Pt. 4 "Día libre"

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Narrador:
A la mañana siguiente... A las 8:00 a. m....
Fang continuaba dormido. Se despertó en la madrugada pero sintió un fuerte dolor de cabeza, lo que hizo que volviera a dormir.
Brock estaba bastante relajado. Se había despertado desde temprano y con muy buen humor.
Colt seguía dormido. Se había desvelado hablando con su guardaespaldas. Ambos se caían bien y se dedicaban una que otra mirada.
Edgar se estaba despertando apenas. La tienda la abrían a las 9:30 a. m. y ya se le estaba haciendo tarde para apresurarse.
Colette ya había despertado y estaba haciendo el desayuno para Edgar y ella.
Byron estaba aprovechando el par de horas que le quedaban antes de ir con su estricto patrón.
Bo estaba muy confundido. Pero ya se le había quitado la gran preocupación de pagar la colegiatura de sus hijos, los cuales apenas había inscrito en el mejor colegio de la ciudad, y aparte le sobró dinero ya que Brock le pagó bien.
Grom estaba haciendo ejercicio. Era muy estricto con su físico y dieta. Aparte, creía que lucía más guapo últimamente.
Bull ya se había despertado, pero se encontraba aún acostado cuestionándose por qué de todos los patrones para los que había trabajado, solo Colt le había interesado hasta llegar a gustarle.

...

Cuando Fang despertó, ya eran las 9:00 de la mañana. Todos sus empleados irían a su casa dentro de una hora. No tenía nada que hacer, solo bañarse, comer y... Tal vez... Ir a la tienda de regalos... Pero sabía que si iba, Byron sería un obstáculo para él, aunque bien podía simplemente pedirle que esperara en el auto, Fang no quería que Byron vuelva a ver a Edgar, y dudaba mucho que se atreviera a ir por su propia cuenta. Por lo que algo pasó por su mente: darle el día libre a Byron. Pero antes de hacerlo, quería asegurarse de conseguir a un suplente de su chofer. Así que, claro, le llamó a quien nunca le decía que no.
-Bo, ¿me podrías hacer un favor? -dijo al escuchar que Bo contestó la llamada.
-Buenos días, señor Fontaine. -contestó Bo a propósito al no haber recibido un saludo por parte de su patrón.
-Buenos días. -contestó Fang. -¿Tengo que repetir la pregunta? -volvió a decir con un tono de voz molesto.
-No, señor. Dígame. ¿En qué lo puedo ayudar? -preguntó su escolta.
-¿Podrías... Ser mi chofer solo por hoy? -preguntó Fang.
Bo se quedó en silencio por un momento, pero al final accedió. No iba a preguntar el por qué Byron no podía. Si preguntaba solo lograría que su patrón se enojara con él por cuestionarlo.
-Claro, señor... ¿Lo veo a las 10:00? -le preguntó Bo.
-Sí. Te espero. Tengo que salir temprano. -contestó Fang y sin esperar respuesta de Bo, simplemente colgó.
Luego de esa llamada, le marcó a Byron para darle el día libre.

9:50 de la mañana y Bo ya había llegado. Fang amaba la puntualidad de su escolta, y más ahora que tenía prisa por salir.
-Bo. Buenos días. -dijo Fang, quien ya estaba listo y lucía bastante apuesto.
-Buenos días, señor Wil... Fontaine. Señor Fontaine. Perdón. -dijo Bo y luego tragó saliva ante la confusión.
Fang se había regresado para buscar sus lentes oscuros, pero al escuchar que Bo estuvo a punto de llamarlo de otra forma se detuvo y se dió la vuelta.
-¿Cómo me llamaste? -preguntó Fang.
-Disculpe, no sé por qué dije eso, señor Fontaine. -respondió Bo.
-Bueno, ¿cómo me ibas a llamar? -le preguntó Fang.
Si algo odiaba, era que lo compararan o que lo confundieran con otra persona. Sea quien sea.
-Le iba a llamar señor Williams. Fue una equivocación nada más. -contestó.
-Ah, equivocación... -dijo y rió burlón.
Regresó por sus lentes y salió de nuevo. Fueron al garaje y miró cada uno de sus autos, pensando en cuál salir.
-Vámonos en el Bugatti. Es mi preferido solo porque la marca es francesa. -dijo.
Se refería a un extremadamente lujoso Bugatti Chiron. Fue el último regalo de cumpleaños que recibió de su padre. El automóvil tuvo un valor de tres millones de euros, Fang adoraba presumirlo. Bo sentía que estaba en un sueño con solo imaginar que podía subirse a ese auto.
-¿A dónde nos dirigimos, señor? -le preguntó el ahora chofer.
-Ahmm... A la tienda de regalos a la que fuimos ayer... -dijo Fang con vergüenza.
Bo se volteó para ver a Fang a la cara y lo miró muy confundido.
-Señor, es muy llamativo su auto para la zona a la que vamos. -dijo Bo.
-¿Y qué? ¡Ya te ordené algo! ¡¿O qué?! ¡¿Quieres que vaya en bicicleta?! -dijo muy alterado Fang.
-No, señor. Nada de eso. -le dijo Bo y respiró profundamente al voltearse.
Bo se dirigió a la tienda de regalos. Fang consideraba que Bo conducía mejor que Byron, pero era porque ya le tenía cierto coraje a Byron y ahora todo lo que él hiciera lo veía mal.
-¿Qué hiciste con Brock? -preguntó directamente Fang.
Estuvo muy al pendiente de las facciones y reacciones de Bo, y lo primero que notó fue que Bo tragó saliva.
-¿QUÉ HICISTE CON BROCK? -preguntó ahora alzando la voz.
-Nada, señor. Anoche lo llevé a su casa. -contestó Bo al momento en el que se detenía por un semáforo en rojo.
-Ahh... ¿Y Grom está de adorno o qué? -preguntó Fang sarcástico.
-Es que el señor Williams le dijo que se fuera, ya que iba a dormir en su casa. -le respondió Bo, deseando que el semáforo cambiara de color para irse rápido.
-¿Brock iba a dormir en mi casa? -le preguntó Fang confundido.
Bo le contó a Fang todo tal cual pasó, solo le omitió la parte en la que se acostó con Brock, obviamente.
-Uhmm... Bien, te creeré por esta vez... Pero si me llego a enterar que te estás acostando con mis amigos... Te despediré y lo notificaré a la agencia de escoltas para que te sancionen. Yo quiero a alguien serio y con ética profesional trabajando para mí. ¿Entendiste? -habló Fang serio.
Bo nuevamente tragó saliva y asintió.
-Sí, señor. No volverá a pasar. -dijo Bo y un segundo después reaccionó en que ya lo había arruinado con lo que respondió. Fang se rió en voz alta.
-¿No volverá a pasar? Ahh... Perfecto... -dijo Fang burlón.
-No, no, eh... Se escuchó mal, eh... No quiero que malinterprete lo que... -dijo, pero Fang habló a la vez.
-¡Ya cállate y llévame a donde te dije! -le dijo Fang tronando los dedos.
Bo era muy paciente. Pero ganas de darle un golpe a Fang no le faltaban.
Muchos guardaespaldas de su agencia renunciaban y eran ellos los que daban la queja del mal trato que recibieron por parte de sus patrones. Sin embargo, a Bo le tocó la grandiosa suerte de trabajar para alguien con suficiente dinero como para sobornar a la agencia aunque Bo fuera a quejarse de su patrón.

[EDITANDO] 🎬 AMOR DE PELÍCULA 🎥 FANGXEDGAR 🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora