato 7: Mi Debilidad

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Mis ojos temblaban, no podía creer lo que veía ante mi. Mi único pensamiento coherente en ese momento era «¿que carajos hace este demonio aquí?.» me levante de la camilla sin dar mucho tiempo a conversaciones inadecuadas y dije.

— ¿Que haces aquí?. ¿Como suspiste en qué hospital estaba?.

De momento vi a Xavier llegar ajitado y diciendo.

— Te juro que le dije que no viniera.

— ¡Lo se!.

Seguía sonriendo macabramente como si no le importara la situación que estaba viviendo. Ahogada en ira dije.

— ¡Lárgate de aquí! Mi novio está muriendo. Lo menos que necesito es ver tu estupido rostro.

Este dijo de manera irónica.

— Tal vez es el karma.

— ¡No seas tan cinico! ¿Qué tipo de karma podría estar pagando un hombre bueno?, lárgate. Maldito imbecil.

— Yo no dije que fuera el karma de él.

Mis ojos estaban abiertos como dos platos, el destello de enojo que sentía era capaz de traspasar mi piel. No quería hacer un drama por este motivo me fui a la ventana. Este se fue sin decir más nada; fue como si solo quisiera hacerme el daño. Una vez se fue del cuarto y vi por la ventana que se había ido. Xavier entró nuevamente.

— ¡Quiero que lo mantengas totalmente lejos de nosotros!. ¿Estamos claros?. No se para que vino, pero sí que no quiero volver a verlo.

— Tranquila. Si la madre de Josue te ve así va a sospechar.

— Me vale madres, quiero a ese cabron lejos de Josue. ¿Está claro?.

Luego de unas horas y que las cosas se calmaran, decidí irme nuevamente al apartamento cuando baje a la recepción del hospital acompañada de mi mejor amigo, el guardia de la entrada me detuvo diciendo.

— ¡Buenas noches!, ¿es usted Akhila?. —extrañada lo mire y dije.

— Si, ¿porque?.

— Dejaron esto para usted. — mire a Xavier era una rosa con un papelito; lo tome y dije.

— ¿Quien le dio esto?.

— No me dijo su nombre señorita.

Así suspire y me fui hasta el auto junto a Xavier, llegue a mi casa puse las llaves en la repisa, y me fui directamente a la habitación. Xavier me acompañó y dijo.

— ¿Que dice la nota?.

— Es una dirección. —suspire. Y puse la nota en la primera mesa que vi.

— Te juro que no pensé que fuera a venir.

— No es tu culpa. —dije restregándome la cara.

— Aki, ¿puedo hacerte a una pregunta?.

— Es algo tarde para eso; pero di.

— ¿Que es lo qué pasa entre tú y Demetrio?.

Cerré los ojos y este dijo de manera tímida.

— Perdona, fue una pregunta estupida.

— Demetrio, ¿no te contó de nosotros?.

— No, la verdad no. Ósea sé que fueron novios... pero no sé nada más.

Sonrei al recordar esos tiempo y dije en un tono entristecido.

— Demetrio fue el primer hombre al que he amado realmente. Lo conocí por Jeremy, en una fiesta de disfraces que hubo en su casa en ese octubre. Estaba disfrazada de Cenicienta, y Rebecca de Blanca Nieves. Nunca había ido a una fiesta esa era mi primera vez, asique la aproveche al máximo y hasta bebí. Tropecé con Gastier en el baño porque tuve una resaca horrible pues nunca había tomado ni gota de alcohol. No llegue al baño y.... Lo vomité —dije riendo. — ¡Pense que se iba a enojar!. Pero no. Lejos de eso, se limpio y me ayudo a limpiar el desastre que había hecho. Fuimos hasta el cuarto de Jeremy; ya que Demetrio conoce toda la casa por ser su mejor amigo. Y este me regalo una camisa de él, que estaba guardada en la gaveta del buró de mi ex mejor amigo. —camine hasta la ventana y ahí dije. — Los padres de Jeremy llamaron a mi madre; esta me busco y nunca más vi a Demetrio hasta el último año de preparatoria, él ya estaba en la universidad. Pero comenzó a ir todas las tardes a la escuela durante la hora de almuerzo; y cuando salía.

Los Relatos De Mi AlmohadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora