Incluso más que cuando se presentó como omega. Y eso, ya era mucho decir.
Ya habían pasado 2 semanas desde la charla con Yeon, y no mentiría, sentía que se había sacado el premio mayor con su alfa, ¿Como era posible que fuera tan perfecto?
Ahora tenía 3 pruebas de embarazo a mano.
No había presentado los síntomas, pero ya a las dos semanas se podía saber si estaba fecundado, o no.
Yeonjun llegaría de clases como en unos 15 minutos más. A él, le había tocado ir de mañana, asique había tenido toda la tarde libre. Tenía que esperar tres minutos más, ya que la prueba, se demoraba cinco, y él se la había hecho hace dos minutos.
No mentiría, estaba completamente nervioso, sentía que se desmayaría en cualquier momento.
Y antes que entrara en una crisis, la puerta fue abierta. Al parecer el alfa había llegado antes.
- Hola cielo. - Yeonjun dejo las llaves en la mesa y se acercó a su omega, besando su frente. Vio que su vista la tenía fija en sus manos y al observarlos mejor, se dio cuenta que eran los test de embarazo. - ¿Ya sabes la respuesta?
- No, todavía no. - Beomgyu miro el reloj, solo faltaba un minuto. Trago saliva. - Me la hice hace cuatro minutos y son cinco.
Choi asintió y se sentó al lado de su omega para reconfortarlo.
No lo diría en voz alta, pero el Moria por ser padre de cachorros que le daría Beomgyu. Quería ver el fruto de su amor. Y le importaba una mierda la edad.
La alarma comenzó a sonar y Beomgyu se tensó.
Era el momento.
Suspiro por última vez y acerco la primera prueba. Luego la segunda y, por último, la tercera. Con esa, comenzó a llorar.
- ¿Y? - Pregunto el menor al borde de un ataque de desesperación, el no había visto las pruebas, solo miraba las reacciones de su pareja. Pero que llorara, tenía muchos significados.
- Seremos padres, Junnie. - Dijo Beomgyu.
- ¡Hermoso! - Grito Yeonjun y se abalanzo hacia el mayor, repartiendo miles de besos en toda la cara de este. La noticia lo había alegrado. ¡Su omega le daría cachorros! ¡Seria padre!
Con esa bella noticia, se quedaron dormidos, los dos con una sonrisa de oreja a oreja.
En nueve meses más, serian una familia.
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Y Yeonjun aprovecharía la situación, para formalizar al cien por ciento.
El menor reviso su apariencia como diez veces, en el espejo en tan solo 2 minutos.
Quería verse perfecto para lo que haría.
Después de la noticia de que sería padre, había decidido pedirle a Beomgyu matrimonio. Quería que fuesen una verdadera familia.
Bueno, aún era menor de edad, por lo que, más que una propuesta, sería una promesa a estar juntos. Podía parecer tonto, pero para él, era especial.
Así que se había duchado, peinado, puesto su mejor ropa y su mejor perfume. Lo que fue algo innecesario, pues al ser alfa ya tenía un olor propio. Pero no se dio cuenta de ello, hasta que ya se había rodeado de perfume. Sus zapatos estaban muy bien lustrados, tanto, que se lograba reflejar en ellos. Se sentía orgulloso de su trabajo,
Espero al mayor en la puerta de entrada. Pues había salido de compras.
Cuando este llego se encontró a un Yeonjun muy elegante, y no pudo evitar reírse, pues era extraño. Yeonjun siempre vestía de manera casual, con ropas anchas.
- Amor, antes de que entres y me digas todo lo que paso en tu día. Quiero decirte que me haces el hombre más feliz del mundo, en unos meses más me volverás padre, y amo que seas mi pareja de toda la vida. -Tomo aire. Había hablado muy rápido. -Te amo demasiado, y quiero que estemos juntos para toda la vida.
Así que no daré más vueltas al asunto y lo preguntare de una vez por todas... Park Beomgyu, ¿Desearías casarte conmigo en cuanto sea mayor de edad?
Beomgyu se sorprendió, pero pequeñas lagrimas comenzaron a salir de sus ojitos, estaba emocionado.
-Primero párate. - Yeonjun acato la orden - Y segundo, claro que sí, Yeonjunnie. - Le abrazo por los hombros y le beso. Sintiendo como el alfa lo tomaba de los muslos para llevarlo en brazos.
- Sera nuestra pequeña promesa, bebe.
Esa noche, volvieron a hacer el amor y la marca se renovó.
Nada podía ser mejor.
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