Argenthum, Año 2138
El centenario del Gran Apagón se ha cumplido sobre todo el mundo. Lo que antaño fue el centro de Ayres, la principal capital de Argenthum, así lo demuestra. Sus derruidos edificios, esqueletos metálicos desnudos ante la destrucción y el reclamo constante de la madre naturaleza, adornan un escenario abandonado y golpeado por la destructiva guerra civil. La luna se refleja sobre los trozos de metal retorcido y vidrios estallados que se expanden en las calles y veredas. El sonido del viento parece burlarse del bullicio que alguna vez la ciudad dejó escapar de sus fauces.
Una aeronave, impulsada por turbinas energéticas debajo de sus anchas alas, se desliza bañando con tenue luz blanca el asfalto resquebrajado pocos metros debajo, formando un oasis lumínico en el espesor de la negrura. Nueve soldados del escuadrón "Sombra" emergen de ella cuando alcanza una altura oportuna. Son acompañados y dirigidos por el Capitán Arlong Berleben, un enorme hombre de dos metros de altura y tez oscura que no lleva aún su máscara de combate puesta. Sus penetrantes ojos negros escudriñan más allá de la luz y parecieran poder ver en la total oscuridad. Cuando todos han descendido el enorme aparato volador se aleja tan sigilosamente como llegó y todo es penumbras una vez más.
-Sombras, prendan sus trajes y verifiquen su nivel de batería antes de comenzar- Espeta Berleben, con una carga aplastante de seriedad.
Los intercomunicadores distribuyen las órdenes a cada uno de los soldados, que velozmente llevan sus manos a las muñecas y activan el traje que le da nombre al escuadrón. Un panel holográfico se despliega en el antebrazo de cada uno y con tan sólo un par de movimientos de sus manos las armaduras livianas y totalmente negras dejan escapar una pulsación de energía mientras se encienden, listas para la acción.
-Traje encendido, 100% de batería confirmada- Niko Rose, el siguiente en la línea de mando del escuadrón, es el primero en contestar. El resto del equipo lo acompaña.
Con señales y puntos marcados en el mapa que aparece en sus cascos se dividen en la totalidad de la cuadra. La velocidad con la que se mueven es claramente superior a la media humana y los trajes no emiten sonido alguno a pesar del esfuerzo. Se deslizan como panteras sobre los restos de destrucción de la gran capital gracias a pequeños impulsos que emiten desde sus extremidades. Berleben baja su máscara de combate y los acompaña.
Poco a poco recorren cada recoveco, despejando y limpiando la zona, hasta alcanzar el punto indicado: El cruce al final de la calle, donde se ubica un enorme vehículo volcado sobre uno de sus lados, utilizado seguramente como transporte público en otra época de la humanidad.
El Capitán levanta su mano, todos se detienen.
-Recuerden el objetivo, señores, hoy no podemos tener bajas.- El susurro es sólo captado por los oídos de cada soldado en su casco.
Las máscaras de combate se llenan automáticamente de datos y números que indican la posición exacta del objetivo en cuestión.
Dentro del vehículo puede verse una figura humana emanando un calor intenso. De a poco se trepa a una de las ventanas y emerge, con la luz de la luna golpeando sus espaldas. Es un chico, de no más de cinco años. Un par de Sombras se miran entre ellos, preguntándose si están apuntando al enemigo correcto. El pequeñito se entretiene comiendo algo, su delgadez es notoria, al igual que su suciedad. Parece haber pasado bastante tiempo en las calles por su propia cuenta. Lo más llamativo en él, sin embargo, no es esto sino el color de su pelo y piel, ambos totalmente blancos, en contraste total con el negro de sus ojos.
-Cuando dé la orden abrirá fuego el más cercano a la posición del objetivo.- Deja oír una vez más Arlong Berleben, dejando en claro que no le importa la edad ni el débil estado que aparenta su presa.

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El Apagón - Por Alejandro Carugatti
Science Fiction100 años después de un gran apagón a nivel mundial, el gobierno militar de Argenthum pone en marcha un enorme operativo para atrapar al sujeto que podría darle la victoria en la guerra civil que azota el país.