El poder de una mirada.

🌸 MAMÁ: 🌸

Querer conocer a mi madre fue todo un problema ya que mi padre nunca me contó nada sobre ella, Pero cuando al fin la pude conocer, para mí todos mis problemas se resolvieron por un momento.

Al entrar en la sala ví a la que era mi maestra en la escuela y a mi padre con una cara de furia.

- Jayden..., Hola.
- Hola maestra.
- Hay algo que quiero que sepas...
- ¿Qué?
- Jayden..., Cariño la verdad es que yo..., Soy tu madre.

Al escuchar eso, inmediatamente voltee a ver a mi padre, el cual tenía sus puños apretados al igual que su mandíbula, al notar que lo estaba viendo el solo asintió con su cabeza y me hizo una seña de que me podía acercar.

Me acerque a abrazarla y ella igual me abrazo, el abrazo duro por mucho tiempo. Disfrute tanto ese abrazo ya que por parte de mi padre en los 8 años que tenía de vida en ese entonces nunca recibí un abrazo de su parte.

- ¿Mamá?
- Sí, mi amor..., soy tu mamá.
- ¿Porque nunca te había visto?
- Ay mi vida, ya habrá tiempo para contarte sobre eso, por ahora, ¿Te parece si nos conocemos bien?
- Si...
- Bien..., Mañana saliendo de la escuela te llevo a pasear, ¿Te gustaría?
- Voltee a ver a mi padre el cual solo arqueó una ceja.- Lo siento no puedo debo entrenar mañana con mi padre.- dije triste.
- Oh vamos a él no le molestará.
- Pero...
- Hijo puedes ir pero regresando deberás entrenar más.
- Si padre.
- Bueno, entonces mañana nos vemos.

Al día siguiente, al llegar a la escuela me daba gusto saludar de nuevo a mi "maestra", pero más emoción me dió salir por primera vez a un lugar que no tuviera que ver con deportes o peleas..., Ya que si salía con mi padre solo salíamos a partidos o a ver la lucha libre en vivo.

Pero como prometí al regresar a casa mi padre me dió el entrenamiento más duro que nunca me había dado, y en la escuela fue un tormento.

- ¿Jayden?, ¿Estás bien?
- Con todo el dolor del mundo disimule e intenté contestar.- Es...toy bi...en señorita.
- Cariño..., Ve a enfermería no luces muy bien.
- Pero le digo que estoy bien no sé preocupe.
- claro..., Bueno continuemos con la clase.- dijo volviendo su vista al pizarrón.

Al salir al receso conocí a quien sería mi mejor amiga de la primaria.

- Hola!- dijo una linda niña de hermosos ojos verdes y cabello negro color azabache brilloso.
- Hola.
- ¿Me puedo sentar?, Es que te ví muy solo.
- Claro, siéntate.
- Gracias.- dijo sentándose y sacando un sándwich de su lonchera.- Soy Wendy.- Estiró su mano.
- Jayden.- Aceptando su saludo de mano.

Desde ahí la considero mi mejor amiga, pero le oculte bastantes cosas de mi vida como el hecho de que no soy como los otros niños, que mi familia no es como las demás familias.

Había cosas sobre mí que no quería que ella supiera, y claro que iba a hacer lo posible por ocultar le lo más posible la existencia de mi padre.

Al llegar a casa como era costumbre mi padre llegaba tarde, y no faltaba el día en el que él no llegara tomado daba miedo cuando llegaba de esa forma.

- ¡YA LLEGUÉ!- dijo haciendo tanto ruido como le era posible y azotando la puerta.
- Bienvenido padre.
- Hola mocoso.- dijo alborotando mi cabello.- ¿Me preparaste la cena?
- Así es.
- Excelente, porque tengo hambre.- dijo sentándose a comer.

Al dar el primer bocado hizo unos gestos raros y dejo caer sus cubiertos sobre la mesa haciendo demasiado ruido.

- ¡¿QUÉ FUE LO QUE TE DIJE SOBRE DARME DE CENAR COMIDA CONGELADA?!- dijo molesto.
- Lo siento padre..., Llegué tarde de la escuela tuve un accidente, y no tuve tiempo de preparar algo.- dije nervioso.
- ¿Accidente?, ¿Qué accidente pudo haber tenido un mocoso de 8 años?

A eso no supe que responder por lo que no dije nada, a mi padre no le gusta el silencio y menos durante una discusión.

- ¡CONTÉSTAME!, ¡¿QUÉ PROBLEMA TIENES?!
- Ninguno.
- Bueno entonces mañana espero una mejor cena que está porquería..., ¿Entendiste?
- Si señor.
- Bien ve a tu cuarto.