Seguiré anhelándote hasta el final de mis días mujer de piel canela
Guardaré en las profundidades de mi alma tu recuerdo, para que entibie mis noches de soledad.
No me olvides mujer de luz, siempre tendrás una parte de mi en las tinieblas.
Que seas feliz en los brazos que te rodean.
Incluso compartiendo mi cuerpo con alguien más, siempre estarás tú.
Tal vez en otra vida, pueda llamarte mía.
Oblivion - Piazzolla
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- Me relajas en las noches, habitas en mis sueños, vives en mi mente. Y a veces, más de las que quisiera, desearía que no fuera así.
Johnny estaba, como incontables veces, con las manos curvadas sobre las cuerdas de su guitarra. Desde lo más profundo de su ser, el caos se mezclaban con las notas, implorando ponerle fin a su dolor, aquel dolor, aquella melodía, que solo era para ella. La mujer a la que miraba sin poder tocar. Quien lo había liberado de las cadenas, para condenarlo de nuevo.
La música se convirtió en melancolía, la necesidad se arrastraba atravesando su cuerpo, surgiendo a través de sus dedos hasta la guitarra acunada entre sus brazos, era ella, la música, una de las pocas cosas que le recordaban que estaba vivo.
Podía sentir las miradas sobre él. Podía oír la respiración de la agitada multitud, el aire moviéndose a través de sus pulmones, incluso podía oír a su sangre correr por sus venas.
Ellos murmuraban, no solo su canción, murmuraban conversaciones. Secretos. Palabras entre líneas. Oyó los susurros de mujeres que discutían sobre él. Sonrió, algunas querían acostarse con él por razones equivocadas, y él solo quería a alguien más.
La canción terminó, la multitud rugió, saltando, aplaudiendo y gritando con la euforia invadiendo sus sentidos.
Él miró al hombre que esperaba en un lateral mientras terminaba el concierto. Malcom estaba bebiendo de una botella de agua, cuando le devolvió la mirada con una ceja arqueada. Mientras levantaba la tela de un brasier negro que alguien había arrojado desde la multitud, agradeciendo el acto.
¿Qué estás haciendo? Johnny leyó en su expresión claramente, provocando su risa cuando colgó la tela en su hombro.
Intentó ver entre la multitud mientras la luces enceguecían su visión.
¿Qué estaban haciendo allí? No estaba seguro. Tal vez estaba esperando algo... a alguien.
Los dedos de Johnny encontraron otro ritmo, uno mas oscuro, mientras su voz rota, llenaba el espacio a su alrededor.
¿Estaría ella allí? Había invitado al equipo a su concierto con Jeff Beck antes de aquella noche, aquella que no lograba olvidar. ¿La habría olvidado ella? Tal vez si. Al final, cuando todo terminó en ese juzgado, ella se había escondido y él había sido un cobarde por no ir detrás de ella. Ahora, tiempo después, por los malditos paparazzi que había aprendido a odiar, sabía que ella estaba con él.
Sintió como la muchedumbre empujaron más cerca del escenario, sin ser conscientes de que lo hacían. Mantuvo los ojos cerrados, bloqueando la visión de la multitud, perdiéndose en su canción para ella. ¿Dónde estaba?
Fue el sonido de la batería lo que hizo que tiempo después levantara su cabeza y dirigiera su mirada a la multitud, fue allí cuando entonces la vio, ella estaba allí, con los demás. Habría deseado preguntarle a Ben por ella, mas no lo hizo.
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La Incondicional || Camille Y Johnny
FanfictionADVERTENCIA ⚠️ One shot! contiene contenido +18. Si la lees, es bajo tu responsabilidad. ¡HISTORIA FICTICIA!