~Patrick~

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Camino por los pasillos de mi instituto. La Música de Linkin Park retumba en mis oídos. Me dirijo a la cafetería, ya es hora del almuerzo. Veo a las personas pero no les prestó atención. No me importan, igual que ellos yo no les importo. Continúo caminando hasta que mis pasos son detenidos por un pie que se atraviesa en mi camino haciéndome caer de cruces en pleno pasillo. Veo a las personas reír, pero no las escucho. Mis libros quedaron todos esparcidos por el suelo, y mis gafas salieron volando hacia algún lugar. Tomo mis libros y encuentro mis gafas pero estas tienen un cristal roto. Veo de reojo a Lorena. Una chica popular tan solo porque se acuesta con todo el equipo de americano.  También veo a Ámbar y a Milena. Las tres ríen se acercan a mí y me tiran los auriculares para que les escuche.

-Mira a quien tenemos aquí. Ema Thompson.- Ríe burlona

-¿Qué quieres?.- Le suelto enfadada desde que mis padres murieron,  me volví un poco más iracunda de lo que era antes.

-No me hables en ese tono estúpida.- Toma mis gafas que ahora están rotas y termina de romperlas.- Pobrecilla cuatro ojos sus gafas ya no sirven.- Las tira al suelo yo no reacciono. Tan solo me coloco nuevamente los audífonos y continúo con mi camino.

Cuando llego a la cafetería me siento a comer mi baguel saco mi repuesto de gafas de mi mochila y me las coloco. Ja ja ja. Me dispongo a leer un libro, comer  y escuchar música. No me gusta relacionarme con las personas de mi instituto. Son crueles, y como soy la nerd me toman de patito.

Termino de comer cuando alzo la vista y me percato de que ya no hay nadie en la cafetería

-Maldición.- Me digo a mi misma antes de ponerme de pie y correr a mi clase. No me di de cuenta cuando toco el timbre. Corro por los pasillos del instituto. Llego al salón de clases y me paro en el umbral. El profesor de aritmética me ve burlón y enfadado a las ves. Yo continúo manteniendo mi rostro inexpresivo

-Mire la Hora que llega Señorita Thompson.- Se burla. Este maldito viejo siempre la ha cargado conmigo, aunque tengo excelentes calificaciones. No sé qué le pasa.-Váyase y regrese cuando le importe llegar a tiempo a mi clase.- Ruedo los ojos. Maldita sea, me perdí una clase y todo por su culpa.

-TCH.- Chisteo a mí misma por ser tan estúpida. Camino por el pasillo cuando a lo lejos diviso a Lorena y a las demás plásticas. Doy media vuelta sobre mis pies. Lo menos que quiero son problemas o que me insulten. Camino hacia el patio de la escuela. Me voy a mi casa. Aritmética era la última materia del día y ya que no la daré me regresare a mi casa. Salgo de la escuela y empiezo a caminar. La hermosas voces de Il Volo inundan mis oídos. Veo mis pies mientras camino. Mi mente se olvida de que tenía que regresar a casa y termino en el parque.

Bueno ya que estoy aquí me relajare un poco. Me siento en una banca y vuelvo a sacar mi libro para leerlo. Leo unas 10 páginas y estiro mi cuello. Veo por un instante a las personas caminando de aquí y allá .Mis ojos se detiene al ver al chico de ayer. Lleva un jersey azul y unos vaqueros con zapatillas deportivas. Emboza una sonrisa ladeada. Se pone de pie y se marcha. Yo me quedo allí. Leyendo mí libro.

Lo termino. Me pongo de pies estirándome un poco cuando noto que ya oscureció. Mierda. Mi hermano me la va a montar otra vez. Camino con intención de tomar un taxi cuando un fuerte grito se escucha detrás mío

-¡Señorita Ema!.- Reconozco esa voz en donde quiera que esté. Me volteo y me encuentro con Robert corriendo hacia donde mí. Tiene un gesto de alegría y me imagino que estuvo buscándome bastante tiempo. Llega hasta donde estoy y jadea ferozmente, creo que por correr tanto. Le veo inexpresiva.

- ¿Dónde se había metido señorita Ema?. El amo William está preocupado y enojado al ver que usted no llego Hace 2 horas con Michael.- Ruedo los ojos, Ahora sí que se me va a armar una grande.-Vamos al auto.- Me dice antes de ponerse a caminar por delante de mi yo le sigo pensando en todo lo que le diré a mi hermano. Llegamos al auto, El abre la puerta y yo entro, Robert rodea el auto y entra en el asiento del conductor mientras se pone en marcha al paredón

Enamorándome de mi mayordomoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora