Cortos Blackbonnet

• BlackBeard •

El día había pasado particularmente tranquilo, aunque había algo que le preocupaba, Ed estaba callado, quizás demasiado y eso solo lo ponía nervioso

- Ed, amor... ¿Sucede algo?

- No es nada, solo estoy un poco cansado.

- Entonces termina de cenar y ve a la cama, pronto te haré compañía, iré a hablar con Lucius de un asunto

- De acuerdo - Pero no estaba del todo seguro... Había algo diferente en la mirada de Ed....como si...

Pero no dijo nada más y salió del comedor, entre más rápido atendiera su asunto, más rápido volvería con Ed.

Suspiro cansado, la conversación se había extendido más de lo que hubiera querido pero habían llegado a una conclusión, al menos por ahora

Lucius lo sospechaba también, esperaba que no fueran ciertas sus conclusiones.

- Entro lentamente a la habitación, pero no vio a Ed por ningún lado así que simplemente se sentó un momento en el sofá.

- Ya veo, asi que volviste -Escucho esa voz gruesa, demonios entonces Lucius tenía razón.

- Ed... -

Pero sus reflejos le alertaron en el momento que una botella fue lanzada hacia el con fuerza mientras se hacia añicos contra la pared al haberla esquivado de suerte.

- Se levantó lentamente mientras miraba a aquel hombre sentado sobre la mullida cama que compartían fumando en su pipa - Te gusta la nueva decoracion? Sabes Izzy tenía razón ese era un maldito espacio desperdiciado.

Hace algún tiempo que se había dado cuenta, Ed sufría de personalidad múltiple, en el existían dos personas, Barbanegra y Edward Teach, normalmente no veía con frecuencia a barbanegra, solo de vez en cuando aparecía pero por órdenes del mismo se marchaba y no hablaba con el, pero sabía que en algún momento tendría que hacerlo, Edward lo había perdonado pero... Barbanegra no.

- E... - vio la mirada de furia que le dedicó así que se corrigió- Barbanegra yo...

- Mejor lárgate! No quiero escuchar nada que venga de ti! - estuvo tentado a irse pero sabía que si lo hacía jamás podría avanzar con el sujeto frente a el.

- No - dijo firme

- ¿Que? -

- Ya me escuchaste, no pienso irme de aquí hasta que me escuches

De inmediato se puso de pie y pudo sentir el aura pesada alrededor del hombre, dios le temblaba hasta la médula

- Veo que tienes muchas agallas para venir aquí después de dejarme solo en aquel muelle, pero sabes algo... - lo tomo del cuello y acercó una daga al mismo - No volverá a pasar, te mataré ahora, ya que no lo hice la primera vez que tuve la oportunidad.

- Si me pagarán por todas las veces que has dicho que querías matarme probablemente sería millonario - y eso cabreo más al hombre que no dudo colocarlo sobre el suelo -

- Parece que está un poco obstinado mi Caballero Pirata, debería quitarte esos aires arrogantes.

- Escucha se que estás molesto, yo lo estaría, pero es algo que no he podido contarte, y me gustaría que me escucharás, ya después si deseas arrojarme por la borda lo aceptaré.

El hombre se quedó serio un momento sin decir nada así que continuo - Se que no debí dejarte en el muelle, a ninguno de los dos, pero... No tenía otra opción, Chauncey me llevo lejos con la intención de asesinarme esa noche, pero parece que tengo una terrible suerte para que mis enemigos se disparen solos - soltó una pequeña risa que no cambio el rostro de hombre - me dijo algo que me pareció cierto, que yo arruinaba las cosas bellas, que las profanaba, que habia arruinado al mejor pirata de todos los tiempos y yo... Lo creí, porque eres increíble, y yo no quería arruinar todo lo que has construido, porque aunque no conozco del todo tu pasado, se que tú... - y pronto sintió una mano encima de su boca, callandolo de inmediato