De vuelta a Hawkins

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; 𝙈𝙖𝙙𝙞𝙨𝙤𝙣

Un día normal comenzaba, las clases de la mañana fueron aburridas como siempre y noté algunas miradas que no pasaban para nada desapercibidas sobre mi, tal vez el rumor de que pasé demasiado tiempo con Steve Harrington durante el verano se esparció más rápido de lo que había pensado. Todo el mundo en esta escuela veía a Steve como un rey, o al menos esa impresión habían demostrado antes que se graduara (Omitiendo los entrenamientos de Basquetball en donde Billy lo hacía pedazos, obviamente). Pero en general, el famoso rey de la Escuela Secundaria Hawkins no se juntaba con gente extraña y sin ningún estatus importante socialmente como yo, y tenían razón, eso describía al Steve de antes, pero ahora su lado de idiota se había desvanecido, al menos conmigo y Robin.

En cuanto sonó la campana para anunciar la hora del almuerzo me puse mis audífonos y reproduje "Roxanne" de The Police en mi walkman mientras ordenaba mis cuadernos y me levantaba para dirigirme al comedor.

Luego de llenar mi bandeja con algunas cosas que me gustaban elegí una mesa vacía para poder comer tranquila, saqué un libro y empecé a leer aún sin quitarme mis audífonos. A pesar de eso pude escuchar como un alumno se subía a la mesa, cuando levanté la mirada pude ver a un chico de cabello rizado, más o menos de mi edad con una chaqueta de mezclilla y una camiseta con el logo de algo que no pude reconocer, pero todos en su mesa lo tenían, así que supuse que era un club de juegos o algo parecido. Fruncí el ceño mientras bajaba mis audífonos y escuché lo que tenía para decir, aunque pareciera que estaba hablando con su grupo, se podía oír en todo el comedor.

- Mientras te interese una banda musical, o la ciencia, o las fiestaas - Hizo una mueca, enfatizando con tono burlesco en la última palabra mientras daba pasos lentos por la mesa - ¡o un juego donde tiras pelotas a un cesto de ropa sucia!.

- ¿Quieres algo, rarito? - Habló un chico rubio, lo reconocí por la presentación que había dado unas horas antes.

El chico de cabello rizado imitó cuernos en su cabeza con sus dedos índices y sonrió burlesco mientras le mostraba la lengua, por lo que reí levemente desviando la mirada.

; 𝙀𝙙𝙙𝙞𝙚

Escuchando las risas de mis amigos me bajé de la mesa y le di la pasada a unas porristas que caminaban cerca para luego sentarme.

- Ése es el verdadero monstruo.

Dando por terminado mi discurso, desvié la mirada hacia la chica que había reído antes por mis burlas, ahora tomaba su libro de nuevo y los audífonos le tapaban los oídos. Llevaba el cabello corto, hasta los hombros y era color negro azabache. Pude notar que su piel era blanca como la nieve y tenía una concentración impecable a la hora de leer.

- Así que, hablando de monstruos... - Dustin habló pero antes de que pudiera terminar, apunté a la chica que estaba mirando.

- Ella... ¿La conocen?.

- ¿Madison? no, para nada.

Mike le dio un codazo mientras fruncía el ceño y yo giré la cabeza hacia ellos lentamente. Sólo bastó ése movimiento para que Dustin aclarara su garganta y se acomodara en el asiento, nervioso.

- Quiero decir, sí la conocemos, pero no hablamos con ella hace tiempo.

Sonreí ligeramente y comí un poco de mi almuerzo antes de levantarme de nuevo, empezando a caminar a pasos lentos.

- ¿Les puedo ser honesto? estoy luchando con uñas y dientes para obtener una D en la clase de O'Donell, así que les diré lo que pasará dentro de un mes: si no la cago al final, voy a caminar por ése escenario - Hablé dando pequeños pasos, como si estuviera bailando - voy a mirar al director Higgins a los ojos, le voy a levantar el dedo - hice la demostración - le voy a arrebatar ese diploma y voy a salir corriendo de aquí.

Mientras los demás reían conmigo me di vuelta mirando disimuladamente a la chica que, al parecer, se llamaba Madison y una pequeña sonrisa ladeada se formó en mi rostro. Me acerqué a Mike y Dustin quienes dejaron de reír como idiotas y los abracé por los hombros, apretandolos ligeramente.

- Y ustedes, van a ayudarme con la chica de la otra mesa.

Los dos la miraron, por lo que junté sus pequeñas cabezas haciendo que chocaran.

- ¿No saben disimular?

- ¿Como podemos ayudarte, exactamente? - Mike me miró de reojo y los solté, sin embargo, me acerqué para poder hablarles más bajo.

- La conocen, ¿verdad? no me importa esa mierda de que ya no hablen, serán la excusa perfecta para acercarme.

Vi a Dustin hacer una leve mueca y abrir la boca para decir algo, pero le di un golpe en la nuca y me alejé.

- No quiero objeciones, no luego de que fueran incapaces de convencer a Lucas para que se quedara este sábado.

- ¿Cómo lo supiste? - Dustin se incorporó en su silla, frunciendo el ceño debido a la confusión mientras que yo suspiraba sentándome en mi silla.

- Por algo soy el líder. - Sonreí burlesco mientras los demás reían y borré mi sonrisa de golpe, tirando sólo un poco de mi comida a los dos. Tomé aire juntando mis manos - Ahora, van a hablarle sobre el juego y luego yo la invitaré, ¿está claro?.

Conseguí un asentimiento de cabeza como respuesta por lo que me quedé satisfecho. Dedicando una última mirada a la chica, tomé la estúpida revista que estaba leyendo hace unos minutos y la bote a la basura, atinando en el primer intento.

- Al parecer el juego de la cesta de ropa sucia no es muy difícil.


𝒍𝒆𝒕 𝒎𝒆 𝒊𝒏𝒕𝒐 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒉𝒆𝒂𝒓𝒕 | 𝖤𝖽𝖽𝗂𝖾 𝖬𝗎𝗇𝗌𝗈𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora