Pecadores jugando a los santos -Kookjin-

Capítulo 7 : Caliginoso

Abrió la puerta, dejando escapar un suspiro interno al ver las dos camas individuales. Se acercó a una de ellas y colocó la bolsa de lona, notando que Jin hacía lo mismo. Jungkook sintió la necesidad de disculparse por la falta de habitaciones que tenía la posada, aunque no fuera su culpa. De la bolsa sacó el atuendo que habían comprado de camino, dirigiéndose al baño.

''Tú también deberías cambiarte, ahora iremos a interrogar a los vecinos. Quiero terminar con esta misión lo antes posible''. Dijo cerrando la puerta detrás de él.

Aunque al principio Jungkook trató de persuadir a Hoseok para que les diera una misión cuando estaba ocupado con el asesinato, desgraciadamente Jin aceptó, y al día siguiente se subió al coche en dirección al lugar. El caso era sobre un hombre de mediana edad encontrado muerto, muy probablemente asesinado, detrás de una tienda. Nada raro si no fuera porque la señora de al lado insistía en que no estaba muerto y que lo había visto varias veces después de ser encontrado. Este pueblo también tenía una extraña cantidad de actividad sobrenatural; hace apenas dos semanas un cazador mató a un wendingo aquí.

Terminó de cambiarse, persiguiendo sus labios cuando notó que sólo le quedaba la corbata por poner. Se miró en el espejo intentando recordar algo sobre cómo anudarla, apenas unos segundos después se dio por vencido y pescó su teléfono para buscar instrucciones.

Como esperaba, seguía sin entender cómo hacerlo. Sólo se lo puso una vez, en su graduación, y ni siquiera entonces fue él quien se lo anudó. ¿Por qué demonios los agentes del FBI se vestían como si fueran a una boda?

Minutos después salió, encontrándose cara a cara con Jin, muy bien vestido con el traje negro. Su corazón traidor empezó a latir más rápido, notando las lisas llanuras, los grandes hombros y la diminuta cintura, los pantalones haciendo sus piernas aún más largas. Parecía recién salido de una pasarela. Jin debió notar su ritmo cardíaco porque levantó una ceja, una sonrisa de suficiencia se formó lentamente en sus labios mientras se metía las manos en los bolsillos.

Jungkook no sabía qué hacer, su mente le pedía a gritos que dejara de mirar al hombre, pero era imposible. Quería que la imagen de Jin disfrazado se le grabara a fuego en los párpados para siempre.

"No puedo hacerme la corbata". Soltó, con las mejillas empezando a enrojecer. No quería decir eso, sólo quería empezar esta maldita misión, pero parecía que su boca tenía otros planes.

Para su vergüenza, Jin se acercó y le quitó la prenda de las manos para ponérsela al cuello. Sus ojos se abrieron de par en par ante la proximidad. Mientras Jin se afanaba en hacer el nudo, podía sentir sus bocanadas de aire en las mejillas, su corazón dando vueltas en su caja torácica. Jungkook miró hacia abajo, incapaz de permanecer impasible teniendo al impresionante hombre tan cerca, observando cómo unos hábiles dedos alisaban la corbata. Para su horror, la mano se detuvo en medio de su pecho, con su corazón latiendo poderosamente contra él. Sintió un poco de frío en su piel, la vergüenza y el deseo lo hicieron enrojecer.

''Jungkook''. Jin llamó, y la cabeza del humano se levantó inmediatamente. Sus ojos se encontraron, la respiración de Jungkook se detuvo en sus pulmones al ver las pupilas dilatadas, motas de rojo bailando dentro y fuera mezcladas con algo diferente, algo que no había visto antes. Pero por encima de cualquier otra cosa, estaban buscando, parpadeando con desconcierto, como si quisiera ver directamente en el alma del cazador. Entonces su expresión se apagó, su frente se arrugó y durante unos segundos sus ojos miraron fijamente la corbata, casi quemándola con su intensidad. Entonces se giró de repente, dejando a Jungkook preguntándose qué demonios acababa de pasar. ''Vamos''. Dijo, caminando solo hacia la puerta. El cazador le siguió, un poco sorprendido por el cambio.