S i e t e

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Cada noche,

se sentaba

en su cama,

y esperaba.

«Estoy enferma de llorar.

De caerme abajo.

Sólo quiero volar

volar dónde nadie

me pueda romper,

nadie pueda

mi aguja

deshenebrar.»

Lo esperaba a él,

pero ahora es fuerte,

ya no lo hace.

La chica de los poemas muertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora