Personaje en Tokyo Ghoul

Capítulo 1 ─ Dark Smile

─Será mejor que empieces a hablar─ dijo una mujer de pelo violeta corto.

─¿Este es su territorio?─ pregunté.

─Sí, vete, el distrito 20 es tranquilo─ dijo la mujer, parecía tener unos 17 años.

─Bueno... ¿Qué tal si cedes el territorio?─ ofrecí, sonriendo macabramente (no se notó debido a la máscara)

─Gracioso─ dijo ella.

─¿Cuál es tu distrito?─ indagó.

─13─ respondí.

Ella se tensó y tomó una posición de pelea.

─No es necesario llegar a tu muerte, ¿No?─ pregunté sin mucha paciencia.

─Las reglas aquí no son como en tu territorio─ dijo ella.

─¿Ah no? ¿Cómo son?─ cuestioné de forma sarcástica.

─El territorio es mío y de nadie más─ habló ella segura.

─Ok, si por casualidad murieras yo podría reclamar el territorio─ dije feliz.

Activé mi kagune negro con toques azules oscuro tipo koukaku y envolvió mi brazo derecho hasta pasando la mano. De un corte rápido la atravesé a la mitad, o eso pensaba hasta que aparecieron dos ghouls más, una con máscara de perro y otro con máscara de mono, eran conocidos por ser peligrosos, pelear contra tres sería molesto, además pudieron parar mi golpe.

─dark smile... ─ susurró el de la máscara de mono.

-─Oh, qué bien, soy conocido, espero este lugar de caza─ dije.

─No será posible─ respondió la de máscara de perro.

Hizo una señal y me encontré rodeado por veinte ghouls con su misma máscara, además habían en el techo algunos... molesto, muy molesto.

─Sacar a un rango S cerca del SS no es tan fácil─ dije.

─Hay que probar─ dijo ella.

─Interesante mentalidad─ dije desanimado.

Sin dudarlo me lancé a ellos esquivando los ataques de los tipo ukaku mientras iba despedazando a sus subordinados. Al terminar de masacrar a los veinte terrestres, solo faltaban los ukaku pero subir era mucho problema, no quería pasar por tanto, yo solo ataqué a una niña y de la nada aparecieron todas estas personas.

─Está bien, no disparen, molestia─ dije guardando el kagune.

Los ukaku dejaron de disparar y la máscara de perro parecía molesta.

─Masacraste a veinte de mis tropas ¿En serio esperas no morir?─ preguntó la máscara de perro.

─Ja! Ya conseguí comida, gracias por la cortesía, lamentablemente fue un desperdicio y... ¿Morir? ¿Por esto?─ dije entre risas y bostezos.

─Tu risa es tan repugnante como la sonrisa de tu máscara─ dijo ella.

─Hey, ¿Qué tiene de malo la sonrisa de la máscara? Es una sonrisa angosta de mejilla a mejilla blanca, sin resaltar dentro de una máscara negra con agujeros para los ojos los cuales tienen cristales (también tienen aumento pero no lo diría), excelente para asustar y matar─  bromeé.

─Te tomas muy a la ligera la vida─ dijo el mono.

─¿Cómo me la debería tomar?─ pregunté, no me importaba lo que dijera pero sería gracioso.

─Con más seriedad, la vida de los demás y la tuya se tiene que apreciar─ dijo serio.

─Ajá, como digas, ahora ¿Me van a ayudar a limpiar los cadáveres?─ pregunté.