DÍA IV

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¿Recordáis cuando juraba que me iba a ceñir a los plazos y que iba a publicar a tiempo? Jajajaja, que buenos tiempos.

Ahora en serio, siento la desaparición inesperada, esta vez no tengo excusas. Os diría que intentaré publicar a tiempo, pero todos sabemos que eso es mentira.

Os dejo con el capítulo, que es lo que habéis venido a ver.

Desperté al día siguiente, solo en la sala de espera. Me desperecé y froté mis ojos. Fue entonces que me di cuenta de una cosa: estaba tapado. Caí dormido nada más sentarme, y ahora una manta cubría mis piernas. La mochila a la que entonces me había dormido abrazado yacía al lado de la silla, y creo que es obvio que yo no he hecho ninguna de estas cosas.

Claro estaba que había sido esa figura misteriosa que vi antes de dormirme. La esperanza se encendió en mi pecho como una llama que iluminaba mi interior. ¿Había más gente aquí? Y no son hostiles. ¿Finalmente lograré escapar de este sitio?

Miré a mi alrededor y no vi a nadie. Esperé a que esa persona regresase, pero tras un rato me convencí de que debía irme. Guardé la manta en mi mochila e inicié mi marcha, aún sin sacarme de la cabeza el suceso.

Empecé a caminar por el pasillo, pero pronto noté que algo estaba mal. No podía parar de mirar detrás de mí, revisando continuamente que aquello que no estaba detrás de mí la vez anterior no hubiera aparecido ahora por arte de magia. Estaba tenso, completamente alerta, preparado para que en cualquier momento un monstruo se abalanzara sobre mí.

Era incapaz de andar tranquilo, pues en mi espalda sentía la mirada de dos ojos clavada como dos agujas. Me paré en seco y miré hacia atrás: No había nada. Miré una segunda vez: seguía sin haber nada.

Continué mi marcha, intentando expulsar esa idea de mi cabeza. Mi mente seguía pidiéndome que lo revisara una vez más, pero yo ya me había decidido a no hacerlo.

Ceder implicaría perder un valioso tiempo que podría ser usado para encontrar la salida. Pero no importaba todo lo que intentaba, la sensación de ser vigilado no desaparecía.

Caminando por el pasillo, cada vez notaba más señales de que algo estaba mal. Tras un rato, empecé a pensar que había escuchado pasos tras mí. Pasados unos minutos, estaba convencido de haberlos oído.

Y llegó el punto en el que sentí una presencia aproximándose a mi espalda.

Paré en seco. La escuché acercarse. El sonido de sus pies contra el suelo. El balanceo de su ropa al andar. Sentí cómo se detenía tras mí, y cómo extendía su frío brazo hacia mi hombro izquierdo.

En ese instante me di cuenta de algo tan obvio que me hizo odiarme. Tan asquerosamente a la vista que se me formó un nudo en la garganta y sólo quería llorar.

Había estado tan concentrado en saber si me estaban siguiendo que no me había fijado por dónde estaba yendo. Ahora mismo me encontraba en un callejón sin salida. Al verme atrapado, solo tenía una opción: Enfrentarme a un monstruo desconocido.

Deslicé mi mano derecha hacia mi bolsillo, donde encontré el cuchillo. Poco a poco notaba como su mano se acercaba a mi hombro.

Me di la vuelta de inmediato, y con el arma en alto comprobé que la presencia que me perseguía se había desvanecido de repente. Frente a mí continuaba el vacío pasillo por el que había llegado hasta aquí.

Maldecí a mi mente por haberme engañado. Aunque ya sé que es normal acabar teniendo problemas tras pasar tanto tiempo encerrado, se me hacía difícil aceptar que ahora me estaba pasando a mí.

Era imposible que, habiendo tenido tanto cuidado, me estuviera volviendo loco. Había sido tan real... No podía ser una impresión. ¿Nadie pierde el juicio hasta ese nivel, verdad? ¿Verdad?

Siento que me estoy mintiendo a mí mismo. Es imposible permanecer estable aquí. Llevo mucho tiempo solo, y la falta de interacción social me está afectando. Estoy acabado. Una vez pierda la cabeza por completo, será mi fin.

"Estoy acabado. Mi salud se está deteriorando. No me queda mucho tiempo antes de perder el rumbo en este laberinto, y quedar atrapado por siempre. Aunque bueno, ya estoy atrapado..." Eso era lo que pensaba. Y hablo en pasado, ya que mi opinión cambió completamente cuando sentí que algo se movía tras mí.

La pared que había tras mí anteriormente había desaparecido, siendo reemplazada por un largo pasillo.

Y en mitad de ese pasillo se encontraba ella.

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⏰ Última actualización: Jul 25, 2022 ⏰

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Diario de un faceling (Backrooms Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora