VII

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Decir que Jungkook no estaba nervioso era mentira, y siempre que estaba nervioso tendía a cagarla pero hoy se había prometido no hacerlo, no cuando el universo le estaba dando la oportunidad de remediar su mala suerte. Ese día parecía que todo estaba a su favor, había salido una hora antes de las que sale siempre por lo que fue al taller por su moto. Si, el pelinegro tenía una moto pero tuvo que dejarla en el taller y venirse en bus ese día. Estaba agradecido que se le haya dañado o no hubiera conocido a ese lindo chico.

No tenía nada planeado y preferiría que todo fuera un suprais madafaka. Llegó con su aura de fuck boy pero es que no lo era, que tuviera garche fijo no significaba eso. Bueno como decía, llegó a la puerta de la universidad y se puso delante de su moto con su celular para hacerce el "interesante" o solo para calmar sus nervios.

Por otro lado, Jimin estaba saliendo de clases y conversaba con sus amigos quienes preguntaban sobre quien era el "cincuentón" con el que saldría, él solo se limitaba a asentir y sonreír. Obvio estaba buscando con la mirada a aquel chico que le quito la h de heterosexual para pasarlo al otro bando, ya saben, la h de Homosexual.

Jimin tampoco sabía que es lo que harían pero le encantaban las cosas improvisadas e iba a aprovechar al máximo esa cita, capaz y le aceptaba otra al chico.

No le envío mensaje alguno pues ya lo había visto, la verdad es que ese chico era bien lindo. Tenía una campera de cuero, los pantalones en color azul rotos, botas negras altas y la camiseta de cuello alto negra. Si, era la definición de su tipo ideal, además que tenía unos piercing en sus labios y ceja.

Suspiro y si despidió de sus amigos, ellos preocupados le dijeron que mande un puntito al grupo si lo habían secuestrado o dos si todo salió bien y ahora iba a ser alguien con plata. Él asintió y se dirigió donde estaba el pelinegro.

Se aclaro la garganta para llamar su atención.
— Así que.. ¿como te llamas? -sonrio, si no le había preguntado el nombre aunque estuviera escrito en su Twitter.

El pelinegro levantó su mirada y sonrió.
— Jeon Jungkook, un gusto conocerte Jimin -oh por dios, si sabía su nombre (el menos acosador)

—Así que sabes mi nombre -rió- Un gusto, Jeon  -le extendió la mano que el contrario tomó y beso

Basta parecía la típica escena del príncipe besando a su doncella en la mano o esas escenas de adolescentes hormonales de del odio al amor pero me encanta y nos encanta así que no importa.

Conversaron unos cuantos minutos y Jimin acepto que Jungkook lo lleve a cualquier lugar, se iba a dejar sorprender por este. El pelinegro le dio un casco y lo ayudo a subirse a la moto, el sonido del motor se oyó minutos después y las manos de Jimin pararon en la cintura del chico.

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𝐇𝐄𝐓𝐄𝐑𝐎 ;; jik au Donde viven las historias. Descúbrelo ahora