~ᙏɩꙆꙆoᥒᥱ⳽ ᑯᥱ ᑯóꙆᥲɾᥱ⳽~

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Felix

En un principio, envenenar a gente me causaba remordimiento y me dolía quitarle la vida a una persona que probablemente tendría familia. Pero, nunca olvidaré el día en que envenené a sangre fría al hombre que me quitó la virginidad, a partir de entonces me daba igual quien fuera la persona, no tenía remordimiento ni cargas de conciencia. Chan encontró ese don en mi, de no tener remordimiento, y no sé cómo  se enamoró de mi. O yo de él. Ambos conectamos en el momento que nos miramos, y creo que ese es el pilar de nuestra relación, que conectamos en todo...

–¿Está todo listo? ¿Todos en sus posiciones? – preguntó Jeongin en el furgón vigilando que no hubiera nada fuera de lo común que les impidiera efectuar el golpe.

–Todos listos, Minho ya sabes que hacer. – cuando estaba esperando junto a los hombres de aquella noche, le llamó la atención como uno de ellos no paraba de hablarle de un favor a otro.

Cuando llegó la carga, Minho echó un vistazo a sus compañeros que estaban infiltrados como cargadores del muelle y trabajadores. Cuando se acercaron al camión, Chan intervino primero sacando su arma, tras esto los demás se acercaron sacando sus armas también. Los arrinconaron.

–Darnos todo ese dinero. ¡Rápido! – amenazó Chan llevando la cara tapada, los hombres sin saber que ocurría los miraron a todos que iban con pasamontañas. El hombre empezó a sacar las bolsas de dinero dándoselas a Chan y a los demás, Minho sonrió apuntandoles.

Se fueron rápidamente cuando consiguieron todas las bolsas de dinero.

–Como nos sigáis o aviseis a alguien, os mataremos. – amenazó Felix huyendo con sus compañeros, al entrar al furgón y arrancar todos vitorearon.

Durante todo el camino fueron hablando de todos sus golpes y atracos, de como empezaron y como estaban ahora. Al llegar a casa Changbin sacó el champán y Seungmin se encargó de ayudarle a servirlo.

Chan abrió la bolsa y sacó dos fajos de billetes.

–¡Un brindis por nosotros! – gritó Chan sonriendo, todos brindaron con las copas, estaban felices por el golpe y después de algunos deslices habían podido efectuar ese golpe que tanto ansiaban.

Mientras celebraban y hablaban felices de su trabajo el teléfono de Minho sonó, este se levantó y fue al pasillo a atender la llamada.

–¿Si? – preguntó apoyándose en la pared. Del otro lado de la línea se escuchó una risa burlona.

–Pero si es verdad que sigues vivo Lee Know, ¿te acuerdas de mi? – preguntó la voz de la mujer, Minho frunció el ceño reconociendo la voz, otra risa resonó en la otra línea del teléfono.

–¿Qué quieres de mi esta vez Ryujin? – dijo con enfado, la voz rió.

–¿Qué qué quiero de ti? Como si no nos conocieramos Lee Know. Sé que estás aquí en Australia,solo quiero una cosa, reunete conmigo en el polígono industrial de las afueras de la ciudad dentro de una hora, ah y ven solo. O por el contrario te pasará lo mismo que a tu hermanito. – dicho eso la llamada se colgó, Minho apretó el móvil y volvió al salón, todos le miraron.

–¿Va todo bien? – Minho negó sentándose al lado de Jisung.

–Tengo que irme, Ryujin... – todos se quedaron mirándole.

–¿Tu ex? ¿La que mató a tu hermano? – Minho asintió, suspirando. Le preguntaron si hacía falta montar un operativo, pero el pelimorado negó.

–Tengo que ir solo, voy a ver qué quiere, estamos en contacto chicos... – se levantó y salió de casa, Seungmin se levantó.

–Voy detrás de él a vigilar. – dijo, Chan asintió y Seungmin salió sigilosamente detrás de Minho, quien iba inmerso en sus pensamientos y móvil, no sabía para qué le había citado Ryujin.

Ni siquiera sabía como es que ella, después de 4 años, sabía dónde estaba y por qué le llamaba ahora. Tenía cierto presentimiento de que no iba a hacer algo bueno.

Mientras en casa, todos hablaban de temas irrelevantes para intentar despejar la mente de lo de Ryujin. Pero quien no era capaz, era Jisung, que no paraba de darle vueltas y estaba callado sin hablar. Changbin le miró.

–¿Qué pasa? – le preguntó el rubio, Jisung le miró.

–Que no me fío de esa mujer además me da miedo... Ella y Minho tuvieron una historia de amor bastante bonita hasta que ella mató a su hermano... – habló sintiéndose mal.

–Jisung, Minho no va a hacerte nada, tranquilo, lo que me da a mi miedo es que ella haga algo. – habló Chan mirándole, Jisung suspiró asintiendo.

Por otro lado, Minho llegó a donde se había citado con Ryujin, sin saber que Seungmin le había seguido. Este se mantuvo escondido pero cerca para escuchar la conversación.

Ryujin se acercó a Minho al verle llegar, había varios hombres más por allí cerca.

–Cuanto tiempo sin verte guapo... ¿Cómo estás? – preguntó ella con una sonrisa acercándose a Minho, quien intentó mantener las distancias.

–Al grano Ryujin, ¿qué quieres? – preguntó siendo arisco, ella rió.

–Vas a tener que tratarme mejor si quieres que las cosas vayan bien, para empezar vas a hacerme varios favores. – sonrió ella mirándole, Minho tensó su mandíbula mientras que ella se acercaba a él y pasaba los dedos por su abdomen.

–Vas a ayudarme a estafar algunos millones, y vas a matar a unas personitas. Sino, ese chico tuyo acabará en una celda, esta vez con más de cinco hombres. – ella sonrió al ver como el rostro de Minho palidecía pero se veía enfadado, mucho.

–Te odio Ryujin... Eres una perra. – levantó el puño pero ella lo impidió chasqueando los dedos sonriendo, dos de los hombres que la acompañaban sonrieron y se acercaron a un coche.

–Pídeme perdón y dame un besito... Porque sino... Pobre Han. – Minho miró mal a los hombres y en un murmuro la pidió perdón, ella sonriendo con triunfo se acercó a él besandole.

Seungmin recargó el arma viendo la situación, y llamó a Chan. No tenía cobertura.

“Mierda”

Pensó. Miró el panorama esperando una mínima cosa para salir de su escondite y atacar para sacar a Minho de ahí.

Ryujin chasqueó los dedos separándose de él, entonces uno de sus hombres le dio un fuerte golpe a Minho en la espalda haciéndole caer de rodillas al suelo quejándose. Seungmin se levantó saliendo de su escondite viendo como le daban otro golpe y le dejaban inconsciente, se acercó cuando le iba a meter en el coche, dio un disparo dándole al coche alertando a Ryujin.

–Encargaos de ese. – ordenó ella haciendo que metieran a Minho en el coche.

–¡Soltarle! – gritó disparando dándole a uno de sus hombres en el vientre, otro disparo resonó.








Seungmin cayó al suelo tirando su arma sintiendo que le habían disparado casi en el pecho atravesandole justo debajo del esternón. Tosió sangre empezando a ver borroso sin ser capaz de respirar bien...

𖢘EꙆ Aɠᥙʝᥱɾo☠//Stɾᥲყ Kɩᑯ⳽// Tᥱຕρoɾᥲᑯᥲ 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora